Después del atentado ocurrido el pasado jueves en Las Ramblas de Barcelona y en Cambrils (Tarragona), que dejaron a 14 fallecidos y más de un centenar de heridos, las miradas de parte de la población europea se volvieron a la comunidad musulmana. En Melilla, una ciudad que lleva la convivencia entre las distintas culturas como bandera, según la comunidad islámica Al-Ihsan, también. “Nunca imaginé que en una ciudad como Melilla podría haber tanto odio contra la comunidad musulmana”, señaló Mimuntz Mohamed Hammu, presidenta de la entidad.
Mohamed insistió en que los musulmanes españoles rechazan “rotundamente” el atentado del pasado jueves, así como el resto de ataques terroristas sufridos en otros países. Sin embargo, asegura que se encuentran en una posición que considera injusta. A pesar de que hayan condenado reiteradamente los hechos, Mohamed cree que hay muchos ciudadanos que no saben diferenciar entre el terrorismo y el Islam. Es más, a su juicio, sobre todo con los mensajes que dejan en las redes sociales, están contribuyendo a crear una fractura social. “En los últimos días he visto tanto odio en Facebook o Twitter”, apuntó. Según Mohamed, frases como ‘que todos los moros se mueran’ o ‘que vuelvan todos a su país’ son las notas “más suaves” que ha podido leer. “Me sorprende con la facilidad con la que la gente incita al odio. Melilla es una ciudad muy pequeña y olvidan que podrían estar ofendiendo a su vecino, profesor o incluso a un familiar”, apuntó.
La presidenta de Al-Ihsan recuerda que el daño que los terroristas provocan afecta a todas las personas por igual “incluidos los musulmanes”. De hecho, según dice, el 80% de las víctimas son personas que creen en el Islam. “No podemos olvidar a las víctimas de Siria, Irak o Afganistán”, subrayó.
“No caer en la trampa”
Mohamed alerta de que la ultraderecha está intentando aprovechar la indignación popular por los atentados de Barcelona para hacer crecer el odio hacia la comunidad musulmana y potenciar su ideología fascista. “Entiendo el enfado de muchas personas, pero no pueden caer en la trampa y dejarse llevar por mensajes que no hacen otra cosa que incitar al odio”, señaló.
Para Mohamed no hacen otra cosa que “desviar” la atención de las causas reales del problema. A su juicio, “todos deberíamos estar más unidos que nunca” para acabar con esta barbarie.
Jóvenes
Aseguró que es muy preocupante que los implicados en los atentados de Barcelona y Cambrils sean jóvenes de entre 17 y 28 años. “Son muy jóvenes y tenemos que averiguar dónde está el problema”, indicó. Mohamed dice que sería importante activar “políticas sociales” para que estos chicos se sientan integrados y nunca apartados de la sociedad. “Si las distancias se amplían, se crean sentimientos de división y eso solo beneficia a los reclutadores del Estado Islámico. Es lo que buscan”, aseveró.
Finalmente, pidió que si se confirma que el imán de Ripoll radicalizó a los jóvenes que atentaron en Barcelona y Cambrils, se revise la labor de algunos clérigos.
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