Cada 21 de septiembre, el mundo se acuerda de aquellos que, paradójicamente, más dificultades tienen para conjugar ese verbo en su día a día. Como tantas otras ciudades, Melilla celebró ayer el día mundial del Alzheimer.
Y lo hizo de forma reivindicativa, defendiendo la incómoda y agotadora labor de los cuidadores y, en general, de todas las personas que sufren de cerca la enfermedad de sus familiares y seres más queridos.
Para la celebración de esta fecha, la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, en colaboración con la ciudad autónoma y otras instituciones locales, distribuyó por Melilla un total de seis puestos de información y recogida de donativos, cinco de ellos en el centro y el sexto en el Hospital Comarcal. El presidente, Juan José Imbroda, visitó los más cercanos a la plaza Menéndez Pelayo en los minutos previos a la lectura del manifiesto.
Éste, extenso y de un marcado carácter reivindicativo, pedía un mayor apoyo para los cuidadores de aquellos que sufren la enfermedad del olvido. En este sentido, la presidenta de la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Melilla, María Dolores Arjonilla, destacó a posteriori la importancia de esa figura. “Este año, reivindicamos una serie de servicios para atender al enfermo de Alzheimer, como la Ley de Dependencia o la posibilidad de tener una pensión el día de mañana. Nosotros hacemos lo que podemos, pero es el Ministerio el que tiene que decir: el cuidador necesita una atención especial”, declaró.
En la actualidad, la agrupación atiende diariamente a 16 enfermos, aunque se desconoce la cifra exacta de personas que padecen el mal en la ciudad. A este respecto, Arjonilla aseguró que aún quedan familias que “por reparo” no reconocen tener cerca a alguien con Alzheimer y que la mejor medicina para combatirla “es la paciencia”, pedir ayuda y, sobre todo, “aprender a convivir con la enfermedad”.
Una placa para Hassan Driss
La asociación, de igual modo, aprovechó la fecha de ayer para premiar el trabajo del viceconsejero de bienestar social, Hassan Driss, entregándole una placa como reconocimiento a su lucha contra la enfermedad durante su período en la viceconsejería de asuntos sociales.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, recordó asimismo que todos los años hay una partida presupuestaria destinada especialmente a la lucha contra el Alzheimer y anunció que la ciudad autónoma donará una furgoneta para colaborar con las familias de los enfermos en el traslado desde sus hogares hasta los centros de atención y viceversa. “La labor que realiza la asociación es digna de todo reconocimiento”, añadió Imbroda.
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