Nuestra ciudad dispondrá de agua mineral a partir del 25 de octubre, según ha informado Manuel Ángel Quevedo, consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, tras la última reunión mantenida con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Representantes de la Ciudad Autónoma de Melilla, el Director General de Recursos Hídricos, representantes de la Dirección General del Agua, del Ministerio de Transición Ecológica y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir mantuvieron una reunión telemática el pasado viernes donde se trataron los puntos más importantes para mejorar la red de agua de Melilla. En el plan que se está llevando a cabo para mejorar la red de abastecimiento de agua, y que cuenta con un presupuesto de 35,4 millones de euros, hay cuatro aspectos fundamentales que se están desarrollando para conseguir uno de los cambios más trascendentales en la ciudad. Como es ya bien sabido, uno de los aspectos más llamativo del plan es la ampliación del cuarto módulo de la desaladora, que ha provocado varias paradas en la planta para llevar a cabo la actuación. A esa famosa remodelación se le incorporan la ampliación de los tres módulos existentes, para pasar de los 20.000 metros cúbicos de agua diarios a los 32.000. Sin embargo, tal y como ha informado el consejero de Medio Ambiente, dentro de la línea de actuación ofrecida por la CHG, la ciudad está más cerca que nunca de conseguir una red de abastecimiento de agua de calidad. Antes de que termine el año, con el fin de que esto sea una realidad, hay tres importantes hitos a tener en cuenta. El primero de ellos es el que tiene lugar hoy, que se producirá un corte en el suministro de agua a partir de las 19 horas para terminar los trabajos subacuáticos que se están desarrollando en la planta desalinizadora. Con esta actuación, se pasarán de los 18.000 metros cúbicos a los 21.5000 metros cúbicos diarios, que mejorará significativamente la situación de estabilidad del agua que la ciudad consume actualmente y conseguirá producir un sobrante para que los depósitos estén siempre llenos y se puede comenzar a bombear agua al Pantano de Las Adelfas. El segundo hito tendrá lugar el 25 de octubre, cuando se producirá otro pequeño corte de agua que no durará más de un día. A partir de entonces la previsión de la CHG es poder dar a la ciudad 29.000 metros cúbicos diarios, lo que supone "un cambio radical y sustancial" en el suministro de agua potable de Melilla. Según Quevedo, desde este día la ciudad contará con agua "prácticamente" mineral y de una calidad "impresionante". Aunque advierte de que estos datos están proporcionados por la CHG y que, aunque la Ciudad espera que se cumpla el calendario establecido y todo salga como está previsto, se muestran cautos. También se podrá disponer de más metros cúbicos para conseguir llenar el pantano hasta los 300.000 metros cúbicos y, así, poder dejar descansar los pozos cuando se produzca alguna avería. De este modo, si hubiera algún fallo en la desaladora, la ciudadanía no tendría por qué sufrir alguna molestia, ya que habría agua suficiente para abastecer a la ciudad durante casi dos semanas. Se espera un tercer corte de agua para el día 7 de noviembre, que durará unas horas. Tras esto, se espera que a lo largo del mes la planta desalinizadora pueda producir 30.000 metros cúbicos diarios de agua. Con estos datos, el consejero de Medio Ambiente afirma que el mes y medio que queda por delante es clave, puesto que puede suponer "un cambio histórico en el suministro de agua de la ciudad". Finalmente, el 6 de diciembre está previsto que la CHG entregue la planta desalinizadora a la Ciudad Autónoma de Melilla, quien se hará cargo de ella a partir de entonces. Por el momento, ya se han presentado seis empresas para hacerse con el contrato. "Estamos llegando al final de camino", señaló Quevedo. No obstante, la Ciudad se muestra precavida ante los datos de la CHG y asegura que la planta desalinizadora es “compleja” y que la actuación que se ha llevado a cabo es una ampliación mientras estaba en marcha, algo que puede conllevar ciertos problemas en los primeros meses de funcionamiento dado que la línea eléctrica no está todavía hecha (está prevista que se haga en 2024). Por lo que se desconoce si podrá aguantar la producción de forma continuada.