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Cientos de melillenses se sumaron ayer al cortejo del Cristo y la Virgen del Rocío. Entre los portadores estaban el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González y el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz
Quien piense que la Semana Santa de Melilla no tiene arraigo, se equivoca. Desde primera hora de la tarde de ayer, el olor a incienso impregnó las calles cercanas al Hospital Comarcal. Cientos de melillenses daban así la bienvenida al Cautivo de Medinaceli y a la Virgen María Santísima de Rocío.
A las 16:15 horas el Cristo efectuó su salida bajo la atenta mirada de cientos de ciudadanos. Equipados con teléfonos móviles, cámaras fotográficas y de vídeo, intentaron hacerse con el mejor lugar para presionar el disparador y capturar los momentos de mayor fervor.
Minutos más tarde fue el turno de la Virgen del Rocío, la Novia de Melilla. También a ella le costó mecerse y procesionar por las calles de su barrio.
Cortejo
El cortejo lo abrió la cruz guía de la agrupación, nazarenos y mujeres vestidas de mantilla. Seguidamente, fueron el hermano mayor del Cautivo, Gregorio Castillo, el coronel de la ULOG 24, Alfonso Almoadén, así como el decano del Colegio de Abogados, Blas Jesús Imbroda, y la viceconsejera de Mujer y Juventud, Isabel Moreno, que también es miembro de dicha entidad. Hay que recordar que en la parte trasera del palio de la Virgen está bordado el escudo del Colegio de Abogados.
Consejeros portadores
Los hombres y mujeres de trono llevaron durante más de 10 horas de recorrido toneladas de fé sobre sus hombres. Bajo los varales del Cristo se encontraba el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, y bajo los de la Virgen estaba el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz. El reo que fue liberado a las 23:00 horas también se unió al desfile procesional, portando el Cristo de Medinaceli