El consejero de Economía, Comercio, Fomento, Turismo, Innovación Tecnológica y vicepresidente primero de la Ciudad; Miguel Marín, ha llamado a la necesidad de defender un clima de convivencia, respeto y tolerancia para Melilla.
Marín ha hecho referencia a la declaración institucional que Vox Melilla ha anunciado esta mañana en defensa de la convivencia en la ciudad, asegurando que plasmará lo que el presidente Juan José Imbroda lleva diciendo desde que llegó por primera vez a la presidencia, defendiendo la necesidad de que impere un clima de convivencia óptimo para todos.
"Al final se trata de mostrar el ejemplo de Melilla en cuanto a la verdadera posibilidad de convivir entre distintas religiones".
El vicepresidente insistió en que no se podía permitir que unos pocos dinamitaran la convivencia del conjunto de los melillenses. Por tanto, comunicó que el Gobierno local seguirá trabajando por la igualdad de todos, independientemente de la religión que cada persona profese. "Todos somos iguales y todos somos melillenses", afirmó.
En lo relativo a la reunión que mantuvo esta semana en Marruecos el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el vicepresidente dijo mostrarse sorprendido por la respuesta de la formación política Coalición por Melilla (CpM) a dicho encuentro, tras haber calificado esta formación de "positiva" dicha cumbre.
Marín recordó las palabras del presidente Imbroda, sosteniendo que Marruecos "está tomando el pelo a Melilla", tras llevar más de cinco años la aduana comercial clausurada. Además, manifestó que el ministro Albares también estaba tomando el pelo a los melillenses, con unas declaraciones que tildó de "insultantes para nuestra ciudad".
El vicepresidente primero aseguró que no hay visos que la aduana vaya a abrir próximamente, además de denunciar que, por otro lado, el régimen de viajeros no se está cumpliendo, "pese a no tener nada que ver con la aduana".
Marín lamentó el hecho de que los productos de Marruecos puedan entrar en Melilla, pero no así los de nuestra ciudad al país vecino, "con el consiguiente agravio y el perjuicio a los intereses económicos de Melilla en general y a los autónomos y pequeños empresarios en particular".
En definitiva, Marín dijo compartir la opinión del presidente Imbroda, quien siempre ha defendido que la aduana debería abrirse y el régimen de viajeros debía implementarse en igualdad.
"Debemos tener una frontera fluida, tanto para las relaciones comerciales como familiares. Esto es lo que el Partido Popular lleva defendiendo desde hace mucho tiempo".
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