Las transferencias de turismos y todoterrenos de ocasión en Melilla han caído en un 10,38% en agosto en comparación con el mismo mes de 2020, con 259 unidades vendidas, según datos de las patronales Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores). En el acumulado del año, aumentan en un 8% en la región, con 2.135 transferencias.
A nivel nacional, las ventas de turismos y todoterrenos de ocasión registraron una caída del 13,9% en agosto en comparación con el mismo mes de 2020, aunque se mantuvieron estables con respecto a 2019, situándose en las 143.971 unidades, según datos de las patronales Faconauto (concesionarios) y Ganvam (distribuidores). Con esta evolución, las previsiones apuntan a que el mercado cerrará el año con un crecimiento del 10,5%, con más de dos millones de unidades vendidas, aunque todavía un 4% por debajo del ejercicio 2019.
Los datos de las patronales correspondientes al pasado mes evidencian que por cada vehículo nuevo se vendieron 3 usados, si bien este alto ratio responde, sobre todo, al desplome de las matriculaciones como consecuencia de la falta de stock ante la crisis global de componentes.
En lo que va de año, el mercado de ocasión acumula un total de 1.206.046 unidades vendidas, lo que supone un 20,8% más, aunque todavía un 5% menos que en el mismo periodo de 2019, lo que sitúa el ratio VO/VN en 2,1 a 1 hasta agosto.
En un análisis por tramos de antigüedad, los modelos que mejor se comportaron en agosto fueron los comprendidos entre los 3 y los 8 años que, procedentes del canal importador y de la renovación de flotas corporativas, han sido capaces de responder a la demanda. Así, en un entorno de caída generalizado, los vehículos de entre 5 y 8 años fueron los únicos que marcaron signo positivo en agosto, con una subida del 13,8%, hasta alcanzar las 13.123 unidades. Por su parte, los modelos de entre 3 y 5 años fueron los que menos cayeron, al registrar un descenso del 1,4%, con un total de 17.616 unidades. De hecho, al realizar la comparativa con agosto de 2019, los vehículos de entre 5 y 8 años registran una subida del 28%, mientras que los modelos de entre 3 y 5 años alcanzan un incremento del 25,5%.
En cuanto a los canales, como la falta de oferta ha obligado a recurrir a los mercados exteriores, la importación fue la que menos ventas perdió durante el pasado mes, con un descenso del 10,7% frente a agosto de 2020, pero un 10% por encima de 2019. El canal de renting, por su parte, aunque cayó un 15% con respecto al mismo mes del año pasado, se sitúo un 17% por encima de agosto de 2019.
Respecto a las fuentes de energía, las operaciones con usados diésel cayeron un 16,5% en agosto con respecto al mismo mes del año anterior, aunque siguen representando casi seis de cada diez operaciones. Los de gasolina, por su parte, se contrajeron un 14,7% con respecto a agosto de 2020.
Mercado estancado
Según el director de Comunicación de Faconauto, Raúl Morales, “el mercado de vehículos de ocasión continúa estancado aún así se recupera a un ritmo mayor que el de nuevos y se prevé que cierre el año con un crecimiento del 10,5%. Nos preocupa especialmente que los vehículos de más edad sean el sostén de este mercado copando la mayor parte de las transferencias por ellos debemos hacer especial hincapié en el comprador en las ventajas y la importancia de invertir en vehículos jóvenes”.
Según la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, “agosto registró tres ventas de usados por cada nuevo, pero no tanto porque nuestro mercado de ocasión esté alcanzando el grado de madurez de nuestros vecinos europeos sino porque el de nuevos está hundido como consecuencia, sobre todo, de la crisis global de componentes. Esta falta de stock para atender la demanda de nuevos ha hecho que los modelos procedentes de flotas de renting, bien cuidados y mantenidos, tiren del mercado. No obstante, no podemos perder de vista que siete de cada diez operaciones con vehículos de segunda mano siguen en manos de particulares, con vehículos de más de 10 años como protagonistas, lo que evidencia la necesidad de una estrategia eficaz de achatarramiento que permita mejorar cualitativamente la oferta para evitar el impacto negativo que estas ventas tienen sobre la seguridad vial y la calidad del aire”.