Giner/ Melania Calderón
Finalmente el tiempo respetó y Nuestro Padre Jesús Humillado salió a las calles de Melilla. Una multitud de melillenses acudieron a acompañar al sagrado titular de la Cofradía Castrense de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad por su recorrido procesional.
A las 20:30 horas salió de su sede canónica en la parroquia castrense de la Inmaculada Concepción el trono del Humillado. Las notas del Himno nacional interpretado por la Banda de Música 'Ciudad de Melilla', que habitualmente acompaña a esta cofradía en su estación de penitencia.
Miles de melillenses mostraron su devoción al Humillado, acompañando al trono a lo largo del cortejo procesional. La meteorología fue amable con esta Cofradía, pues permitió su salida, aunque el tiempo frío se hizo notar a lo largo de la estación de penitencia.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, fue el encargado de hacer el llamado en la puerta de la parroquia Castrense para que Nuestro Padre Jesús Humillado saliera a las calles de Melilla.
Nada más iniciarse su salida procesional, los portadores giraron el trono y dejaron al Humillado mirando hacia su templo, donde a las puertas esperaba la vocal de la Junta de Gobierno de la Hermandad, Carmen Méndez Arrieta, quien este año fue la encargada de pronunciar el tradicional desagravio.
Este acto que cada año lleva a cabo la Cofradía Castrense consiste en una alocución, la cual este año fue sentida a la par que reivindicativa. En ella, Méndez pidió perdón al Señor por no seguir sus enseñanzas de misericordia y amor con el prójimo. Unas enseñanzas de las que afirmó, pueden seguir vigentes en nuestros días.
Por otro lado, la vocal también se acordó de los cristianos perseguidos por sus creencias en todo el mundo y en una sociedad con "intolerancia secular". Méndez habló de una sociedad donde se intenta de sacar al Señor de los corazones de la gente con el fin de instalar una nueva ética y moral donde no haya cabida para la religión. "Todo está perfectamente diseñado".
La vocal rememoró también las humillaciones que sufrió Jesucristo en su martirio y destacó la "hipocresía" de culpar al Señor por lo que no nos satisface y agradecerle todo lo que nos agrada. "Merecemos lo concedido y no tenemos que agradecerte nada".
Por último, el desagravio concluyó con una bienaventuranza en la que dijo, dichosos los perseguidos por causa de la justicia. Sin embargo, la vocal de la Cofradía Castrense añadió, "dichosos los humillados y perseguidos por tu causa, porque ellos sí han entendido tu mensaje de paz y amor entre hermanos".
El cortejo lo acompañaron el comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio junto al páter de la Castrense, David Sevilla, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Gregorio Castillo, así como varios hermanos mayores de otras hermandades. Además, el Humillado contó con el acompañamiento de representantes de todas las unidades y cuerpos militares que existen en la ciudad. De hecho, varios agentes de la Guardia Civil custodiaron a Nuestro Padre Jesús Humillado a lo largo de toda la procesión, la más corta de la Semana Santa melillense.
En torno a las 21:15 horas, el Humillado entró en carrera oficial, por donde marchó a paso ligero y sentido.
A las 21:45 horas llegó a la tribuna oficial, donde el vicario episcopal, Eduardo Resa, habló sobre "las burlas despiadadas" que sufrió Jesucristo y concluyó con un rezo colectivo del Padre Nuestro.
El cortejo procesional prosiguió hasta el final de la avenida, donde entró en la avenida Castelar, para girar y seguir su marcha por la calle López Moreno. La procesión pasó por la plaza Menéndez Pelayo, siguió por calle Ejército Español y volvió a Plaza de España. Finalmente, el recorrido realizó en su entrada en Duque de Almodóvar, Plaza Yamin Benarroch para concluir con la recogida en la parroquia Castrense, sobre las 23:30 horas.
La Cofradía Castrense volverá a salir en procesión este Viernes Santo, a las 21:00 horas, con el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Piedad.
El recorrido será similar al de Nuestro padre Jesús Humillado.
La Cofradía Castrense de Nuestro Padre Jesús Humillado y María Santísima de la Piedad es la más joven de nuestra ciudad, en la actualidad se encuentra inmersa en su trigésimo quinto aniversario, mientras que sus tallas cumplen 25.
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