EL pacto de izquierdas que pretende convertirse en alternativa al PP melillense no para de darnos titulares.
Si el pasado miércoles Mustafa Aberchán, líder de Coalición por Melilla (CpM), confesaba en FaroTV que no estaba contento ni con el acuerdo ni con el vídeo que Pedro Sánchez ha quedado en enviarle para agradecerle el apoyo a su partido durante esta campaña electoral, ayer Los Verdes vinieron a poner la guinda.
El partido ecologista, minado por la división interna, no ha dado (¿aún?) su respaldo a la candidatura socialista, aunque admite que le gusta el documento programático elaborado por la formación de Gloria Rojas en Melilla.
El propio Rosendo Quero, que ha sido sancionado por la Federación Nacional de IU por hacer campaña con el PSOE y dar la espalda a la coalición Unidos Podemos, comentaba ayer, también en FaroTV que Los Verdes tienen previsto subirse al carro del pacto en los próximos días.
Eso significa que, de momento, están fuera. Dentro les situó Gloria Rojas, la presidenta de la Gestora socialista local, al anunciar que ya existe un acuerdo en firme para los comicios del 26J, que incluye a PSOE, CpM, IU y Los Verdes. Y aquí se columpió.
Los Verdes (de Madrid o rebeldes) simpatizan con el proyecto socialista de Melilla, pero no han firmado el pacto. Entre otras cosas porque tendrían que venir a la ciudad y plantarle cara a Toni Roderic, de quien dicen que ni siquiera se llama así. Hasta ahora se habría presentado ante la prensa con un nombre artístico, porque el suyo es más castizo que las patatas a lo pobre: Antonio Rodrigo.
Los Verdes rebeldes han denunciado a Roderic por doble militancia. Al parecer estaría al frente de la formación ecologista y de Melilla Sí Puede Ganar.
El propio Roderic se defiende y explica que creó la segunda formación por si se conseguía una confluencia de fuerzas de izquierda para las elecciones locales.
Su actitud previsora viene a retratar el orden de prioridades de un proyecto que no ha llegado a ver la luz, al menos hasta el momento. Primero aseguramos el nombre de la formación y luego pactamos la letra pequeña del programa. Muy en la sintonía de Pablo Iglesias, el reparto de cargos por delante de las medidas a tomar.
Lo único que hoy por hoy sostiene la coalición de fuerzas progresistas de Melilla es el rechazo al PP. Sólo así se entiende que se mantenga en pie después del tropezón con Dunia Almansouri, la sanción a Rosendo Quero o el apoyo sin firma de Los Verdes. Con estos truenos difícilmente podrán reeditar la confluencia a las próximas municipales para intentar sacar al Partido Popular de la Asamblea.