Qué barbaridad, qué hermosura, así da gusto trabajar, Irene, Pilar. Emanan en el tejido empresarial melillenses empresarias jóvenes que quieren comerse el mundo y pueden porque tienen muchos argumentos: El trato al cliente, el valor de ponerse el mercado por montera, el desparpajo de desafiar a la crisis económica. Tenemos dos ejemplos más qué válidos y demostrativos que son Yamila y María José, empresarias céntricas y especializadas en una gama de productos destinados a los más pequeños, calzado y ropita respectivamente.
A veces el periodista tiene suerte y, en vez de colocarse en un tedioso Salón de Plenos de la Asamblea, le toca visitar a preciosidades como María y José y Yamila, ¡uf qué calor!. Le han echado valor a la vida. Yamila vende zapatos para pequeños, firmas como 'Camper' a un precio más que aceptable. Madre de una hermosa niña, inaugura orgullosa todas las mañanas con la apertura de su establecimiento 'Nube'. Ese título que le dio la pequeña hija de Yamila y le viene que ni pintado a la tienda porque entrar en 'Nube' es subirse al cielo, qué gusto, qué variedad y qué pedazo de empresaria.
María José, esposa de Benaisa, se dedica también a las pequeñas edades en forma de confección de altura -su tienda es 'Pasitos'- y precios de valle bajo. María José es la alegría de la huerta cuando nos pegamos un café en 'Angelita'. Madre de Adam, la empresaria lucha a diario por consolidar su tienda de confecciones infantiles, tarea nada fácil, por cierto. Cada día hay más competencia y la crisis está haciendo mella en los más humildes. Sin embargo, María José tiene valor para esta situación y para coyunturas mucho más difíciles, es -¿cómo diría yo- una 'gladiadora' del siglo XXI, y es guapísima, leche.
Argumentos humorísticos aparte, lo fundamental es que el tejido empresarial melillense crece gracias a ellas, las jóvenes y preciosas empresarias melillenses que se han liado la manta a la cabeza para crear empleo y recursos financieros, claro. No les asusta la competencia de las grandes marcas o las franquicias porque ellas venden gracias al factor humano y la decidida vocación de ganarse la vida intercambiando de forma amable y cercana. Lo han vivido pero no recuerdan aquel no tan pasado tiempo en el que la mujer era poco más que un adorno en casa, menudas son este par de fantásticas emprendedoras.
Es, son, el futuro, rinden homenaje a la creatividad y el buen gusto de la mujer melillense y, para colmo, son amigas de corazón. ¿Es ésto producto de la convivencia de las culturas melillenses, como suele decirse?. No, ésto es el producto de la valía y preparación de la mujer melillenses, de las hijas de esta tierra que tienen arrestos suficientes para abrirse camino en la vida a base de safrificio y elegancia. Guapas, 'sos' quiero.