Como marca la tradición, después del rezo colectivo en la explanada de La Legión se realiza el sacrificio del cordero.
Como otros años, la Ciudad Autónoma dispuso de cuatro carpas para el sacrificio de los animales. El cabeza o jefe de familia es quien realiza el sacrificio, sin embargo, este año, hubo familias que debido a circunstancias personales acudieron al punto de sacrificio para buscar ayuda y seguir con el ritual.
Quienes no pudieron cruzar la frontera, se quedaron en Melilla para la festividad. “Con la mayor felicidad del mundo nosotros pasamos el día”, dijo un hombre que se encontraba en una de las carpas.
En el centro temporal de sacrificio de Tiro Nacional, un hombre sacrificaría el borrego familiar así como algunos de los vecinos. En la cancha deportiva, los miembros de la comunidad iban llegando con los borregos para seguir el ritual.
Nordic, quien llevó el cordero a una de las carpas para sacrificarlo, destacó la celebración familiar. “Es un día para estar unidos, hoy toca el sacrificio y a pasarlo bien”.
Para Faisa, la festividad no se trata solo del sacrificio del cordero, la reunión en casa con la familia también tiene un papel importante en este día.
“Se reúnen todos en casa, se sacrifica el cordero, a los niños pequeños se les da un regalito, se le compra ropa, dulces”, dijo mientras resaltaba la familiaridad con la que estaban todos en la carpa.
Faisa acudió al lugar con sus parientes para hacer el sacrificio y consultar si necesitaban ayuda algunos de los presentes.
En la carpa de Tiro Nacional, después de las 10:00 de la mañana iban llegando familias con los animales, unos lo hacían caminando mientras otros sacaban a los animales de los cebaderos trasladándolos en coche hasta el centro temporal de sacrificio.
Este fue el caso de Abdelkarim, quien llegó en su coche con dos corderos que acababa de buscar en el cebadero. Este día ya lo tenían programado. “Vinimos a sacrificar al borrego y una vez que acabemos todo, vamos a visitar a nuestros familiares y a pasarlo en familia. Es un día especial”.
Pese a ser vecino de la zona, utilizó el coche para el traslado de los animales por ser dos. En la carpa lo esperaban más familiares para realizar el sacrificio.
Caminando y acompañada de su hijo, Aisha traía el borrego que sacrificaría su familia. “Nosotros celebramos con todos los años, este año lo vamos a matar aquí, ojalá que pase todo bien y me ayuden para matarlo”.
Circunstancias familiares impedían que su marido estuviera en la carpa para hacer el sacrificio, por lo que acudió con el resto de su familia para buscar ayuda y seguir el ritual.
Había quienes caminaban por las aceras, en grupo, para llevar al borrego a las carpas. Este lunes, los musulmanes vivieron el Aid El Kebir en Melilla. Además aprovecharon, quienes estaban en los centros de sacrificio, para enviar mensajes de felicitación a la comunidad musulmana, destacando la unión familiar.
En este 2019, la Ciudad Autónoma no aportó los datos de cuántos animales habían sido sacrificados en las carpas y en el matadero.
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