“Necesitamos un secretario general a tiempo completo, no a media jornada”, dice en referencia a Susana Díaz. “Hay quien quiere que me entienda con Pedro o con Susana. No se trata de eso”, apunta
“Hay mucho que hacer en este partido, mucho que unir”. Patxi López se presenta Secretaría General del PSOE esgrimiendo el consenso. Cree que una cosa es lo que digan los “mal llamados” barones del PSOE, que apoyan a uno u otro candidato, y otra es lo que quiere la militancia , “que no quiere un choque de trenes” y que dice que votará libremente. Se niega a hablar de quién tiene la culpa de haber llegado a la situación actual en el partido, y asegura que, gane quien gane el proceso de primarias, llamará al día siguiente a los otros dos candidatos. –Ayer (el domingo) Susana Díaz presentó oficialmente su candidatura. ¿Ha hablado con ella? ¿La ha felicitado? –No. La última vez que hablé con ella fue cuando le dije que me iba a presentar. No hemos vuelto a tener ninguna conversación. –¿Cree que puede ser Susana Díaz secretaria general del PSOE y presidir la Junta de Andalucía? –Por poder puede, pero creo que no es recomendable que se compatibilicen los puestos. La situación actual del PSOE hace que necesitemos un secretario general a tiempo completo, no a media jornada. Tiene que dedicar 25 horas al día. Hay mucho que hacer en este partido, mucho que unir. Hay una militancia a la que entender, un proyecto que definir, recuperar la cercanía con la gente de la calle. –Viendo cómo se han desarrollado los acontecimientos, ¿cree en los comentarios que hablan de que todo este proceso ha sido una maniobra para que Susana Díaz lidere el PSOE? –Yo no me voy a apuntar a ninguna teoría de la conspiración. El famoso y fatídico comité general del 1 de octubre es algo que nunca más nos debe volver a suceder. Tenemos que tomar nota de qué hicimos mal. Se puede tomar nota de muchas formas: viendo quién fue más malo, quién tuvo más culpa, quién fue el responsable o abrir el tiempo de la unidad y dejar atrás el de la ilusión. Tenemos que unir propuestas y proyectos de partido. No sólo importa quién y cómo gana las primarias, sino qué hace al día siguiente. –La sensación que da es que el PSOE está polarizado y Patxi López está en medio como candidato que apela a la unión. –Puede parecer que hay una polarización, un choque de trenes, pero la mayoría de la militancia socialista no quiere un choque de trenes. Hay un espacio central que lo que buscar es dejarse de choques y fracturas. Quieren sumar. Hemos entendido que si seguimos enfrentándonos en el partido difícilmente vamos a poder hacer frente a la derecha o los problemas de la ciudadanía. Si seguimos gritándonos no nos escuchará nadie fuera. –¿La victoria de Pedro Sánchez o Susana Díaz puede generar una grieta aún mayor en el partido? –Yo sé lo que yo defiendo. Que al día siguiente de las primarias, si logro gano, llamaría a los otros dos candidatos para ver cómo sumamos. Y si no gano, llamaría también para ponerme a su disposición. No para que integren a Patxi López, sino cómo integramos al conjunto del partido en una Dirección que tiene que ser compartida y un proyecto que tiene que ser colectivo. Todo el mundo habla de lealtad al que gane, pero yo digo también ‘integrar al que pierda’. Es una sutil diferencia que me parece importante. –Francine Armegol (presidenta de Baleares y del PSOE balear) dijo que le gustaría que su candidatura y la de Pedro Sánchez confluyeran .¿Cómo ve esa idea a estas alturas de la precampaña? –Yo defiendo el derecho de los militantes a escuchar las propuestas de los candidatos, pero también a ser escuchados. Por eso hago encuentros como el de hoy. Quiero que nos cuenten con qué proyecto quieren que salgamos a la calle. Defiendo también su derecho a elegir. Los militantes no entenderían que hubiera un apaño por arriba en el que nos pusiéramos de acuerdo sin contar con su opinión. Hay quién dice que busque un entendimiento con Pedro y otros con Susana, pero no se trata de eso. Se trata de defender de aquello en los que creemos y que la militancia escoja. –Estos “apaños por arriba” de los que me habla, ¿no cree que la militancia pudo tener esa misma sensación en octubre? –Por eso suelo decir que los apoyos de los mal llamados barones son muy antiguos. Los militantes van a adoptar una decisión con total libertad y con madurez. No van a dejarse imponer ni coaccionar por nadie. Van a elegir en base a lo que creen que tiene que ser el PSOE. –¿Qué hubiera hecho Patxi López en la tesitura en que se vio Pedro Sánchez tras las elecciones generales del 26-J? –Hablar con el partido para ver qué hacer. Una vez que en las primeras se había demostrado que era imposible el Gobierno de cambio, porque Podemos y Ciudadanos, que nos anunciaban que eran las novedades del cambio en el país, impidieron un Gobierno socialista. Que no haya ahora mismo un Gobierno del PSOE es culpa de Podemos, que uno a uno, los diputados se levantaron para decir que no a esta opción. Tendríamos que haber tenido un debate sereno y sosegado con la militancia para saber qué deberíamos haber hecho. –Viendo el actual panorama, con un Gobierno del PP, quizá no habría hecho falta llegar a unas segundas elecciones. Usted seguiría de presidente del Congreso. –No sólo por eso, ¿no? (risas). Después de las primeras elecciones el PSOE intento sumar a las fuerzas que no queríamos que gobernara el PP. Lo llevamos hasta las últimas consecuencias. Eso fracasó porque Podemos no quiso, pero a la vez, Mariano Rajoy no se presentó. El PSOE está proponiendo reformar la Constitución para que esto no vuelva a pasar. En Euskadi tenemos una, que es que no hacen falta esas mayorías absolutas. –La figura del consenso de la que habla ya la demostró siendo lehendakari con los apoyos del PP o presidente del Congreso de los Diputados con una cámara donde la mayoría era popular. ¿Cómo transmitiría este consenso a su partido ahora polarizado? –Mi experiencia también es otra. Yo fue secretario general del Partido Socialista en Euskadi en un congreso federal en el que éramos tres candidatos. Y saqué sólo el 50 y poco por ciento de los apoyos. Me empeñé en sacar un proyecto que aglutinara a la mayoría de los militantes, y en poco menos de un año lo había. Un proyecto en el socialismo vasco respaldado por el 99,8% de la militancia. Y ese proyecto fue el que nos permitió, un tiempo después, tener un lehendakari socialista por primera vez en la historia. La unidad no sólo hay que proclamarla, hay que trabajarla. Se debe trabajar aunando el partido en torno a un proyecto socialista exigente, sin complejos. Que no se defina por votar todas las semanas con el PP ni por firmar una alianza a ciegas con Podemos. Que ocupe un espacio de la centrad sociológica de la izquierda. No llevarlo más al centro, sino tener un proyecto de izquierdas para atraer a la mayoría de los votantes progresistas. –Leí que el otro día llegó a La Rioja escuchando Miss Cafeína, ¿qué ha venido escuchando Patxi López a Melilla? –(Risas). Pues hoy he venido escuchando a León Benavente.