Los ciudadanos se congregaron en la Plaza Menéndez Pelayo para asistir a una manifestación y la lectura de un manifiesto bajo el lema ‘Estamos con el Autismo’.
La Asociación melillense de los afectados por esta enfermedad, presidida por Nicolás Fernández, se unió a los actos conmemorativos del ‘Día Internacional’ sobre la concienciación acerca de este trastorno, que, en esta ocasión, giraron en torno a una manifestación y la lectura de un manifiesto bajo el lema ‘Estamos con el Autismo’.
La Plaza Menéndez Pelayo fue el escenario en el que se congregaron numerosos ciudadanos para apoyar la iniciativa y sumarse a las reivindicaciones de esta entidad.
Al acto, que comenzó sobre las 12:15 horas, asistieron el delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, el director provincial del Ministerio de Educación en Melilla, Miguel Heredia y el viceconsejero de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma, Hassan Driss.
El presidente de la entidad matizó que “hoy en día las personas con autismo no tienen efectivamente los mismos derechos y libertades que el resto de la sociedad, precisamente por la falta de recursos y apoyo para ello”.
En este sentido, Fernández expuso que tanto la educación y el ocio, además de otros servicios podrían ser utilizados por los autistas de la misma forma que el resto de la ciudadanía, aunque “necesitan cierto apoyo, es decir, la ayuda de determinadas personas para atenderlos”, explicó.
Fernández afirmó que una de las cuestiones que se pide a nivel mundial, hecho que también se hace extensible a la Ciudad Autónoma es que “los Gobiernos demuestren más sensibilización para estos temas”.
En cuanto a los objetivos fundamentales de la asociación, el presidente de la entidad dijo que forman de las metas primordiales la sensibilización de los Gobiernos, la difusión del concepto y consecuencias del autismo, además de incidir en las necesidades de las personas que sufren esta enfermedad, así como intentar aumentar en las posibilidades formativas de determinados profesionales que, tal y como confirmó Fernández, “ni los pediatras ni los profesionales de la Educación en la especialidad de Educación Especial están cualificados para atender estos casos”, explicó.
El presidente de la asociación de autismo informó que nadie se cuestionaba que para instruir y educar a un alumno ciego había que poner a disposición del mismo un sistema alternativo de comunicación, el Braille, así como profesores y profesionales que puedan solventar las dudas y las situaciones a las que se ve sometido esta persona en el transcurso del día.
Sin embargo, este supuesto no es imprescindible si se trata de personas con autismo.
En referencia a las actividades que la asociación desarrollaba para este sector de la población, Fernández afirmó que en el Centro de Educación Especial ‘Reina Sofía’, los socios de la entidad se reunían dos veces a la semana con algunos voluntarios para abordar ciertos aspectos de la enfermedad.
Desde hace una semana también se estaban reuniendo tres veces en distintos locales cedidos por la Ciudad Autónoma para llevar a cabo programas de atención individualizada para los menores, también con voluntarios.
Fernández dijo que la situación cambiaría si se firmase un convenio con las instituciones que facilitasen la contratación de personas que se dediquen íntegramente a los enfermos ya que “con las subvenciones de carácter general no tenemos más que para los materiales”.
En la ciudad hay aproximadamente entre 200 y 300 niños autistas, tal y como confirmó el presidente de la asociación, siendo la estadística a nivel nacional “un autista entre 150 nacimientos”, cifra muy elevada puesto que el número de autistas de hace diez años era de “cuatro entre 10.000, aunque posiblemente este aumento se deba, quizás a la mejora de los métodos de diagnóstico”, concluyó Fernández.
La Asociación melillense de los afectados por esta enfermedad, presidida por Nicolás Fernández, se unió a los actos conmemorativos del ‘Día Internacional’ sobre la concienciación acerca de este trastorno, que, en esta ocasión, giraron en torno a una manifestación y la lectura de un manifiesto bajo el lema ‘Estamos con el Autismo’.La Plaza Menéndez Pelayo fue el escenario en el que se congregaron numerosos ciudadanos para apoyar la iniciativa y sumarse a las reivindicaciones de esta entidad.Al acto, que comenzó sobre las 12:15 horas, asistieron el delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, el director provincial del Ministerio de Educación en Melilla, Miguel Heredia y el viceconsejero de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma, Hassan Driss.El presidente de la entidad matizó que “hoy en día las personas con autismo no tienen efectivamente los mismos derechos y libertades que el resto de la sociedad, precisamente por la falta de recursos y apoyo para ello”.En este sentido, Fernández expuso que tanto la educación y el ocio, además de otros servicios podrían ser utilizados por los autistas de la misma forma que el resto de la ciudadanía, aunque “necesitan cierto apoyo, es decir, la ayuda de determinadas personas para atenderlos”, explicó.Fernández afirmó que una de las cuestiones que se pide a nivel mundial, hecho que también se hace extensible a la Ciudad Autónoma es que “los Gobiernos demuestren más sensibilización para estos temas”.En cuanto a los objetivos fundamentales de la asociación, el presidente de la entidad dijo que forman de las metas primordiales la sensibilización de los Gobiernos, la difusión del concepto y consecuencias del autismo, además de incidir en las necesidades de las personas que sufren esta enfermedad, así como intentar aumentar en las posibilidades formativas de determinados profesionales que, tal y como confirmó Fernández, “ni los pediatras ni los profesionales de la Educación en la especialidad de Educación Especial están cualificados para atender estos casos”, explicó.El presidente de la asociación de autismo informó que nadie se cuestionaba que para instruir y educar a un alumno ciego había que poner a disposición del mismo un sistema alternativo de comunicación, el Braille, así como profesores y profesionales que puedan solventar las dudas y las situaciones a las que se ve sometido esta persona en el transcurso del día.Sin embargo, este supuesto no es imprescindible si se trata de personas con autismo.En referencia a las actividades que la asociación desarrollaba para este sector de la población, Fernández afirmó que en el Centro de Educación Especial ‘Reina Sofía’, los socios de la entidad se reunían dos veces a la semana con algunos voluntarios para abordar ciertos aspectos de la enfermedad.Desde hace una semana también se estaban reuniendo tres veces en distintos locales cedidos por la Ciudad Autónoma para llevar a cabo programas de atención individualizada para los menores, también con voluntarios.Fernández dijo que la situación cambiaría si se firmase un convenio con las instituciones que facilitasen la contratación de personas que se dediquen íntegramente a los enfermos ya que “con las subvenciones de carácter general no tenemos más que para los materiales”.En la ciudad hay aproximadamente entre 200 y 300 niños autistas, tal y como confirmó el presidente de la asociación, siendo la estadística a nivel nacional “un autista entre 150 nacimientos”, cifra muy elevada puesto que el número de autistas de hace diez años era de “cuatro entre 10.000, aunque posiblemente este aumento se deba, quizás a la mejora de los métodos de diagnóstico”, concluyó Fernández.
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