Un millar de migrantes entra por la valla de Melilla y Ceuta, una récord a la baja

• Frontex afirma que crece un 46% el número de personas que llega por el Mediterráneo occidental

Las llegadas de inmigrantes a la Unión Europea (UE) por la ruta del Mediterráneo occidental se dispararon en 2016, superando las 10.200, un 46% más que el año anterior, según datos difundidos ayer por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).

El texto explica que a través de las vallas de Melilla y Ceuta llegaron el año pasado mil inmigrantes, una cifra que supone un récord a la baja, pese a que el pasado diciembre cerca de 400 subsaharianos lograron acceder de golpe a la ciudad caballa en un salto masivo.

El director de Frontex, Fabrice Leggeri, explicó que los flujos en el Mediterráneo occidental son “limitados” y están “bajo control”, ya que la cifra total se sitúa en torno al 2 o al 3% de las llegadas a territorio comunitario, pese a este incremento que se registra.

La situación del Mediterráneo occidental contrasta con la de la ruta de los Balcanes, donde el número de inmigrantes cayó un 83% en un año, hasta las 130.200 personas, añade el informe.

En la ruta del Mediterráneo occidental, que se dirige sobre todo a España, los inmigrantes procedían en particular de Nigeria, Eritrea y Guinea, lo que revela la “creciente presión de inmigración irregular” desde África hacia la UE. Sin embargo, hubo un alto número de detenciones de inmigrantes (8.000) que trataban de entrar por el mar procedentes en su mayoría de Marruecos y Argelia, a través del estrecho de Gibraltar.

En la mayor parte de casos, el trayecto en esa ruta se hace en lanchas de caucho, “un modus operandi peligroso, especialmente cuando las condiciones climáticas son desfavorables”, indica.

En todo 2016 se produjeron medio millón de accesos irregulares a la UE, según la agencia, que destaca la importante caída, en comparación con los 1,8 millones del año anterior. Sin embargo, la cifra aún es alta si se compara con las llegadas de 2010 (104.000) y de 2014 (282.000).

Frontex estima que del medio millón de inmigrantes llegados a la UE, 382.000 procedían de Oriente Medio, África y Asia.

La mayoría de ellos entró vía Italia y Grecia, que en total registraron 180.000 llegadas. En Grecia la mayor parte de los inmigrantes llegó entre enero y marzo.

El acuerdo entre la Unión y Turquía que entró en vigor el 18 de marzo del pasado año permitió la readmisión de inmigrantes por parte de Ankara.

Italia, por su parte, registró una subida del 17% en las llegadas frente al año anterior.

Por cuarto año consecutivo, quienes reivindicaron tener nacionalidad siria representaron el mayor porcentaje de los inmigrantes interceptados (17% del total).

Por otra parte, el número de regresos de ciudadanos no europeos a sus países de origen alcanzó los 176.000 en 2016, en línea con el año precedente, lo que Frontex explica por las dificultades por parte de las autoridades para obtener documentos de viaje para los retornados. En 2016, Frontex coordinó la vuelta de 10.700 ciudadanos no europeos a través de 232 vuelos, frente al año anterior, cuando ayudó al retorno de 3.565 extranjeros en 66 vuelos.