Opiniones dispares entre la ciudadanía sobre el cierre de toda la actividad a las 19:00 horas

El aumento de los contagios ha empujado a las autoridades locales a decretar nuevas medidas de restricción. Entre ellas está el cierre a las 19:00 horas de todos los establecimientos y servicios, incluido  alimentación, que hasta ayer cerraba a las 21:30 horas. El Faro salió este miércoles a la calle para preguntar a los melillenses qué parecer tienen acerca de estas decisiones, y las opiniones son muy dispares.

Hay quienes como Salua no están conformes con que cierren los establecimientos de alimentación tan pronto y cree que deberían dejar un par de horas más, hasta las 22:00 hora. Esta melillense se acordaba de las personas que salen tarde de trabajar o que tienen cosas que hacer por la tarde y no pueden pasarse antes por el supermercado.

Otra melillense, Encarna, que paseaba con su marido por la avenida del centro, se mostró satisfecha con las nuevas medidas. "Lo veo estupendamente, teníamos que estar por lo menos quince días, todos, pero todos en casa", expresó. Considera que "cuanto más tiempo estemos en casa, mejor", pero el hecho de que estén cerrados los supermercados no le hace estar tan conforme. "Es la única pega que veo, porque vamos a ir todos a comprar a la misma hora cuando terminen de trabajar y nos vamos a encontrar todos ahí", indicó.

En la línea de Encarni, Jesús también opinó "que todas las medidas deben de ser buenas". Pero insistió en que "lo culpables somos nosotros mismos, que no las respetamos". De esta forma, explicó que si la ciudadanía no se atiene a las medidas probablemente empeorará la situación, y es que tampoco hay que olvidar que nos encontramos en una situación de pandemia y que la ciudad está alcanzando de nuevo los mil casos activos de COVID-19.

Por otro lado, hay melillenses que no están tan de acuerdo con estas medidas. Eduardo cree que se debería dar "un margen para que quienes tienen negocios puedan trabajar". Recordó que hay familias que tienen que alimentar a sus hijos y de la misma manera también quienes trabajan en esos establecimientos.

A Cristina la encontramos paseando con su madre y su hija este martes por la mañana, y a esta melillense estas medidas no le parecían buenas ni para los comercios ni para el resto de la ciudadanía. "¿Qué más da si cierran a las siete como a las ocho, si entran a los bares ya todos lados?", cuestionó. Pero consideró, pesimista, que "ahora todo va para abajo".

Las tiendas de alimentación cierran sus puertas esta vez a las 19:00 horas, pero a esa hora también estaban cerrando otro tiempo de comercios, así como los establecimientos de hostelería. El Faro conversó con Lahbib Channouf, encargado de la Cafetería de Los Arcos, quien señalaba que todas estas medidas están afectando mucho a su establecimiento.

En esta ocasión, las medidas decretadas para la hostelería hacen que se reduzcan las mesas, algo que en este negocio ha tenido efecto. Channouf explica que a la hora del desayuno, al tener menos mesas, mucha gente tenía que esperarse para que se hiciese hueco. "Habrá que tomar otras medidas creo yo, pediría al Gobierno que tome otras medidas mejores, a ver si vemos mejorías, porque con esto nos estamos yendo todos a la ruina", indicó.

Por otro lado, reconocía la medida de que pudiesen reunirse en una mesa hasta cuatro personas no convivientes podría tener su lado positivo. Sin embargo, no veía que eso pudiese beneficiar del todo a los hosteleros "porque deberían hacer es dejarnos un poquito más las mesas". Espera que puedan dar pronto medidas mejores porque si se sigue así todos irán a la ruina. "Los números no salen y estamos perdiendo una cantidad muy grande de clientes", expresaba.

En este aspecto de las limitaciones en las reuniones con personas no convivientes en espacios privado y el hecho de que se permita en las terrazas de bares y cafeterías es algo que confunde a los melillenses. Es el caso de Encarni, quien no entiende por qué no puede ir a casa de su hija a ver a su nieta y sí puede hacerlo en una cafetería.

En cambio Eduardo considera que las limitaciones de personas no convivientes también es un poco "una tontería" porque entiende que también "si uno se agarra a una barandilla también se puede contagiar y no son de la misma casa".

Este miércoles fue el primer día en el que se cerraba todo a las 19:00 horas, aunque pasada esa hora todavía había algunos establecimientos que continuaban abiertos.