Una de las sorpresas más agradables de la presente temporada dentro de la disciplina del Melilla Sport Capital está siendo el rendimiento del receptor argentino Nacho Luengas, que con el paso de los partidos se está convirtiendo en una de las piezas claves en los sistemas de juego del CV Melilla. Posee una gran recepción, un bloqueo contundente y un remate alto y poderoso, cualidades que unidas a su altura, envergadura y condiciones técnicas le hacen poder jugar tanto de receptor/atacante como de opuesto. Internacional con la Selección de Voleibol de Argentina, estuvo preseleccionado para disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Aunque, finalmente no ha estado entre los elegidos para la cita olímpica, sí está ahora mismo concentrado con el combinado albiceleste en el centro nacional de alto rendimiento deportivo para la disputa del Campeonato Sudamericano de Voleibol 2021 que se disputa en Brasilia, la capital federal de Brasil, a partir del 16 de agosto. Con la Selección Argentina se proclamó subcampeón del Mundo sub21 en 2015 y campeón del Mundo sub23 en 2016.
Además ha sido subcampeón de la Copa Panamericana 2015, campeón de la Copa Panamericana 2016 y campeón de los Juegos Sudamericanos 2018. Antes de militar en la escuadra de nuestra ciudad tuvo su primera experiencia en el voleibol europeo cuando estuvo enrolado en el Raision Loimu de la superliga finlandesa.
–¿Cómo empezaste en el mundo del voleibol?
–Es en parte heredado la verdad, mi papá y mamá ambos fueron jugadores y mi papá entrenador. Prácticamente desde que nací que estoy en una cancha de voley.
–¿Cómo definirías el año 2022?
–El 2022 fue un gran año, superamos los objetivos que nos propusimos a principio de temporada con el título de la copa del Rey y la final de la liga. Esto nos hace crecer y sienta bases para lo que viene, propone un piso interesante.
–¿Qué esperas del 2023?
–En este año hay muchos desafíos, los resultados del año pasado ilusionan bastante y ahora en competición europea. Creo que en 2023 va a ser un año muy duro, sobre todo desde lo físico, pero con sacrificio podemos tener buenos resultados.
–¿Cómo definirías al CV Melilla?
–El CV Melilla es un equipo trabajador, gladiador, siempre va a dejar todo, odia perder, le duele y en todo trata de encontrar una motivación. A su vez tiene un ambiente muy familiar y con buenas ondas, una combinación y un equilibrio genial con mentalidad ganadora que Salim propuso y lleva desde un primer momento.
–¿Qué te parece la apuesta firme de Rachid Bussian, consejero de Deporte hacia el voleibol?
–Creo que se ve reflejado en los resultados que conseguimos a lo largo de las últimas temporadas, sin el apoyo de Rachid hubiera sido imposible y se hace notar no solamente en la parte económica, humanamente siempre está muy cerca del equipo y del club.
– ¿Te costó mucho adaptarte a Melilla?
–La verdad que no y en su momento me sorprendió, encuentro muchas similitudes al barrio donde viví toda mi vida, la gente, la generosidad de los vecinos. En Argentina la gente es muy sociable y encuentras charlas en todas partes con cualquier desconocido, aquí pasa lo mismo. En cuanto al equipo la adaptación fue muy sencilla más si ya había viejos conocidos como mi gran amigo Fede Martina “el Rey del chinchu”.
–¿Qué aporta este deporte a tu vida personal?
–El deporte en general aporta muchas cosas, disciplina, templanza, carácter, resiliencia. Te lleva a una vida sana, o por lo menos lo intenta. A lo largo de las temporadas te cruzas con muchas personas, compañeros, entrenadores, físios, utilleros. Encuentras muchas amistades y hermosos recuerdos que te hacen quien sos.
–¿Catalogarías los éxitos obtenidos al apoyo de tu familia?
–Totalmente, soy un afortunado, no lo puedo negar. El apoyo incondicional de mi familia me empuja día a día, me da el extra que necesita uno a no rendirse en los peores momentos. Si miro hacia atrás veo en todos los partidos de mi vida, entrenamientos y torneos de inferiores a mi papá o a mi mamá sentados en las gradas, eso no lo cambio por nada en el mundo y me motiva, a ellos no les puedo fallar.
– ¿Cuándo horas le dedicas a este deporte al día?
