Imagen: Cedida.
El viernes pasado, el vicepresidente primero del Gobierno de la Ciudad, Miguel Marín, acudía a Santander, en calidad de presidente accidental de la Ciudad Autónoma, a la Conferencia de Presidentes que se celebró en la capital cántabra.
Dicho encuentro entre el presidente del Gobierno central, cada uno de las comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tenía como objetivo trasladar al presidente Pedro Sánchez las preocupaciones de cada territorio en materia migratoria, de financiación autonómica, vivienda y sanidad. Sin embargo, lejos de ser una reunión productiva, ésta estuvo envuelta de polémica.
La Conferencia de Presidentes tuvo lugar en el excepcional entorno del Palacio de La Magdalena a modo de fin de curso. Como en otras ocasiones, esta mini cumbre no ha sido especialmente fructífera, ni política ni administrativamente, al no adoptarse acuerdos, pese a la importancia de los incluidos en la agenda, tales como la financiación autonómica, el problema de la vivienda, la emigración y la sanidad.
Aunque este encuentro está concebido con carácter anual lo cierto es que hacía tres años que ésta no se convocaba y, a tenor de las declaraciones del vicepresidente Marín , as conclusiones extraídas tras esta reunión no fueron ni mucho menos positivas. Es más, Marín calificó la Conferencia de Presidentes como “inédita”.
El motivo del enfado radica en que “es la primera vez que se celebra una conferencia, en la que a todos los asistentes se nos entrega una carpeta con folios en blanco sin un solo documento. Lo normal es que se hayan estudiado los informes elaborados por los consejeros de Presidencia y se trabaje sobre el papel para intentar llegar a acuerdos”.
El enfado de Marín era más que evidente, ya que considera “esperpéntico que un presidente del Gobierno le falte al respeto de esta manera al conjunto de los presidentes, anunciando medidas tras la reunión de las que no sabíamos nada y de las que no nos aportó ni un documento”.
Para el vicepresidente primero, Sánchez se dedicó a “cumplir una obligación que llevaba incumpliendo tres años, obligado por la insistencia de los presidentes autonómicos, ya que alguno de ellos, incluso, tuvo que recurrir a la vía judicial para forzar el encuentro. Sánchez salió del paso de la peor manera posible”.
Respecto a la actitud de Sánchez con alguno de los presidentes autonómicos, Marín utilizo dos términos para referirse a la misma: “maleducado por sus formas y narcisista de manual”.
Para Miguel Marín el “PSOE se ha convertido en una secta en vez de un partido político. Aquel que debate lo más mínimo sobre la directriz política de Sánchez es eliminado fulminado directamente sin ningún tipo de complejo. A mí, las siglas del PSOE me merecen un respeto, pero lo que hoy tenemos no es el Partido Socialista, es el partido sanchista”.
Recordemos que Miguel Marín acudió en calidad de presidente accidental de la Ciudad Autónoma, sin embargo en el momento de su exposición de 10 minutos reglamentarios, al transcurrir 20 segundos sobre el tiempo estipulado, el presidente Sánchez intentó “cortar” a Marín, echándole en cara que no era presidente de la Ciudad. En ese momento, Marín prefirió no “caer en la provocación” y seguir con su exposición, ya que insiste en que “yo acudí como representante de Melilla y de los melillenses no como Miguel Marín”.
Este gesto también se hizo extensivo a otros presidentes del PP y del PSOE como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Precisamente, el momento en el que el presidente del Gobierno, en palabras de Marín, quiso cortar el micrófono del presidente accidental fue cuando se estaba hablando sobre sanidad lo que pone de relieve que a Sánchez “la sanidad en Melilla le importa cero. Tuve la oportunidad de decirle a la cara que desde que él es presidente del Gobierno, la sanidad en Melilla va a peor y creo que esa fue una de las razones por las que quiso cortar mi intervención, ya que dejé en evidencia lo que él exige a las comunidades autónomas mayor y mejor calidad en la asistencia sanitaria cuando su gestión en Melilla es todo lo contrario”.
La segunda de las valoraciones sobre su forma de actuar es la falta de “respeto a Melilla y a los melillenses porque es un desprecio a nuestra ciudad y a los melillenses, queriéndonos tratar como ciudadanos de segunda y eso es inadmisible”.
La tercera de las consideraciones expresadas por Miguel Marín es que “con su forma de actuar, Pedro Sánchez demostró que es un cobarde con mayúsculas porque a nosotros nos corta cuando nos sobrepasamos 20 segundos de los 10 minutos reglamentarios, pero al lehendakari le permitió intervenir 5 minutos más de lo fijado”.
“Cuando después de pasar 20 segundos me quita la palabra y le pido el mismo tiempo que al resto de presidentes autonómicos me responde que "no eres ni siquiera presidente". No caí en esa provocación, pero debo confesar que estuve a punto”.
Para Miguel Marín esta reacción es fruto del “nerviosismo permanente del presidente Sánchez y de esa inseguridad que demuestra. No hace falta ser analista político para entender que Sánchez está rodeado de presuntos casos de corrupción que afectan directamente a su mujer, su hermano, su amigo íntimo Ábalos y al que custodiaba los votos del Congreso del PSOE, Koldo”.
Las críticas de Miguel Marín no se quedan aquí y reitera que desde que gobierna Pedro Sánchez a Melilla le va muchísimo peor porque “es un presidente débil. Marruecos lo sabe y por eso cerró la aduana comercial. Es un presidente débil con un Gobierno débil. Para el conjunto de España y para Melilla, en particular, es muy necesario que el presidente Feijóo coja las riendas de este país que ahora mismo está a la deriva”.
En este sentido, Marín entiende que “si hubiese tenido un mínimo de decencia habría dejado hace tiempo la presidencia del Gobierno y habría convocado elecciones”.
El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma quiso dejar muy claro que al presidente del Gobierno no le importa ni “Melilla, ni ninguna comunidad autónoma. Sánchez fue a Santander a cubrir el expediente y nada más. Estaba loco por coger el Falcon e irse a Moncloa a descansar”.
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Miguee, Tu intelecto solo te ha dao para sostener folios del reves y decir que estaban en blanco. Pero imagino que como seguías el guión de La Gurtel, vuelves igual de vacío que te fuiste, eso sí comido servido empolvao y con dietas pagadas por el contribuyente. Melilla y el Melillense igual y a peor por vuestro derroche de oportunidades. En vez de trabajar por Melilla y sus ciudadanos que es para lo que os eligieron en urnas, lo único que hacéis es olisquearos el ombligo el uno al otro, enchufar y colocar a vuestros cachorros y allegados.