El 8 de marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer” y nos recuerda cada año los sacrificios que las mujeres han tenido que realizar para lograr la igualdad y la emancipación. Se trata de un viaje largo, que desafortunadamente aún continúa.
El siglo pasado supuso un hito para las mujeres conseguir ciertos derechos fundamentales, como el del voto, la herencia, el divorcio, el trabajo, poseer bienes propios o el acceso a la educación. Estos derechos ya estaban recogidos en el Sagrado Corán desde el siglo VII.
Tras la llegada del islam, las mujeres consiguieron el derecho a heredar, a trabajar, a poseer propiedades de manera independiente, a casarse con su propio consentimiento, a divorciarse, a casarse de nuevo, a controlar la natalidad, a votar, además el islam rechaza que la mujer sea el origen del pecado. El islam enseña a hombres y mujeres que, a pesar de haber sido creados de manera diferente y de tener diferentes responsabilidades en la sociedad, son iguales en lo referente a su estatus espiritual, intelectual y social, tal y como se menciona en el Sagrado Corán:
“Y ellas (las mujeres) tienen derechos similares a los que ellos tienen (los hombres) en justicia” (2: 228)
En el Sagrado Corán se mencionan mujeres como modelos a seguir, como la virgen María. La primera persona que aceptó el islam fue una mujer y la primera persona en instruir a los grandes Compañeros del Profeta después de su muerte, fue una mujer; el propio Profeta Muhammad (que la paz sea con él) fue quién enalteció a esta mujer como la gran maestra y erudita de la fe islámica.
Elevando el estatus de las mujeres, el islam afirma que “el Paraíso se encuentra debajo de los pies de las madres (aunque esta tradición o hadiz tiene alguna debilidad en su cadena de transmisión, se refuerza con otras tradiciones o hadices de idéntico significado, como por ejemplo nos encontramos el consejo que el santo Profeta dio a Muawiya ibn Yaima que quiso acompañarlo a una expedición, el Profeta le pregunto si tenía a su madre viva, Muawiya ibn Yaima respondió que sí. Entonces el Profeta le dijo: quédate junto a tu madre y cuida de ella porque por cierto que el Paraíso se encuentra debajo de los pies de las madres”, queriendo significar que la bondad y el respeto hacia la madre es el puente hacia el Paraíso en este mundo y en el Más Allá. Según el islam, las mujeres construyen las naciones, y, por lo tanto, desempeñan un papel clave en la reforma y el desarrollo de las sociedades. Por lo tanto, a los hombres musulmanes se les ordena que traten a las mujeres con el máximo respeto, ternura y amabilidad, tal como el Santo Profeta Muhammad (que la paz sea con él) declaró: “El mejor de entre vosotros es el que mejor trata a su esposa”.
¿Por qué las mujeres de muchos países musulmanes no disfrutan de estos derechos? Lo cierto es que se tratan de pueblos y sociedades cuyas normas de convivencia, en general, abandonaron las pautas indicadas por el Sagrado Corán y la Sunna de nuestro amado Profeta Muhammad. El verdadero islam es el gran favorecedor de los derechos e igualdad de las mujeres. Estos derechos constituyeron algo realmente revolucionario y avanzado en el siglo VII.
"Se piensa que el islam es por naturaleza patriarcal, contrario a las mujeres, es misógino y tiene unos comportamientos hacia las mujeres de discriminación y ubicación del espacio privado, rechazo de la presencia en el ámbito público, en el terreno de la ciencia, de los saberes… pero son en buena medida estereotipos construidos en Occidente por diferentes cauces y medios: el cine, la narrativa, el pensamiento, el ensayo… desde siglos atrás". El islam "no es una religión machista ni patriarcal. Haciendo una hermenéutica feminista del Corán y la Sunna se puede descubrir que es un instrumento de liberación de las mujeres".
No se puede hablar de un único modelo de mujer dentro del islam, tal y como sucede en otras creencias. "Al igual que no se puede identificar a todas las mujeres musulmanas conforme a una especie de retrato robot, tampoco se puede uniformar el feminismo dentro del mundo árabe musulmán", hay un perfil muy diferenciado "porque todos los estereotipos y las concepciones esquemáticas de la mujer en el mundo musulmán se desmontan cuando se visitan los países árabes de mayoría islámica, donde se ve claramente que hay mujeres veladas, no veladas, creyentes, laicas, amas de casa, políticas, mujeres que se manifiestan, protagonizan las grandes concentraciones… y sobre todo lideran el campo de las redes sociales.
Hay una alianza entre los fundamentalismos, el capitalismo, el patriarcado y el colonialismo: Los cuatro sistemas de dominación convergen en esa necesidad de que la mujer sea marginada, discriminada, excluida, victimizada, demonizada, porque de esa manera se refuerza aún más ese modelo colonial, patriarcal, capitalista occidental". Además "se produce esa alianza tan fuerte entre el patriarcado político y el patriarcado religioso, de forma que el religioso prolonga, legitima, refuerza aún más al patriarcado político eso dentro de un sistema múltiple de dominación".
Feliz Día Internacional de la Mujer