Miles de melillenses acudieron ayer desde primera hora de la mañana al nuevo centro comercial. Según la empresa, fueron 16.500 los que pasaron por las instalaciones. Los ciudadanos llevaban años esperando que este proyecto fuera una realidad y no quisieron perder ni un momento para acercarse a conocer de cerca lo que las autoridades locales ya habían podido ver con sus propios ojos en la jornada anterior. Más de 35.000 metros cuadrados, decenas de tiendas y 1.350 aparcamientos para que ya no haya excusas para marcharse a comprar fuera de la península.
Algunos de los establecimientos aprovecharon esta jornada de arranque para ofrecer descuentos, regalos y promociones. Era el caso de Worten que regaló cheques de hasta 1.000 euros a las primeras cien personas que entraron en las instalaciones. Desde las seis de la mañana había personas esperando en la puerta para tratar de ser los afortunados.
Ni la lluvia, ni el hecho de que fuera día laborable impidió que los ciudadanos salieran de casa con ganas de ver la espectacular transformación que ha experimentado en solo unos meses la antigua explanada de Valenzuela. A muchos les parecía mentira que en tan poco tiempo un espacio prácticamente abandonado se hubiera convertido en una zona de ocio y comercio comparable a cualquier espacio de este tipo de la península.
“Hacía falta. Siempre buscábamos las cosas fuera y ahora no es necesario”, aseguraba Nuria en declaraciones a El Faro. Algo parecido opinaba David, que aunque no es melillense, lleva cuatro años viviendo en nuestra ciudad y entendía que se necesitaba un espacio de estas características, aunque señaló que tal vez debería haber abierto antes.
Salva, universitario, aseguró que Melilla se parece ahora más a la península gracias a este centro comercial. “Acabo de entrar, pero me está sorprendiendo. Me gusta”, aseveró. “Era lo que nos faltaba”, apuntó José Carlos, aunque lamentó que tal vez pueda perjudicar a los pequeños comerciantes. De cara a la Navidad a muchos les parece una buena noticia. “Antes ya sabía que teníamos que viajar. Ahora tenemos esto y es una satisfacción”, apuntó.
Patricia también considera que se necesitaba más oferta. Gabriel también se mostró contento con este nuevo espacio, aunque señaló que aún quedan cosas por hacer. “Es un paso importante para la ciudad pero hay que esperar para ver qué público viene y cómo funciona el tema de la seguridad”, aseveró el joven.
En definitiva, muchos ciudadanos contentos con un nuevo espacio, que aún ampliará más sus opciones en los próximos meses cuando terminen de abrir algunos de los locales que todavía no están instalados.
Lo único que empañó un poco la apertura del centro comercial fueron las goteras. Después de meses sin lluvia, los chubascos fueron un mal compañero de viaje en la puesta en marcha de este nuevo espacio tan esperado por los ciudadanos. Alguna de las tiendas que se presentaban ayer a los melillenses se vieron obligadas a retrasar un poco su horario de apertura por algunos problemas técnicos. No obstante, finalmente pudieron subsanarse los inconvenientes iniciales y la jornada se desarrolló con tranquilidad.
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