“Melilla necesita inversiones estatales, y más ahora, para animar a las privadas”

“Melilla necesita más inversiones y más ahora. Tiene que ser el Estado el que lo haga para animar a la empresa privada a que también haga esa inversión porque una arrastra a la otra”. La falta de terreno disponible, las tasas de paro, los trabajadores que han estado y están en ERTE por la pandemia, el cierre de la aduana comercial o las bajas cifras de entrada de mercancías y de viajeros también están marcando la vida económica de la ciudad. Estos fueron algunos de los temas que destacó el presidente de la Confederación de Empresarios (CEME), Enrique Alcoba, en su intervención en la ponencia especial que hay en el Senado para abordar la situación de Melilla y Ceuta como territorios extrapeninsulares. Explicó a El Faro que fue invitado por el PP de Melilla y trasladó a los senadores las solicitudes que hacen los empresarios no solo al Gobierno local, sino nacional y las autoridades europeas.

Alcoba explicó que ya había una imagen negativa de la ciudad basada únicamente en ser una frontera y con los sucedido esta semana tanto en Ceuta como en Melilla se ha potenciado aún más.

La UE

En este punto, el presidente de la CEME dijo que quizás lo único positivo es que las autoridades europeas han visto lo que ocurre en Melilla y Ceuta y el uso de la migración de Marruecos con estas dos ciudades. Y espera que todo eso acabe por dotar a Melilla y Ceuta de más recursos desde la UE en los próximos meses.

Alcoba explicó que siempre tiene que pasar un tema complicado para que se adopten medidas especiales. De hecho, apuntó que se ha visto que las fronteras son vulnerables y que es muy fácil “invadir una ciudad”.

“Confiamos en que se tomen las medidas necesarias para que no vuelva a pasar esto”, indicó.

Vivir uno del otro

El dirigente de la CEME comentó que en la media hora que tuvo oportunidad de intervenir hizo un repaso a lo que ha pasado en Melilla en los últimos años, como el cierre de la aduana comercial de Beni Enzar sin ningún tipo de explicación y de forma unilateral por parte de Marruecos. “Está intentado asfixiar a Melilla”, aseveró.

También dijo a los senadores la alta población de menores extranjeros que hay en la ciudad desde hace muchos años y que es la Administración local la que está cargando con gran parte de los gastos de su asistencia y atención.

Y es que Alcoba explicó que Marruecos no solo recibe dinero de España y de la UE para colaborar en cuestiones migratorias o antiterroristas, sino que Melilla ha prestado, hasta el cierre de la frontera por la pandemia, la asistencia a mujeres embarazadas que venían a dar a luz en la ciudad y también a decenas de enfermos que llegaban a la frontera. Asimismo, apuntó que se da atención a esos menores que en su inmensa mayoría son del país vecino.

Por ello, el presidente de la CEME argumentó que todo esto se hace en el marco de la relación de buena vecindad mientras que Marruecos tiene políticas erráticas con Melilla y Ceuta. “Toda la vida hemos vivido unos de otros, Melilla de Nador y la provincia de Nador de Melilla, ya que ellos vendían los áridos, el pescado y las frutas y verduras, mientras que nosotros aportábamos otro tipo de mercancías”, indicó.

Y al margen de que hubiera un control con el comercio fronterizo, Alcoba lamentó que se hubiera cerrado esa aduana comercial porque permitía el paso de cualquier mercancía de forma documentada y pagando impuestos a Marruecos.

La aduana comercial

Y la esperanza es que se pueda recuperar cuando la crisis sanitaria finalice, haya un alto grado de vacunación y se arregle la crisis diplomática también, “ya que la tensión entre los dos países son temas totalmente ajenos a Melilla y Ceuta, pero nos salpica siempre”.

“No sé qué adjetivo poner a esta situación de esta semana, si una pataleta o una revancha, que cada uno escoja el adjetivo que desee, pero no afecta a Madrid y las consecuencias son para las dos ciudades autónomas. Pero no podemos ser monedas de cambio de forma continua para Marruecos”, afirmó Alcoba.

