Los melillenses se muestran preocupados por la subida de precios de la gasolina. También lo están las compañías, cuyos trabajadores han notado un descenso de entre el 50 y el 20 por ciento, en las ventas de los carburantes, desde que empezó la pandemia.
José, un trabajador de la estación de servicio Shell, ubicada en la calle general Polavieja número 2, lo tiene claro. “Ahora la gente llena menos. Se ha perdido un cincuenta por ciento de las ventas, llenar el tanque cuesta casi el doble de lo que costaba antes”, afirma preocupado sin saber cuánto tiempo más va a seguir esta subida.
Sus clientes, dice, suelen llenar el tanque normalmente cuando se van a la península, “es lo único que queda ya en Melilla, la gasolina más barata”, afirma este trabajador, y por eso lo llenan, porque “se ahorran bastante”.
Sin embargo, José también explica que no solo llenan el depósito de combustible cuando salen de Melilla; aunque siguen llenando bastante, suelen hacerlo a principio de mes, pero no como antes.
Sobre esta cuestión, Cristina, una conductora, afirma que ella suele llenar una vez al mes, al comienzo, y después va echando poco a poco. “El precio de la gasolina está muy mal. No se está mirando por la economía de quien está pagándolo todo. Entre la luz, la gasolina y la subida de todo, como no suban los sueldos…” se queja esta conductora.
Prácticamente todos los conductores se han quejado de la subida de la gasolina. Pepi, conductora habitual afirma: “El precio de la gasolina asusta muchísimo” y Nicolás, un conductor veterano, considera que “es una estafa generalizada para mantener todo el plantel de políticos ineptos que tenemos en España”.
Además, la mayoría de conductores que atendieron al Faro, explicaron que normalmente suelen llenar el depósito, en vez de ir poco a poco.
Todos ellos coinciden en que más o menos las gasolineras de Melilla suelen tener los mismos precios, por eso prefieren repostar en la de siempre, la de confianza. Hassan, un conductor experto, afirmó que llevaba yendo a la misma gasolinera desde que se sacó el carné.
Otros conductores, aunque no la mayoría, son más flexibles y prefieren repostar en la gasolinera más cercana.
En este sentido; Mohamed, un conductor de unos 28 años, así lo explica: “La verdad es que no busco el mejor precio, porque normalmente suelen tener más o menos todas el mismo”. Además, expone también que no suele llenar el depósito, porque “no me da para tanto”, afirma.
Por otro lado, el cierre de la frontera también se ha notado. José, trabajador de Shell, expone que “como Marruecos está cerrado, antes podías gastar un fin de semana para ir a Marruecos, es la única escapatoria que teníamos, para el que no pueda viajar tanto, y la gente iba los fines de semana, llenaban el tanque y lo consumían; pero ya ni eso”.
Otro trabajador, Samir, en este caso de la estación de servicio BP, que se encuentra en la calle general Polavieja 1, también confirma que “el trabajo ha aflojado mucho, casi la mitad que antes, desde cuando estaba la frontera abierta”.
Samir considera además, que la gente ya no llena el tanque tanto, “antes la gente llegaba y te decía que le llenaras el depósito. Ahora no, vienen y dicen; echa 20”.
Los trabajadores de las distintas gasolineras coinciden en que aún se sigue vendiendo más gasóleo que gasolina. José, expendedor de Shell lo confirma: “La venta de diesel es mayoritaria, pero ahora que hay muchas casas que tienen prohibidas las fabricaciones de diesel se está tirando más de gasolina y electricidad”.
Javier, que trabaja en la gasolinera Cepsa de la Estación Marítima también está de acuerdo, “cada vez se vende más sin plomo, pero todavía le gana el gasoil. Le gana porque nosotros trabajamos con muchas empresas que tienen camiones”.
También se vende más gasoil en BP, según Samir, sigue ganando el diésel, “aunque últimamente todos los coches nuevos prácticamente son de gasolina”.
El precio de la gasolina se alza en 0,065 euros por litro en poco menos de un mes en Melilla, evidenciando la escalada continua en el precio de los carburantes, cuyas tarifas finales para el consumidor son todavía mayores en el resto de España, puesto que en la península la carga de impuestos ronda el 50% del precio final.
Según el Geoportal de gasolineras del ministerio de Industria, Energía y Turismo, el valor máximo en enero pasado en Melilla era de 1,184 euros por litro. En este mes de febrero, los precios se han disparado hasta los 1,249 euros. El diésel, también ha subido hasta los 1,129 euros por litro.
Esta subida significa gastar casi dos euros más que hace un mes en repostar 30 litros de gasolina. El conductor Lahbib, así lo expone: “Antes echaba 20 euros y me daban 20 litros, ahora echo 20 euros y me dan 17 litros”.
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