Se le llama cultura financiera al conjunto de conocimientos y actitudes que las personas tienen sobre el dinero y sus productos y servicios. Una buena cultura financiera es importante para tomar decisiones económicas acertadas y evitar riesgos. En la Ciudad Autónoma de Melilla muchos son los ciudadanos que creen que falta educación financiera en la sociedad. Afectados por la la inflación y el encarecimiento de la luz, el gas y los productos básicos, los ciudadanos de a pie afirman que cada vez es más complicado lograr un ahorro económico.
Según una encuesta realizada por Funcas, un centro de análisis, -un think tank- dedicado a la investigación económica y social y a su divulgación, promoviendo la interacción entre la esfera académica y la economía real, y con motivo del Día de la Educación Financiera dictamina que el 36% de los españoles entre 18 y 64 años admite no saber lo necesario para tomar decisiones financieras adecuadas.
Muchos de ellos explican que “el tema es muy complicado” mientras que también hacen especial mención a la falta de tiempo o de interés. Además, el 95% está “totalmente o bastante de acuerdo” con que todos deberíamos aprender a ahorrar desde pequeños.
El prejuicio de complejidad se da incluso entre los ciudadanos más formados. El reconocimiento de insuficientes competencias financieras está tan extendido entre quienes han completado estudios universitarios como entre quienes han alcanzado como máximo la educación obligatoria; y los más formados también identifican la complejidad de los temas financieros como la principal causa de su desconocimiento, si bien en menor proporción que los menos formados.
Si el nivel de formación no marca diferencias significativas entre los encuestados, el sexo y la edad, sí.
Una de cada dos mujeres menores de 40 años (49%) admite insuficiencia de conocimientos financieros, porcentaje que supera claramente al de los hombres del mismo grupo de edad (36%). Además de reconocer más que ellos la carencia de conocimientos necesarios para adoptar buenas decisiones económicas, las que lo hacen la justifican más frecuentemente por la dificultad de estas cuestiones (71%).
Estos datos ofrecen una pista para entender por qué la oferta de educación financiera que se ha desplegado en los últimos años no ha provocado –hasta donde la evidencia disponible permite discernir– una mejora ostensible de la cultura financiera de la sociedad española.
La limitada eficacia puede deberse a dos fenómenos: por un lado, la mayoría de la población cree tener suficientes conocimientos para tomar buenas decisiones financieras (así lo declara el 64% de los encuestados); y, por otro, a la minoría significativa que reconoce carecer de tales conocimientos (36%) le desanima la intuida complejidad de la materia. En los dos casos, se estaría renunciando a mejorar la propia cultura financiera mediante la búsqueda de información o la participación en iniciativas de educación financiera.
Desde la propia entidad de CaixaBank instalada en la ciudad de Melilla ofrecen una serie de formación adaptados a todo tipo de públicos desde programas aulas, charlas y talleres de voluntariado o cursos presenciales de gestión de negocios.
En el Programa Aula se exhibe una formación sobre economía y finanzas dirigidas a ciudadanos accionistas de la entidad.
Asimismo, la entidad bancaria ofrece contenido divulgativo y de concienciación que conecta conceptos financieros como ahorro, inversión o aseguramientos con historias vitales de personas reconocidas en nuestra sociedad.
Los más jóvenes melillenses pueden encontrar desde la App de CaixaBank o en las propias redes sociales videos difundidos con la intención de apoyar al público joven en sus conocimientos sobre conceptos financieros.
En CaixaBank están comprometidos con la mejora de la cultura financiera de sus clientes y accionistas y, en general, de toda la sociedad melillense, incluyendo a los colectivos más vulnerables.
A través del Plan de Cultura financiera ponen en marcha iniciativas de educación financiera destinadas a todo tipo de públicos con el fin de promover una toma de decisiones informada. El objetivo es claro: “queremos apoyar la formación de diferentes colectivos a través de cursos, conferencias y talleres, y motivar a la población a desarrollar su cultura financiera, concienciando sobre su importancia”, explican.
El Faro ha salido a la calle a preguntar a los ciudadanos melillenses sobre si creen que ellos mismos tienen la cultura financiera suficiente para saber ahorrar, invertir o hacer frente a sus propias deudas.
A su edad y experiencia, Fina explica a este medio que ahora “está todo muy caro” desde la entrada de la moneda del euro y poco a poco los precios han ido cambiando y ascendiendo.
“Bueno yo vivo al día día, aunque intento ahorrar un poquito porque nunca se sabe lo que te puede pasar en el día de mañana. Están todos los precios encarecidos y antiguamente si podías tener la posibilidad para poder ahorrar lo suficiente”, explica la vecina melillense.
Recién salida de compras por la avenida Juan Carlos I, una joven ciudadana, Andrea, aclara que se considera una persona con cultura financiera ya que “es importante” porque se necesita mucha más educación porque la gente “tiene desconocimiento del tema”.
“Yo considero que sí tengo cultura financiera , pero se debería aplicar más conocimientos a la población porque la gente tiene mucho desconocimiento. Soy de las que intento ahorrar cada mes un poco, me pongo unos límites de ahorro económico para al final conseguir alguna meta”, subraya la ciudadana.
Miguel es de los vecinos de la ciudad que considera que se debería enseñar educación financiera en las escuelas melillenses.
“Yo no consigo ahorrar nada, y creo que en las escuelas se debería enseñar a los más pequeños sobre cultura financiera para que empiecen a valorar y saber administrar el dinero”, aclaró Miguel.
Otra joven melillense considera, Esther, que sí tiene una cultura financiera afianzada porque ya es independiente y está “concienciada sobre el ahorro económico para el futuro”. De la misma manera, ya tiene pensado que sus próximas inversiones las dedicará a las monedas digitales como el ya sonado BitCoin.
“Estoy aprendiendo a ahorrar un poquito de mi salario porque es muy importante para poder comprarme una casa para el día de mañana. Ahora que estoy independizada valoro mucho más el dinero y me conciencio que no puedo estar viviendo al día. Para el día de mañana tengo pensado invertir en BitCoins porque es algo que está de moda y todo el mundo invierte en ello”, hizo hincapié la melillense.
Reiterado en la falta de cultura y educación financiera, cada vez más, Luis intenta “informarse sobre esa cultura financiera” para descubrir “cómo funciona la vida económica real”, con el objetivo de “ahorrar un poco”.
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