Los editores de El Faro, Rafael Montero; de Melilla Hoy, Enrique Bohórquez; y de El Pueblo de Ceuta, José Antonio Muñoz, han departido este martes sobre la actualidad de ambas ciudades autónomas, y muy particularmente de lo que se refiere a Melilla, en el programa radiofónico La Rueda de Melilla Hoy Premium.
Durante la extensa charla, que ha durado más de una hora, se han podido tocar varios asuntos, comenzando por la empresa creada por los tres medios, Prenceme (Prensa de Ceuta y de Melilla) para “vender”, explica Bohórquez, ambas ciudades autónomas. Y es que, tal como ha afirmado Montero, es “difícil” que lo que ocurre con la prensa en ambas localidades suceda en otras ciudades, hasta el punto de que los periódicos están teniendo que hacer “un esfuerzo titánico” teniendo en cuenta la crisis económica, primero, y el coronavirus y el cierre de la frontera más tarde.
“La única prensa ‘online’ gratuita, que defiende la españolidad de las ciudades, su economía y las relaciones con Marruecos”, ha defendido Montero, quien ha resaltado que un tanto por ciento elevado de lectores son de ese país.
Además, según ha contado el editor de El Faro, hay que luchar contra el intento de “control de los medios” que buscan los políticos, ya que, al fin y al cabo, los medios de comunicación se deben “a sus lectores y a la defensa de los intereses de la ciudadanía”.
Por todos estos motivos, ha subrayado, se creó Prenceme.
Muñoz ha terciado para hablar de proteger a los empleados y unificar criterios, ante las continuas quejas de los políticos, para defender los intereses de Melilla y Ceuta, más allá de que se trate de empresas distintas. Como los políticos, ha afirmado, piden cosas que no se pueden conceder, lo mejor es fortalecer esa unión entre medios.
Por su parte, Rafael Montero, editor de El Faro, cree firmemente que “hay que mantener la independencia respecto a la clase política” y, en este sentido, ha descartado que el Gobierno local subvencione a los medios de comunicación, sino que tan sólo se trata un dinero que la Administración tiene la “obligación” de gastar en publicidad. Y, pese a que se pueda pensar que es mucho dinero, Montero ha indicado que, en realidad, es “insignificante” teniendo en cuenta que en ellos la gente trabaja 363 días al año. En Melilla, ha detallado, ese gasto es de dos millones para repartir entre todos los medios de comunicación, muy por debajo de los 151 que, según ha dicho, destina el Gobierno central para el conjunto del país. Además, y pese a no estar en contra de la televisión pública, Montero ha recordado que recibe en Melilla el doble que el resto de medios de Melilla, es decir, cuatro millones.
Además, ha incidido en que los periódicos se deben a sus lectores –en este caso, ha repetido, muchos de ellos marroquíes- y ha remarcado la importancia de mentalizar de la situación particular que se da en las ciudades autónomas a nivel nacional, razón por la cual se están manteniendo reuniones con representantes del Gobierno central.
Todo ello –ha explicado- "para que sepan que existimos y para informar con independencia”.
“No estamos con PP, CpM, Vox ni nadie, sino que nos debemos a nuestros lectores, que son millones en todo el mundo”, ha abundado el editor de El Faro, para quien el motivo de ello reside en que Melilla es “una zona caliente”, con los saltos a la valla o las relaciones con Marruecos, asuntos que pueden interesar también fuera de las ciudades autónomas.
Lo ha vuelto a explicar con una expresión gráfica: “Aquí cada político tira para su lado, pero no podemos subirnos a la acera de la izquierda ni a la de la derecha, sino que tenemos que ir por la calzada”.
En este punto, Bohórquez ha defendido la creación de una Comunidad Autónoma para ambas ciudades, algo que Muñoz ve “lejano”, porque ninguna de las dos lo ha tratado y porque, aunque se pueda influir, al final depende de los políticos locales. “Y del Gobierno central”, ha matizado Bohórquez, antes de que Montero haya apuntado que lo considera “una idea positiva”, ya que actualmente ambas ciudades no son sino “ayuntamientos con rango de autonomía”.
El problema, según Bohórquez, es que el Gobierno central “no se atrevería” por si ello contrariara a Marruecos, por lo que habría que empezarlo desde Melilla y desde Ceuta. Otro problema, ha añadido Montero, es que entre las dos, con 190.000 habitantes, no tienen el peso económico de las empresas que hacen negocio con Marruecos.
“Marruecos quiere Melilla y Ceuta”, ha intervenido Bohórquez, ante lo que Montero cree que “está en su derecho, como es el nuestro negarlo”. En este aspecto, lo que hay que hacer, en opinión del editor de El Faro, es pedir al Gobierno la defensa de la españolidad de las dos ciudades autónomas y recursos económicos para ellas.
El editor de El Faro no cree que el Plan Estratégico sea la solución. Por el contrario, lo que hay que exigirle –ha apuntado- es “estabilidad, economía y seguridad jurídica”.
