El presidente del PP de Melilla, Pablo Casado, ha estado de nuevo en nuestra ciudad para hablar de economía y conocer de cerca la crisis que está viviendo la ciudad en materia, sobre todo, de comercio, tanto minorista como al por mayor. Pero el popular comenzó su discurso lamentando que, a pesar de que el presidente del PP local, Juan José Imbroda, lideró la lista más votada en las elecciones locales, esto no le haya llevado a dirigir de nuevo el Ejecutivo local, porque habido un pacto de Gobierno “perjudicial” para Melilla. Subrayó que la ciudad “no se merece” el actual Gobierno local.
El dirigente popular espera que dentro de poco el PP vuelva a la Ciudad. Denunció que Ciudadanos Melilla no cumplió con el acuerdo nacional que habían pactado populares y la formación naranja. “Fue por libre a la hora de cumplir con los acuerdos nacionales”, aseveró.
Aunque Casado remarcó que lo que más le preocupaba son “los socios” de este presidente de la Ciudad. Indicó que no solo se ha apoyado en el PSOE, cuando a nivel nacional Albert Rivera asegura que no quiere nada de Pedro Sánchez, sino que “también se ha apoyado en un partido de corte radical que dista mucho de los valores que Cs defiende a nivel nacional”, en referencia a Coalición por Melilla (CpM).
Casado dijo que el líder CpM, Mustafa Aberchán, “por los problemas que tiene ya en los medios con su honorabilidad y también por la apelación que está haciendo de las políticas, tanto sociales como de seguridad e incluso de relaciones con Marruecos, creo que no es el mejor aliado para la gobernabilidad, la estabilidad y la prosperidad de los melillenses”.
El presidente del PP remarcó que el diputado y los senadores van a estar vigilantes a este Ejecutivo porque es su partido el que sí que cree y defiende la libertad religiosa y de la cultura.
Uno de los principales problemas que tiene la ciudad, según Casado, es el cierre de la aduana comercial con Marruecos.
En segundo lugar, destacó que no les consta que el Gobierno central actual vaya a desarrollar el proyecto más importante del PP de Melilla, como es la ampliación del puerto con 290 millones de inversión. Afirmó que desconocen si hay presupuesto para ello.
Pero Casado dijo que es fundamental para la economía local y para competir con otros puertos europeos y africanos esa ampliación. De hecho, aseveró que este proyecto, sumado a la zona especial fiscal que se tiene en mente desde los populares para Melilla, Ceuta y Algeciras, sería muy positivo para todas estas ciudades. Pero insistió en que sería “esencial” aumentar el tamaño del puerto para este fin.
De manera que el presidente del PP nacional se comprometió a desbloquear este proyecto cuando llegue a la Presidencia del país.
Y el tercer problema que ve Casado tiene que ver con la falta de efectivos que hay en la frontera. Argumentó que la tensión migratoria entre Marruecos y Melilla sigue siendo importante, pero no se han dotado aún estos puestos fronterizos y la valla de 200 agentes más que son “los necesarios”.
El popular recordó que es una frontera europea y que se compromete a que vengan esos efectivos a Melilla y que se dote con medios técnicos a las fronteras para que sean ágiles y seguros. Indicó que el objetivo es contar con nuevas tecnologías que permitan controlar los flujos migratorios, como el de los niños solos que entran a la ciudad, y también la mercancía.
Casado argumentó que es fundamental que los líderes de los partidos políticos de ámbito nacional se ocupen de todas las provincias y, especialmente de las dos ciudades autónomas.
Afirmó que Melilla es “fundamental” para el PP, sobre todo, “como es marca de la casa, cuando hay algún problema”. Por ello, recordó que hace un año estuvo en la ciudad para conocer el problema que surgió tras el cierre de la aduana comercial de Beni Enzar.
Por su parte, el presidente del PP de Melilla aseguró que cuando recogió a Casado en el aeropuerto fueron hablando de las numerosas ocasiones en las que éste ha venido a la ciudad para visitarla o apoyarla en los momentos más complicados, como cuando se cerró la aduana comercial de Beni Enzar de forma unilateral por Marruecos. Imbroda afirmó que no se aclaran sobre si es la sexta o séptima, “aunque parezcan pocas, son muchísimas en el plazo de un año y medio”. Por ello, indicó que ningún presidente o representante de un partido nacional que haya estado en tantas ocasiones en la ciudad en este tiempo.
El popular apuntó que ya poco tienen que decir a Casado de Melilla porque la conoce bien y añadió que siempre quiere estar con los melillenses porque sabe que aquí se siente más España.
“Este señor tiene muchísimas posibilidades de ser el presidente del Gobierno de España el 10 de noviembre”, destacó Imbroda que dijo que probablemente a los pocos días de eso, vendrá a la ciudad y podrá recibirle como presidente del Ejecutivo nacional. “Entonces es cuando se producirá la gran revolución socioeconómica de la ciudad, así que en tus manos estamos”, concluyó el dirigente local del PP.
Pablo Casado recordó este jueves que en agosto del pasado año estuvo en la ciudad para ver ‘in situ’ que la aduana de Beni Enzar, la puerta al comercio documentado entre Melilla y Marruecos, se cerró por decisión unilateral del país vecino. También señaló que, a pesar de que el presidente de la Ciudad en aquel tiempo, Juan José Imbroda, llamaba al Gobierno central para pedir ayuda, no la recibió. Y esto llevó al PP nacional a venir a Melilla para reclamar desde la oposición una solución.
Casado dijo que no solo se perdió la posibilidad de exportar de forma documentada un 15% de la mercancía que fluye de Melilla a Marruecos, sino que se cerró una puerta que llevaba abierta décadas en beneficio de ambos países.
También remarcó que fue “un mal gesto a la población de Melilla” que el Gobierno central no hiciera nada y se percibe en la ciudad como una “indefensión”.
Por todo ello, remarcó que su compromiso para el 10 de noviembre es “pedir a Marruecos que vuelva a abrir la aduana”.
El presidente de los populares añadió que es una medida positiva para los dos países para los flujos comerciales, en la posibilidad de generar empleo en los dos lados de la frontera y para mejorar las relaciones entre los dos países que tienen que ser “socios y aliados, como siempre han sido”.
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