Un total de 33 imágenes de cinco autores componen este año una exposición que fue inaugurada ayer y que pretende sensibilizar a los melillenses con diferentes interpretaciones artísticas.
‘Mujeres en el blanco de la violencia’ es el título de la muestra de fotografías que la asociación de fotógrafos Melilla Mirada expone en el Casino Militar dentro de las actividades programadas por la Viceconsejería de la Mujer en la campaña de sensibilización del 25 de noviembre Día contra la Violencia hacia la Mujer.
“Cualquier fotografía llega directamente al corazón de quien la ve”, afirmó la viceconsejera de esta área de la Ciudad Autónoma, Mercedes Espinosa.
En este sentido, indicó que su equipo es consciente de que “una imagen vale más que mil palabras”, por lo que esta muestra puede llegar con mayor fuerza a los hombres y mujeres de la ciudad, independientemente de su nivel formativo o cultural.
Colaboración altruista
Melilla Mirada colabora un año más de forma altruista en la conmemoración del Día contra la Violencia machista realizando esta exposición, tal y como indicó Espinosa, además de aportar material fotográfico para otra de las actividades enmarcadas en la campaña de este año de sensibilización, como es el calendario ‘Nosotras también trabamos’. Así, agradeció el interés de los fotógrafos por ayudar en esta labor informativa y formativa.
Por otro lado, la presidenta de la asociación, Lola Vega, describió esta muestra como “un trabajo de autor donde nos podemos expresar con libertad y poner toda la creatividad en la composición”.
En total, 33 fotografías son las que componen esta exposición que está dividida en cuatro series y que incluye una imagen más donde se narra toda la historia, por lo que colaboran en esta iniciativa cinco fotógrafos de Melilla Mirada.
“Cada autor ha expresado el punto de vista personal y particular sobre la violencia de género”, indicó Vega. Cada una de ellas trata diferentes aspectos de esta violencia, ya que no sólo se manifiestan a través de los golpes, así se incluyen fotografías donde se puede ver la humillación que reciben las víctimas, el silencio en el que viven o la soledad en la que se encuentran.
La mayor parte de la muestra es en blanco y negro a excepción de una de las series que va en color de María Victoria Carvajal.
En concreto, las fotografías que aporta Vega tratan “la ausencia, la pureza o la mujer como víctima total de esa violencia de género” a través de una serie de diez fotografías pero de las que sólo se han expuesto ocho por falta de espacio.
Así, la presidenta de Melilla Mirada indicó que se trataba de un espacio conceptual en donde los esfuerzos se han centrado en la idea y donde la fotografía es utilizada como una herramienta de trabajo. Su obra se ha basado en la pintura de Malevich titulada ‘Blanco sobre blanco’ -pintor ruso creador del Suprematismo-, donde hay una ausencia total de imágenes para no distraer al espectador y que sea éste el que decida qué se inserta o aparece en la obra.
“He jugado con los colores, con el formato en el que he incluido el tema de la violencia de género en la idea de Malevich”, aseguró.
‘Sin descanso’, escultura que muestra el trabajo continuo y no reconocido
El artista Paco Rubio forma parte desde hace poco tiempo de la asociación Melilla Mirada y respondió de forma afirmativa ante la propuesta de la presidenta de esta entidad, Lola Vega, de prestar algunas de sus esculturas como un elemento más de las composición de esta muestra.
La mayor parte del trabajo de este escultor tiene como protagonista a la mujer. Una de las esculturas representa a una mujer encorvada y hundida, se trata de un homenaje bajo el título ‘Sin descanso’. Un forma de visibilizar el trabajo que durante toda la vida realiza la mujer y no es reconocido en la mayoría de los casos.
Otra de las esculturas es una figura femenina que representan a las madres y sus hijos.
La última es una simbología de la mujer embarazada donde el autor hace especial hincapié en la barriga “como símbolo de la carga que lleva la mujer antes de que nazca su bebé y lo que conlleva ser madre”.
Rubio dedica sus obras a su madre y a su mujer, figuras de las que dice que “muchas veces no vemos que están a nuestro lado y no se llevan ni el cariño ni los méritos que se merecen”.
Para este artista cambiar el Código Penal y endurecer las penas de los agresores sería una asignatura pendiente de nuestras sociedad, además de la aplicación rígida de las órdenes de los jueces.
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