Melilla recicla cada año 1.026 toneladas de neumáticos usados, que luego son reconvertidos en asfalto para carreteras o suelas de zapatos, o transformados en energía.
Así lo han confirmado este 17 de Mayo, Día Mundial del Reciclaje, desde el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada de Productor de neumáticos fuera de uso, TNU, bajo el que se agrupan los principales importadores y distribuidores de neumáticos de España.
Según TNU, a nivel nacional, son desechadas al año 250.000 toneladas; 3,5 millones en Europa y 25 millones en todo el mundo, que habitualmente se reutilizan en losetas de seguridad y pavimentos para parques infantiles, pistas de atletismo y otras canchas deportivas, guardarraíles, césped artificial, mangueras, o techos para viviendas; y como aislante acústico, acero para la industria o bio-diésel.
Aunque su masiva fabricación y la dificultad para hacerlos desaparecer, ya que son prácticamente indestructibles, convirtieron a los neumáticos fuera de uso en un grave problema medioambiental, lo mismo si se dejaban almacenados por largo tiempo que si eran quemados, hoy son una excelente fuente de materia prima secundaria.
A pesar de que históricamente estos neumáticos han sido vistos como "un residuo molesto y carente de valor", en la actualidad su reciclado es un ejemplo de economía circular ya que reutiliza el 100% sus valiosos componentes: caucho, acero y fibra textil.
Un medio ambiente más limpio
Al reciclar los neumáticos se reduce el trabajo de extracción de materias primas, su elaboración y su transporte, lo que se traduce en un ahorro de energía, materias primas y emisiones de CO2 al medio ambiente.
Desde el inicio de su actividad, TNU ha recogido más de 859.584 toneladas de neumáticos usados, lo que equivale a dejar de emitir al medio ambiente más de 4.800 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), y el ahorro de más de 1.506 millones de litros de petróleo y 126 millones de metros cúbicos de agua.
Por su parte, con el 100% de aprovechamiento de los neumáticos usados recogidos anualmente, Melilla evita las emisiones de 1.429.560 toneladas de CO2, y ahorra 120.042.000 litros de petróleo y 135.720.000 litros de agua.
El reciclaje de neumáticos contribuye también a la conservación de los bosques porque su principal componente es el caucho, ya sea natural y sintético, que constituye casi la mitad de su peso. De hecho, la fabricación de neumáticos concentra el 60% de la producción anual de la industria del caucho.
Al ser recogidos de los talleres, estos neumáticos se clasifican entre los que se pueden renovar, mediante un proceso de recauchutado, y los que no. Estos últimos son los que van a las plantas de reciclado, donde se extraen y separan sus distintos componentes, que se recuperan para nuevos usos.
De acuerdo con los expertos, la pirólisis es una de las mejores opciones para el reciclado y el aprovechamiento de la goma, que genera "0" residuos y reduce un 92% las emisiones de CO2. No es más que un tratamiento térmico sin oxígeno que permite descomponer la goma a través de una reacción termoquímica de la que se obtienen productos líquidos (aceite para biocombustible), sólidos (negro carbón), y gases, empleados como fuente de energía para el propio proceso.
La creación de empleo verde
Por otro lado, reciclar no solo ayuda a preservar el medio ambiente, sino que constituye una manera de crear y mantener puestos de trabajo de calidad, que es el llamado empleo verde.
Según el informe "Empleo Verde en una Economía Sostenible", de Fundación Biodiversidad y el Observatorio de la Sostenibilidad en España, el sector de la gestión y el tratamiento de residuos emplea en el país a un total de 140.343 trabajadores, es decir, el 26% del total del empleo verde.
En Melilla, en la rama de la gestión y el tratamiento de residuos se registran en la actualidad alrededor de unos 30 puestos de trabajo.
La Asociación Española de Neumáticos Reciclados calcula que existen alrededor de 100.000 empleos directos, indirectos e inducidos en la industria del reciclado de neumáticos, que fomenta un modelo de economía circular sostenible, más justo con la sociedad y con la naturaleza.