–De entrenamiento y fisio unas 5/6 horas al día, a su vez uno vive para el deporte, se alimenta bien, descansa, se priva de ciertas cosas. El deportista vive de su cuerpo, es su herramienta de trabajo y tiene que cuidarlo.
–¿Cuál es la posición que más a gusto estás en la pista?
–Me gusta la posición de la que juego, el punta receptor hace un poco de todo y si bien todos los puntas receptores tienen alguna característica más fuerte, el equilibrio tiene que ser una de ellas.
–¿Hasta cuando te ves jugando al voleibol?
–Hoy te podría decir que toda la vida, en este momento me toca hacerlo de forma profesional y requiere de muchas cosas pero en un futuro (espero que lejano) siento que lo haría solo por placer, con amigos, porque me divierte y me encanta.
– ¿Cómo influye el voleibol en tu día a día? ¿Crees que ha condicionado tu manera de ser y tu círculo de amistades?
–Como te decía casi todo mi día a día lo relaciono con lo que me aporta a mi vida deportiva o por lo menos trato de ser consiente de ello, es verdad que cuando el momento es de ocio me desconecto por demás aunque también lo veo como una necesidad. Mi manera de ser no tanto, si que me pierdo alguna que otra reunión o salida por entrenamiento o partidos, pero es parte de la elección que toma uno en cuanto al compromiso por los objetivos y el crecimiento personal. Mis mejores amistades son del voley, mi grupo de amigos mas íntimos son excompañeros de el club donde me formé y son un lindo cable a tierra.
–¿De no jugar al vóley y otro deporte practicarías?
–Me gusta mucho el fútbol, me encanta jugarlo y mirarlo, sobre todo al mejor club del mundo Boca Juniors. El básquet también me atrae pero pasiones son pasiones.
–¿Cuál es tu mejor recuerdo como jugador?
–Más allá de los títulos, recuerdo un momento puntual en una gira amistosa con la selección previa al mundial sub 23. Estábamos en brasil por jugar contra el local y con todas las gradas llenas por su público, suena nuestro himno nacional (argentino) pero se detiene antes de comenzar la primera estrofa. Entre jugadores nos miramos y empezamos a entonar la parte cantada sin audio: a Capella. El público muy respetuoso nos escuchó y aplaudió, fue muy emocionante.
–¿Y el peor?
–Creo que el peor momento fue una lesión en el dedo meñique entrenando en Francia y por firmar contrato para jugar la Pro B, tuve una fractura articular y necesitaba cirugía, me volví a Buenos Aires para la misma y perdí el resto de la temporada.
-¿Que tiene el club voleibol Melilla para no fichar por otros?
–Creo que fue una opción muy interesante desde el primer momento, los seguía y miraba los partidos en la pandemia por amigos que jugaban y juegan en el club. Me parece que CV Melilla tiene muchas cosas necesarias para lograr grandes cosas y en estos últimos años viene demostrando que es un equipo ganador, eso atrae a cualquier jugador.
-¿Cual dirías que es tu punto fuerte en el campo?
–Creo que mi punto fuerte en las últimas temporadas es el ataque, debido a mi envergadura le puedo sacar mucho jugo a ese fundamento.
–¿El dorsal que llevas significa algo para ti?
–Aunque no sea mi número natural el número 10 para cualquier argentino tiene muchísimo significado y lo siento así también. Yendo al ámbito futbolero lo llevaron y lo llevan grandes jugadores sobre todo los dos mejores de la historia de ese deporte, no hace falta aclarar nombres.
–¿Sigues algún tipo de dieta?
- Una dieta específica no, a lo largo de los años de profesionalismo uno tiene en su cabeza lo que debe comer en cada momento. Me parece que lo más importante es eso, ser consciente de lo que está comiendo sea bueno o malo.
– ¿Tienes alguna manía antes y después de los partidos?
- Antes de los partidos una buena siesta no muy cerca de la competición y cuando entró a la cancha hago unos lanzamientos de saque. Post partido algún permitido con la comida.
–¿Qué supone jugar con el CV Melilla la competición europea? –
Una linda responsabilidad, sabemos que no sólo representamos al club de voley sino a toda una ciudad que nos ve, apoya y quiere hacerse conocer (en este caso deportivamente) en todo Europa y llevar a cabo esta tarea es un lindo desafío.
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