Por ello, la defensa del presidente de la CEME es que no se para la presión migratoria con una valla, sino que se precisan de infraestructuras, de recursos económicos y humanos. Señaló que se ha visto lo fácil que ha sido entrar en Ceuta por miles de personas y Europa lo ha visto, sabiendo que toda esa migración tiene como objetivo otros países de la UE, añadió.

El dirigente de los empresarios apuntó que no solo hay que prever esta situación de “invasión” que vivió Ceuta y debe abordarse a nivel diplomático, sino también dotar a las dos ciudades de los recursos para combatirlo.

Otros temas

Por otro lado, Alcoba también comentó a los senadores que se ha pasado de más de 3.000 trabajadores en ERTE a unos 900, pero sigue siendo la cifra elevada para la ciudad.

En cuanto a las importaciones comerciales, han bajado un 60% respecto a años anteriores y también se ha notado este descenso en el número de viajeros alcanzando un 72%, según los datos de Puertos del Estado.

La tasa de paro es del 25% y un 45% de los desempleados son jóvenes. Es un dato que debe tener en cuenta para proyectar estas inversiones que se demandan.

Todo esto sumado a la casi insularidad de Melilla, que no es isla, pero está fuera de la península y es como si lo fuera, hacen que haya una serie de problemas y características muy especiales, añadió el presidente de la CEME.

Y por ello, se requiere esa inversión especial al Gobierno de España, como la reapertura de la aduna comercial, y para ello escribieron una carta que sigue sin respuesta desde 2018, y de una reunión que se solicitó el 9 de abril; la puesta en marcha de un real decreto que está ya redactado para la bonificación de mercancías que está pendiente desde junio de 2019; y la línea marítima con Argelia, que ya existe en Almería y Alicante, con la aprobación de un visado exprés para que pueda venir el turismo de ese país e incluso vender la mercancía porque es un nicho importante de mercado.

Otra de las peticiones que se comentó en el Senado fue que Melilla sea una zona económica especial que ya se solicitó desde la Ciudad; además de la petición a Aduanas para que haga un código especial para nuestra ciudad.

Asimismo, Alcoba destacó que sería necesario hacer la ampliación del puerto para ganar terreno al mar y luego ya decidir si allí van industrias como la incineradora u otras para liberar espacios en la ciudad. Aseveró que la obra generará empleo y también oportunidades de negocio por la importante inversión que iba a venir.

Ciudad de servicios

El presidente de la CEME señaló que comentó cómo Melilla debe ser una ciudad de servicios y cómo perdió en los 70 el cargadero del mineral; en los 80 la flota pesquera y las fábricas de conservas; en el 2001 se eliminó ‘la mili’; y en 2018 se cerró la aduana comercial. “Nos van cerrando puertas y no se buscan alternativas”, aseveró Alcoba.

En este sentido, se está trabajando para que Melilla sea ciudad turística y en ofrecer otros servicios, como tener un campus universitario y nuevas líneas de mercado a través del mar.

Por último, el presidente de la CEME agradeció a los senadores Juan José Imbroda y Sofía Acedo la invitación para exponer su punto de vista en la Cámara Alta.

Petición de los empresarios al Estado: Melilla debe ser región ultraperiférica de la UE

Se necesita que el Gobierno central emprenda un tratado con la UE para que Melilla sea región ultraperiférica. El objetivo es que regiones insulares sufren unas desventajas estructurales y reciben más atención y recursos de forma justificada. No es que Melilla sea una isla, apuntó el presidente de la CEME, Enrique Alcoba, pero sí que está fuera de la península y está lejos de la misma situada junto a Marruecos. Y viendo cómo el país vecino ha tratado a Melilla y Ceuta en estos días, es fundamenta, añadió Alcoba, que se vea realmente que son frontera sur de Europa. Aseveró que no sirve la alambrada ni las altas tecnologías. No basta para frenar la alta presión migratoria y lo que se necesitan son inversiones económicas y también dotarla de soportes sociales y de una protección especial para que pueda contar con un futuro sin sufrir tanto la “ingerencia” de Marruecos que cada vez es más frecuente.