El precio medio del menú escolar del curso 2019-2020 es de cuatro euros al día, un euro más que el año pasado, y con una variación del 33%. Melilla es una de las autonomías donde ha incrementado el precio de la comida en los colegios, al igual que en Canarias, donde ha pasado de costar 3,30 en el curso 2018-2019 a 3,50 euros este año (supone una variación del 6,06%).
Por otro lado, los centros escolares de la Región de Murcia han notado un leve descenso en los precios pasando de 4,30 a 4 euros. Esta es la única comunidad autónoma en el que el menú es más barato este año.
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa) critica la disparidad del precio medio que existe respecto a los comedores escolares, oscilando entre los 3,50 euros por día de Asturias y Canarias y los 6,50 euros por día en Baleares.
“Es inadmisible cómo se alimenta a nuestros hijos en algunos centros”, denunció asimismo la presidenta de Ceapa, Leticia Cardenal, que lamentó también que en Educación Secundaria se "pierda el comedor" cuando muchos chavales dependan de esa comida para alimentarse de “manera digna”.
Ceapa exigió que los alumnos deben tener una alimentación de calidad, donde primen los alimentos frescos, con más pescado y fruta, y menos rebozados y productos lácteos, además de que se debe cocinar en los propios colegios para acabar con las llamadas “líneas frías” que sirven grandes empresas y convierten los comedores en “comederos”.
Más del 80 % de los colegios públicos cuentan con “líneas frías” de comida, es decir, una empresa de cáterin lleva las comidas algunos días a la semana, lo que provoca que los alimentos lleguen al alumno días después de cocinarse, aunque se recalienten después en los colegios.
Otro tema denunciado por las familias de la escuela pública al principio del curso ha sido el peso que portan a su espalda los menores.
Por ello han puesto en marcha, en colaboración con médicos, la campaña #AligeraMiMochila, donde se pone el ejemplo de Hugo, 10 años, estudiante de quinto de Primaria, que carga a su espalda con 7 kilos cuando su peso corporal es de 25 kilos.
La Ceapa ha hecho un "llamamiento a la reflexión" sobre si los libros (sobre los que hay variedad de ayudas, según las comunidades autónomas) son los únicos materiales educativos cuando existe el libro digital, internet, la posibilidad de salir a un museo o a la naturaleza.
“Hay infinidad de recursos”, apuntó Cardenal, quien explicó que muchas Ampas se encargan de limpiar y arreglar las taquillas escolares para que sus hijos dejen allí los libros.
Cardenal argumentó que el tiempo después de clase es para descansar, jugar y estar con las familias y no para hacer tareas escolares, precisamente “las que engordan las mochilas”.
Respecto a los móviles, la Ceapa se mostró en contra de su prohibición y ha apostado por soluciones como que el profesor los recoja y guarde en un cajón al entrar en clase y, sobre todo, por educar en los riesgos que tienen las redes sociales.
Aseveró que este curso es “el día de la marmota” en cuanto a la “incertidumbre política” que se vive y que hace que no se derogue la Lomce, como es el deseo de la Ceapa, y no se defienda una escuela pública de calidad.
“La gratuidad real de la educación sigue siendo una asignatura pendiente y se debe acabar con las cantidades intolerables que deben desembolsar muchas familias”, afirmó
Leticia Cardenal, que recuerda que aún en algunos centros públicos se reclama a los padres el pago del rollo higiénico, fotocopias y otros gastos.