Hace dos semanas los vecinos de Melilla La Vieja veían con preocupación como el barrio se iba llenando de inmigrantes que esperaban una oportunidad para subir a los barcos rumbo a la península como polizones. Según indicaron los habitantes de la zona a El Faro, llegaron a formarse grupos de hasta veinte ‘sin papeles’ que se dedicaban a robar. La situación ha cambiado ostensiblemente en apenas quince días. Después de “un par de batidas policiales”, en el casco antiguo se respira mayor tranquilidad.
Así lo indicó en la jornada de ayer el presidente de la Asociación de Vecinos Acrópolis, Pedro Ruiz, quien afirmó que aún se ven algunos grupos de inmigrantes por los alrededores, aunque no tan numerosos como hace escasos días.
En la misma línea, señaló que también ha bajado el número de robos, que se disparó con la presencia de los ‘sin papeles’, sobre todo en lo referente a pequeños hurtos en vehículos.
“Continúan llegando, pero la presencia policial en el barrio es casi permanente. En cuanto localizan a alguno se lo llevan. Lo normal es que cuando se aproxima el verano vengan más inmigrantes, pero lo que había aquí hace poco no era normal”, agregó. “No está todo perfecto, pero nos sentimos mucho más seguros”, añadió.
Hay que recordar que desde la semana pasada se han incrementado las batidas policiales, no sólo en el casco antiguo, sino por sus alrededores, como la zona de los fuertes, donde también se refugiaban inmigrantes.
El pasado viernes tuvo lugar una operación especial en el Pueblo en la que se interceptó a un total de 27 inmigrantes, todos ellos de nacionalidad marroquí o argelina. Desde que se iniciaron estas actuaciones, los vecinos han notado como el número de ‘sin papeles’ se reducía. Según afirmó ayer el presidente de la Asociación Acrópolis, ahora se sienten mucho más seguros.