Las luces de las calles y las tiendas ya están decoradas con las luces. Estamos ya en Adviento, tiempo de espera de la Navidad (el día en el que Cristo nació para la redención del mundo). El 25 de diciembre es el día en el que cambió el curso de la historia de la salvación. Para prepararnos a tan grande acontecimiento, El Faro de Melilla conversa con el profesor don Juan Luis Lorda, profesor ordinario de Teología en la Universidad de Navarra y autor de muchos libros sobre moral.
-Las fiestas principales de la Iglesia son la Pascua y la Navidad. La cuaresma nos prepara a la primera y dura cuarenta días, es tiempo de penitencia y reparación. En la Pascua se celebra la resurección del Señor. El Adviento es la preparación al nacimiento del Señor, y recordamos que vendrá al final de los tiempos. Es un periodo para excitar el deseo de encuentro con el Señor. Nos imbuimos en un espíritu de expectación, vigilancia, arrepentimiento y alegría.
-Es tiempo de todo ello. El Adviento es un tiempo de arrepentimiento; esperamos con alegría la venida de Cristo, pero también buscamos el perdón por nuestros pecados para poder estar preparados.
-Este domingo 1 de diciembre comienza remos a vivir el periodo del Adviento. Con el que empieza el año litúrgico, es el periodo de tiempo comprendido entre el cuarto domingo antes de Navidad y el día de Nochebuena.
-En el calendario litúrgico de la Iglesia católica, el primer día del año no es el 1 de enero, sino el primer domingo de Adviento. Según el día de la semana en que cae el día de Navidad, el tiempo de Adviento podría cambiar. El Adviento es el primer tiempo litúrgico del año que comienza cuatro domingos antes de Navidad y termina en Nochebuena.
-Como católicos, creemos que Cristo vendrá de nuevo al final de los tiempos y así lo profesamos en el Credo cada domingo. Hay actualmente muchos países donde los cristianos son perseguidos por profesar su fe, Siria, Turquía, India, Nigeria Sudán. Creer que Jesús vendrá al final de los tiempos nos llena de alegría y nos pone vigilantes y con ánimo de superación (el mal no triunfará).
-Jesús se hizo hombre, fue su primera venida y vendrá al final de los tiempos. Hay también, como dijo San Bernardo, una venida intermedia, que es cuando el Señor está en nuestras vidas. El Adviento desea excitar este deseo de que el Señor esté presente en nuestros corazones y no perdernos en distracciones inútiles. Es bueno repetir interiormente en estos días de preparación a la Navidad: Ven Señor Jesús...
-Adviento significa "venida" y nos prepara para la venida de Jesús, con las lecturas sobre Juan el Bautista, la Iglesia nos prepara para el camino de la segunda venida. Es una exhortación que recuerda que la vida está proyectada hacia un "más allá". San Juan Bautista, precursor de Jesús en su nacimiento, mensaje y muerte.
-El Adviento pone en el primer plano la expectación mesiáncia del nacimiento de Jesús. El Papa Gregorio Magno fijó los cuatro domingos de Adviento que simbolizan los cautro mil años en los que humanidad esperó la venida de el Salvador. El pueblo judío esperaba un libertador (algunos todavía lo siguen esperando) para liberar al pueblo judío de la dominación extranjera.
-En el Antiguo Testamento aparecen varias proclamaciones de este tipo: "Espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: él redimirá a Israel de todos sus pecados".
-Soy consciente de que el periodo navideño pone tristes y melancólicas a muchas personas que tienden a mirar al pasado para darse cuenta de que ahora ya no es como antes. Y se sumergen en la añoranza que les impide disfrutar bien de las fiestas.
-Mi recomendación es que se abran a los demás, que visiten a personas, que hagan actos de servicio por el prójimo. Han de saber que cuando van a la Iglesia no están solos, que la comunidad les acompaña. Cambiar la perspectiva, no regocijarme en mi tristeza, melancolía o soledad sino de acercarme a Jesús, descubrirle vivo en nuestra vida.
-Es es la idea: si descubrimos a Dios, el Amor, nuestra vida mejora. Toda persona lleva en el fonde de sí misma una llamada a Dios, porque estamos hechos para ÉL. La vida cristiana no va de hacer cosas bien para encontrara Dios, sino descubrir a Dios, y la vida cambia.
-Feliz Adviento y feliz Navidad.
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