La naturaleza suma más viajeros y sube de un 20% a un 40% los viajeros que la eligen frente a la playa

La pandemia ha trastocado la vida de todos y las vacaciones no iban a quedarse al margen. Ahora son más los melillenses que opta por estar en la naturaleza y el turismo de interior que hace dos años. La reina del verano como destino sigue siendo la playa. La costa se lleva la mayoría de los visitantes, pero los que quieren estar tranquilos en mitad de la naturaleza van ganando puestos en estos meses. De hecho, el presidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Melilla, Ildefonso Menéndez, explicó que el turismo de naturaleza ha subido de un 20% a un 40% desde que comenzó la pandemia.

Menéndez explicó que los melillenses se están animando a salir este verano, pero a la península y las islas. El turismo internacional está aparcado, aunque hay quien tiene muchas reticencias para viajar al extranjero. Subrayó que son pocos los que se animan a salir de España en estas semanas.

El presidente de la asociación comentó que hubo “un boom muy grande” cuando finalizó el estado de alarma y durante el mes de junio también se notó ese incremento de llegada de personas que buscaban su viaje para este verano.

De hecho, ahora las agencias viven un periodo de mayor tranquilidad, pero lo achacó a que las personas que habían pensado en viajar ya tienen sus billetes y reservas realizadas.

También hay quien ha optado por una escapada más que por unas vacaciones largas.

España como destino

La casa rural se puso de moda ya el pasado año con la llegada de la covid-19 porque permitía a las familias, con un presupuesto bueno para su economía, estar todos juntos sin aglomeraciones y solos el núcleo familiar en un entorno de naturaleza.

De nuevo este año, los melillenses han preguntado por casas rurales o por lugares donde no haya mucha gente.

Huir de las masificaciones ha sido uno de los requisitos que ha demandado parte los viajeros de nuestra ciudad. Menéndez dijo que se ha demandado Asturias o Cantabria. Incluso subrayó que hay quien se a animado con el Camino de Santiago.

El presidente de la Asociación de Agencias de Viaje insistió en que la estrella de las vacaciones de verano es la playa. Sin embargo, se opta cada vez más por la naturaleza y es un efecto directamente relacionado con la pandemia.

Si antes había un 20% de viajeros que optaban por la naturaleza, ya se ha incrementado hasta casi un 40%. Pero la costa es la opción mayoritaria para los melillenses.

De hecho, Menéndez comentó que ahora se está optando más por Canarias y va ganando a Baleares. Aunque le sigue la Costa del Sol. Y en relación estos destinos de playa, se está preguntado mucho por Cádiz y Huelva. Y es que los viajeros creen que son destinos con menor número de turistas.

“Los melillenses al final están buscando que no esté muy masificado el destino”, añadió.

Ir a Marruecos

Menéndez reiteró que son pocos los que se van al extranjero, aunque desde Melilla, se opta por Marruecos por los lazos familiares que unen a muchas familias con el país vecino.

Eso sí, subrayó que ahora hay que preparar un buen presupuesto para viajar al otro lado de la frontera. Explicó que antes, cualquier persona podría iniciar su viaje en Marruecos pagando 3 euros al compartir un taxi. Ahora las familias tienen que ir con un mínimo de 300 euros en el bolsillo para iniciar el viaje.

Menéndez comentó que para esta semana casi no hay billetes asequibles y los precios empiezan a bajar para finales de agosto o inicios de septiembre. Ahora habría que pagar entre 300 y 400 euros por persona para llegar al país vecino. Y si viaja una familia, el presupuesto no baja de los 1.000 euros. Además, subrayó que se está demandando una PCR de no más de 48 horas por lo que hay que sumar el coste de este test, que suele estar en 100 euros, a todo el presupuesto final del viaje. Incluso hay que tener un colchón más por si los horarios no son buenos y, por ejemplo, hay que hacer noche en Málaga para salir en avión.

