Molina: “Si tuviera vergüenza deportiva, se iría de la FMF”

El expresidente de la Unión Deportiva Melilla se da por “satisfecho” con la sentencia que condena a Diego Martínez y anuncia que no recurrirá si el presidente de la FMF gana el recurso que ya ha anunciado.

El expresidente de la Unión Deportiva Melilla Francisco Molina afirmó ayer, tras conocer el fallo de la sentencia contra el presidente de la Federación Melillense de Fútbol (FMF), Diego Martínez, que “si tuviera vergüenza deportiva se tendría que marchar. Antes de que el recurso sea favorable o desestimado, él debe apartarse de la FMF”, aseveró.
Sin embargo, Molina dijo sentirse “muy satisfecho” por la sentencia, aunque matizó que le hubiera gustado más si en lugar de un año de prisión, hubiera sido condenado a dos, “que era lo que pedía el fiscal”. Sin embargo, y pese a este matiz, mostró su alegría por el fallo “porque es lo que yo esperaba, aunque haya tardado en dictarse”.
Martínez fue condenado el pasado día 26 de enero por el Juzgado de lo Penal nº 2 “como  autor criminalmente responsable de un delito de apropiación indebida” a un año de prisión, inhabilitación para el ejercicio de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y al pago de las costas procesales.
En declaraciones a El Faro, Molina afirmó que se alegraba porque Martínez no tuviera que ir a la cárcel. “Sinceramente me alegro, apuntó, porque no me gusta hacerle daño a nadie, pero se ha celebrado un juicio, ha salido la sentencia, y aquí, que cada patrón aguante su vela”, subrayó.
“Me doy por satisfecho porque yo lo que quería era que le dieran un escarmiento, que la prepotencia que este hombre gasta que se la quite, que sea humano y reconozca los errores, porque todo el mundo nos equivocamos y este hombre parece que es un santo, que nunca se equivoca y que todo lo hace bien”, afirmó Francisco Molina.
Además, para el ex presidente de la UD Melilla, la sentencia demuestra lo que él en su día ya había denunciado, “que Martínez estaba totalmente equivocado pensando que tomando esa decisión le hacía daño al presidente de la UD Melilla, en este caso yo y a su Junta Directiva”. Según dijo Molina, “a quien realmente estaba haciendo daño era al equipo y, por su puesto, a la afición, a los socios y a los abonados, nunca a su presidente y a su Junta”.
En esta línea, el ex presidente del equipo azulino dijo que intentó en numerosas ocasiones mediar para tratar de solventar esta asunto antes de llevarlo ante los tribunales, bien directamente hablando con el presidente de la Federación Melillense, bien a través del entonces consejero de Deporte, Francisco Robles, quien, según relató Molina, “dijo que había hecho todo lo medianamente posible para mediar, pero que Martínez no le hacía caso y que ésa era su decisión y que no podía volver a atrás”.
Así, recordó los hechos que dieron pie a la presentación de esta denuncia, hace tres años, en el 2009, que según relató, se inician cuando el presidente de la Federación “se quedó con un dinero que nos envió la Real Federación de Fútbol por nuestra participación en la Copa del Rey, y cuya cantidad nosotros conocíamos. Habíamos hecho ya nuestros cálculos de gasto, como el IRPF, la declaración de la renta o pagar facturas pequeñitas, que tuvieron que ser pagadas con dinero del presidente, es decir yo, que lo tenía que sacar de mi negocio, y eso no es que sea un delito, pero lo tenía que declarar y luego pagar los correspondientes intereses a mi empresa del dinero que yo le dejaba a la UD Melilla, lo que evidentemente me perjudicaba a mí”.
Para Molina, la decisión que tomó en su día era la acertada, “como demuestra la sentencia” e insistió en que estaba muy “satisfecho del paso que en su día di, aunque yo ya no sea presidente de la UD Melilla”.
Actuaciones lamentables

El expresidente de la UD Melilla lamentó algunas de las actuaciones que desde su punto de vista ha tomado el presidente de la Federación Melillense y que “han perjudicado al equipo”. Así, por ejemplo, recordó “el show que montó este mismo señor” cuando vino a jugar a Melilla la Selección Española. Molina relató que intentó comprar el primer día que salían a la venta una entrada de Tribuna, pero ya estaban agotadas; algo que desde el punto de vista de Molina era inaudito y que supuso entonces la intervención de las autoridades locales, en concreto del presidente de la Ciudad y del consejero de Deporte.
Molina acusa a Martínez de creerse “el dueño y señor de todo lo que rodea al fútbol y está totalmente equivocado”.
En esta línea, recordó que la UD Melilla, durante los siete años que él la dirigió, “sufrió mucho. No nos dejaba ascender a ningún equipo, buscaba cualquier achaque para quitarnos puntos. Siempre estaba en contra de la UD Melilla”.
Para Molina, el papel de un presidente de una federación regional es “el de ayudar a los equipos locales sobre la Federación Española de Fútbol, pero éste –en referencia a Diego Martínez–, es todo lo contrario, lo que hacía era machacar a la UD Melilla”, comentó.
Por último, respecto a qué esperaba del recurso contra la sentencia que, según informó a este medio Diego Martínez, “ya está presentado”, Molina indicó que, al margen de que le sea favorable o no, “en esta sentencia, que yo me he leído enterita, él es culpable de todo. Así lo ha dicho el juez e incluso las personas que él llevó como testigos, caso de José María Castillón Casanova, que creo que es el tesorero de la Real Federación Española, quien declaró la verdad y ésta favorecía a la UD Melilla”.
Pero además, y en caso de que este recurso lo ganara el ahora condenado, Molina aseveró que ya “abandonaba. Ya no seguiría con este asunto. A mí lo que me vale es esta primera sentencia, que la hemos ganado aquí en Melilla. Si gana él recurso, pues ha ganado, pero esto –señalando la sentencia–, pesa mucho y no se lo quita nadie. Pierda o gane no voy a recurrir más”, sentenció.

Como un aficionado más

Por último, y ante la pregunta de si tenía intención de volver a la Presidencia de la UD Melilla o a ocupar algún puesto en la Directiva, Molina respondió que esa posibilidad no la contempla y que se encontraba muy bien como primer socio de la clase vip. “Después de siete años de presidente, de entre 20 y 25 en el cargo de vicepresidente primero con Francisco López Rodríguez, luego con Diego Bernal y por último con Francisco Benítez, al final he tenido que salir por la puerta de atrás porque me han obligado a presentar la dimisión aunque me quedaban tres años de mandato. Ahora no voy a decir los motivo, porque no soy capaz de decirlos, aunque algún día lo contaré”.