Melilla remitirá un escrito a todas las comunidades autónomas preguntando si están dispuestas a acoger a algunos de los menores no acompañados que están actualmente en la ciudad. Así lo anunció ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, tras una reunión con el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, el responsable del área de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, y miembros de los diferentes centros de acogida. Ventura apuntó que la presión es cada vez mayor y tienen que buscar vías para solucionar este problema.
El consejero señaló que han sido muchos los parlamentarios de diferentes partidos que en los últimos meses han visitado nuestra ciudad y han propuesto que para aligerar la situación de los centros, sobreocupados ante la incesante entrada de niños, se enviara a estos chicos a otras autonomías. Sin embargo, dijo que hasta el momento ninguna comunidad ha mostrado su intención de tutelar a estos chicos. Indicó que aunque esta opción había estado sobre la mesa otras veces, nunca habían realizado la petición por escrito y confió en que haya solidaridad por parte del resto de regiones.
Sobre la posibilidad de que este envío de menores a la península pueda provocar un efecto llamada, Ventura dijo que se haría bajo una serie de condiciones. Hay que recordar que fue el propio Gobierno local el que después de poner esta opción sobre la mesa, la descartó hace unos meses al considerar que si los niños sabían que podían ser llevados a otros puntos del país después de entrar a Melilla, se correría la voz, y aumentarían las entradas.
Ahora, el consejero de Bienestar Social precisa que la idea sería que en el momento que la Ciudad acoja a más de una cifra límite de chicos, el ‘excedente’ sea mandado a otras autonomías. Por lo tanto, apuntó, que se produzca o no incremento de llegadas Melilla no lo notaría.
649 menores acogidos
No obstante, se trata de una posibilidad que dependerá de la respuesta que reciban por parte de las diferentes comunidades. El consejero señaló que en Andalucía, por ejemplo, se calcula que hay actualmente 3.000 menores no acompañados, un número que a priori puede parecer muy elevado, pero que porcentualmente está muy por debajo de los 649 que a fecha de ayer había en nuestra ciudad, y a los que hay que añadir los que viven en la calle.
Gran presión migratoria
El consejero indicó que son conscientes de que en el país vecino hay cientos de menores esperando para entrar y que van a seguir llegando, por lo que la Administración tiene que prepararse para hacer frente a esta situación. Señaló que la principal intención de los chicos que aceptan la tutela de la Ciudad es conseguir la residencia, y ese afán de tener la documentación que les permita tratar de alcanzar el sueño europeo no va a cesar.
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, resaltó ayer el importante trabajo que se realiza desde los centros de acogida con los menores tutelados. Ventura indicó que 198 de los chicos que están en centros están escolarizados dentro de los niveles de formación reglada, tal y como marca la legislación. Asimismo, indicó que hay más de medio centenar realizando cursos de diferentes ámbitos organizados por la Administración y 75 que participan en actividades deportivas, principalmente atletismo, fútbol y baloncesto. El consejero dijo, además, que desde los centros se organizan diferentes acciones encaminadas a que los chicos tengan un desarrollo lo más normalizado posible y se integren totalmente en la ciudad. Dejó claro que se hace un gran esfuerzo con estos menores y dijo que más allá de lo que marca la legislación existe una gran sensibilidad y son conscientes de que los niños son los menos culpables de sus circunstancias.
En torno a catorce menores no acompañados entran diariamente en Melilla desde septiembre. Así lo afirmó ayer el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que explicó que a lo largo de 2017 se han registrado en la ciudad cerca de 1.800 nuevos ingresos en los diferentes centros, incluido el de Palencia, con el que tienen un convenio. La mayoría han llegado a la Purísima. El consejero indicó, además, que se han dado en torno a 5.000 altas de chicos que entran y salen. En cuanto al perfil de los chicos acogidos, la mayoría tiene entre 16 y 18 años, según apuntó el responsable del área de Bienestar Social. En el caso de las niñas la edad mayoritaria es de 16 y en la de los chicos de 17.
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