Inversión en turismo

El presidente de la asociación también celebró la llegada de financiación pública para dos proyectos de la ciudad. En concreto, se trata de los 600.000 euros que hay para instalaciones turísticas y que se anunció a través de la Conferencia Sectorial de Turismo en la reunión de esta semana.

Este presupuesto servirá para financiar dos proyectos, uno muy conocido por la ciudadanía como es la construcción de un hotel en el Cargadero del Mineral, y otra que será la construcción de un quiosco en el Torreón de las Cabras, es decir, junto a la muralla de Melilla La Vieja.

Menéndez explicó que todo que sea sumar, significará más opciones para los turistas. Pero indicó que esto no atraerá al turismo con los costes actuales de los billetes de barco y avión.

En este sentido, destacó que hay una naviera que ha quitado los paquetes y ahora, en lugar de poder viajar con un coste reducido para dos, hay que sumar ocho personas y es muy complicado localizar en estos momentos un grupo de estas dimensiones.

Y al margen de esto, tampoco han salido aún los paquetes turísticos de la Ciudad, con lo cual, no hay opciones para ofrecer precios competitivos a los que deseen visitar nuestra ciudad.

El presidente de la asociación argumentó que con los precios del transporte para no residentes, o se hacen con mucha antelación las reservas, o no se puede optar por venir a Melilla. Indicó que una familia que esté en la Costa del Sol de vacaciones no puede decidir que el fin de semana se viene a Melilla a ver la ciudad porque pagaría unos precios tan elevados de barco que lo descartaría. Y menos aún se puede plantear esta opción con el avión, lamentó Menéndez.

Bienvenida al certificado covid de las agencias de viajes: da más seguridad

El pasado miércoles la Ciudad anunció que desde septiembre será obligatorio presentar el certificado covid para poder entrar en Melilla, ya sea por barco o avión. La Consejería de Políticas Sociales, que lleva el área de Salud Pública, llevaba ya varias semanas anunciando que quería darle más protagonismo a este certificado en la vida de los melillenses y dará todo este mes de agosto para que se pueda contar con dicho certificado a quien desee entrar en Melilla. Y para las agencias de viaje, esta decisión llega tarde. El presidente de la asociación que engloba a este sector, Ildefonso Menéndez, aseguró a El Faro que no comprendía cómo no se había pedido antes.

Cree que, si Melilla finalizó con el proceso de vacunación hace ya unas semanas y desde entonces está haciendo repescas, se podría exigir antes del próximo mes. No obstante, celebra esta decisión de Salud Pública porque da mayor seguridad a los viajeros que cogen un barco o un avión.

Menéndez remarcó que si realmente se quiere animar aún más a la vacunación, hubiera sido más impactante que el certificado covid se implantara ya.

Con él, una persona puede acreditar que tiene la pauta de vacunación completa, que ha pasado el virus hasta seis meses antes, que pasó el virus y tiene una dosis, y que tiene una prueba de detección del virus negativa.

En cualquier caso, celebró que se tome ya esta decisión porque son muchos los ciudadanos que tienen reticencias a viajar y con la exigencia de este certificado se sentirán más seguros a la hora de usar un barco o avión que para salir o entrar de Melilla son necesarios. De hecho, aunque haya personas que no se quieran vacunar, no tienen por qué hacerlo, pues lograrán el certificado al haberse realizado una prueba que dé negativa. Y al final eso también es una garantía más de seguridad para todos.

Y también comentó que no cree que la exigencia de llevar este certificado reduzca el número de viajeros. Indicó que la gente está concienciada en que o se vacuna o se hace pruebas para viajar con mayor seguridad o por exigencias de los países a los que va de visita.

Por otro lado, desde mediados de julio y a petición de las asociaciones de agencias de viajes, UNAV y CEAV, se llevó a cabo la modificación sobre las horas de vigencia de los test para detectar la covid-19.

El objetivo era dar un día más a los viajeros que necesitan aportar una PCR porque no en todos los países se cuenta con la capacidad para hacer estas pruebas en el tiempo que se había marcado y que era de 48 horas antes, aunque los test de antígenos sigue en 48 horas antes.