Melilla ha ganado casi 23.000 habitantes en los últimos 50 años, el mismo período en el que 17 provincias españolas de siete comunidades autónomas, casi todas del interior y del norte, han perdido cerca de un millón de habitantes.
De acuerdo con datos históricos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que abarcan desde 1971 hasta el primer semestre de este año, la actual población melillense es de unas 83.489 personas, cuando hace medio siglo era de 60.514.
A este crecimiento poblacional de un 37,97% de la Ciudad Autónoma se une el de 10 provincias, la mayoría costeras, que han visto aumentar su población en más de 10 millones de personas, según el estudio citado por EFE.
Ya otro informe del INE prevía recientemente un incremento del 1,5% de la población de Melilla para 2030. De hecho, sería junto a Ceuta, el único territorio español en el que en 2034 los nacimientos superarán a los fallecimientos. Esto se explica si se considera que Melilla se encuentra entre las cinco autonomías con un saldo migratorio positivo (diferencia entre inmigración y emigración), que es de un 6,1%.
Por su parte, las 17 provincias que han decrecido en las últimas cinco décadas representan el 43,7% de la superficie de España, pero solo el 12,68% de los residentes. Ellas son Jaén en Andalucía; Teruel en Aragón; Asturias; Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora en Castilla y León; Ciudad Real y Cuenca en Castilla-La Mancha; las dos provincias extremeñas, Badajoz y Cáceres; y Lugo y Ourense en Galicia.
No obstante, esta despoblación contrasta con el crecimiento demográfico constante del país en su conjunto. En total, estas provincias han visto reducida su población desde 1971 en un 13,41 %, pero el número de habitantes de España ha aumentado en un 38,31 %, un 51,45 % si se tiene en cuenta solo el territorio con crecimiento.
En términos relativos, las provincias que más población han perdido en las últimas cinco décadas son Zamora (34,42 %), Ourense (30,91 %), Ávila (24,14 %), Soria (23,67 %), Teruel (22,99 %), Lugo (22,93 %), Palencia (21,50 %), Cuenca (20,34 %), León (19,23 %), Cáceres (16,86 %), Salamanca (14,00 %), Jaén (6,43 %), Segovia (4,72 %), Badajoz (4,50 %), Asturias (4,44 %), Ciudad Real (4,00 %) y Burgos (2,04 %).
Como líderes del descenso de población en cifras absolutas, se encuentran Ourense, con 136.054 vecinos menos que hace 50 años; León (-107.895), Lugo (-96.756), Zamora (-88.530), Cáceres (-78.527), Salamanca (-53.165), Cuenca (-50.820), Ávila (-50.731), Asturias (-46.867), Jaén (-42.858), Teruel (-39.727), Badajoz (-31.442), Soria (-27.613), Ciudad Real (-20.452), Segovia (-7.621) y Burgos (-7.351).
Vale resaltar que entre estas provincias se hallan las siete con menos población de España (Soria, Teruel, Segovia, Palencia, Ávila, Zamora y Cuenca), pero también otras de las más pobladas, como Asturias, Badajoz y Jaén.
Por otro lado, el declive no empezó a la vez en todas ellas. Algunas como Zamora, por ejemplo, empezaron a perder población en 1971 y han mantenido la caída. En tanto, otras, como Salamanca, Segovia o Soria, iniciaron un descenso entre 2009 y 2010 a partir de la crisis financiera. Y otras, como Asturias, Burgos y Jaén, decayeron en en 1982 y luego tuvieron un aumento que se detuvo bruscamente también con la crisis iniciada en 2008.
De los 13.109.831 habitantes que ha ganado España, más de un tercio ha sido solo en Madrid (2.928.360) y en Barcelona (1.679.924). Sin embargo, en porcentaje no son las que más crecen. Ese puesto le corresponde a dos provincias insulares: Baleares, con un 126,29 % de incremento, y Las Palmas, con un 106,79 %. También ha duplicado su población Alicante (103,52 %) y casi lo ha hecho Málaga (97,46 %).
Este ranking de porcentajes lo completan Almería (89,94 %), Santa Cruz de Tenerife (88,54 %), Tarragona (88,24 %), Girona (86,52 %), Murcia (80,88 %) y, justo antes de Madrid, la colindante provincia de Guadalajara, que en 1971 era la segunda con menos habitantes -menos de 150.000, solo por delante de Soria- y ha crecido un 77,95 %.