Uno de los puntos fuertes de las dos ciudades son sus ventajas fiscales, algo que Muñoz cree que es preciso actualizar para atraer empresas. Montero no considera que se trate de una ventaja respecto al resto del Estado, ya que, por ejemplo, Navarra y el País Vasco también las tienen. Tampoco que sea una condición de ventaja la subvención a los transportes, ya que, mismamente, la autovías y autopistas son pagadas también por los ciudadanos de Melilla y Ceuta pese a que éstos no las vayan a utilizar tanto.
En cualquier caso, ha proseguido, lo que hace falta es “voluntad política”, algo que no se tiene, ha recalcado, por “miedo” a lo que pueda pasar con las relaciones con Marruecos.
Muñoz, editor de El Pueblo de Ceuta, se ha mostrado de acuerdo, ya que, pese a que “no se puede poner en duda la españolidad de las ciudades”, la reivindicación marroquí sobre ellas siempre ha existido y ningún Gobierno ha intentado nunca convertirlas en comunidad autónoma. Es lo mismo que pasa, ha comentado, con la aduana, que cree que no va a abrirse “porque Marruecos no quiere” y el Gobierno no hace nada por no incomodarlo. Como ha dicho Bohórquez, “no se puede llegar a un acuerdo sobre ello con quien no reconoce la frontera”.
Efectivamente, según Montero, no puede haber aduana porque Marruecos no lo va a consentir en lo que considera sus territorios, por lo que ha previsto que, si la hay, será “limitada”, por lo que ha sugerido a ambos Gobiernos autonómicos que se pongan de acuerdo para llevar la creación de un único estatuto de autonomía para ambas ciudades a Madrid como mejor manera de dejar patente a Marruecos la españolidad de Melilla y de Ceuta.
Para Muñoz, incluso, en este asunto debería intervenir la Unión Europea (UE). Lo que pasa, ha indicado, nuevamente, es que también ella tiene intereses con Marruecos, lo que puede marcar el futuro de las ciudades.
Si se comparan las dos ciudades autónomas, Montero considera que el dinero inyectado por la UE “se ve en las calles de Ceuta”, no así en Melilla, salvo que estemos hablando de altos cargos.
Entre otros episodios, el editor de El Faro se ha referido al lavado de coches en la Plaza de España, una imagen propia de otros lugares que en Ceuta no se esperaría, ya que allí sí se ha visto reflejado el dinero de los programas de la UE. En Melilla no ha visto este cambio.
Muñoz, quien estuvo aquí hace 12 años, sí lo ha visto, pero a “peor”. Y, en efecto, según Montero, la desaladora de Ceuta funciona mejor y el Campus está más desarrollado, por poner dos ejemplos.
Por su parte, Bohórquez considera que, en realidad, la economía de Melilla ha sido “un desastre” con todos los Gobiernos que ha habido.
Para mejorar esto, el editor de El Faro ha propuesto “un cambio de mentalidad” total para aprovechar, sin ir más lejos, que Melilla dispone de mejores comunicaciones, pese a lo cual el número de empresas es menor. Algo falla cuando se tardan nueve meses en hacer una modificación en un cuarto de baño por trámites administrativos.
Puede ser, según Bohórquez, la “burrocracia” que habita en Melilla, la ciudad en la que a Montero le sorprende que, con este sistema burocrático con tantos altos cargos, hasta las diez de la mañana nadie trabaja. Muñoz ha apuntado que también hay que tener en cuenta los requisitos que se piden a los funcionarios, a quienes ha solicitado que se den, en cambio, facilidades.
Montero ha expresado también su preocupación por la “división” existente en la ciudad entre partidarios de PP y CpM, “algo personal entre Imbroda y Aberchán” aunque hace tiempo estuvieran gobernando juntos. “Se trata de Imbroda y Aberchán, no de PP y CpM”, ha insistido, antes de apuntar que la elección de Eduardo de Castro como presidente, “el menos votado”, no fue normal.
Para Montero, “en esta legislatura se han perdido cuatro años y la sociedad no puede avanzar así”, con continuas riñas entre los partidos del Gobierno local, lo cual no da estabilidad y puede ser, en su opinión, uno de los motivos por los que la gente se esté marchando.
Según Bohórquez, se trata de una situación “lamentable y triste”, por lo que ha instado a, entre todos, construir una Melilla desde la base hasta la cúspide. “Con una mentalidad diferente, porque Melilla tiene muchas posibilidades”, ha añadido Montero. “Depende de nosotros”, ha admitido Bohórquez, y el editor de El Faro ha concluido que, con la creación de Prenceme, “ya se ha dado el primer paso”.
El presidente provincial de Vox Melilla, José Miguel Tasende, ha pedido explicaciones este sábado al…
Durante los días 21 y 22 de noviembre se ha desarrollado en la Escuela Superior…
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) manifiesta su preocupación ante la reciente polémica generada…
El Sindicato de Enfermería, Satse, en Melilla ha dado un paso histórico en la estandarización…
Clece, empresa líder en la prestación de servicios integrales, anuncia con gran emoción la jubilación…
La festividad de Santa Cecilia, patrona de la música, ha tenido como protagonistas a los…