El número de porteadores que pueden cruzar a Melilla se limitará en breve. El Gobierno va a poner en marcha un sistema de control que consistirá en la expedición de un número determinado de tarjetas identificativas para las personas que se dedican al comercio atípico. Por el momento no se han precisado ni los requisitos que tendrán que cumplir estos porteadores ni la cifra exacta de tarjetas que habrá. Lo que sí dijo ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, es que las máquinas que habrá que instalar en los pasos fronterizos para la puesta en funcionamiento de este nuevo sistema de control estarán en Melilla muy pronto, probablemente la próxima semana.
El anuncio del delegado llegó justo un día después de que se produjera la muerte de un porteador a consecuencia de una avalancha en Barrio Chino. Es el primer fallecimiento en el lado español de una persona que se dedica al comercio atípico que se produce estando El Barkani al frente de la Delegación, aunque ya en 2008 ya hubo otra tragedia similar en nuestra ciudad. Aunque el anuncio se haga ahora, la idea no es nueva. Hace meses que el máximo representante del Gobierno central en Melilla venía advirtiendo de la necesidad de limitar el número de porteadores, incluso antes de que este tipo de comercio se eliminara de Beni Enzar. Lo que no había querido precisar hasta ahora el delegado era cómo se iba a hacer y si el sistema sería similar al que ya se aplicó en Ceuta.
El Barkani dijo ayer que el asunto se puso sobre la mesa el viernes, durante la visita de la comitiva del Ministerio del Interior que vino a Melilla para conocer de primera mano la situación de los pasos fronterizos. Unos días antes, en una entrevista concedida a este periódico, el delegado ya había dicho que era necesaria una reducción “drástica” del número de porteadores y que esta medida iba a ser el siguiente paso a dar para lograr el tan mencionado reordenamiento de la frontera. Ayer, tras el fallecimiento del porteador, El Barkani ahondó un poco más en el asunto.
También para coches
El delegado precisó que inicialmente estas tarjetas serán para las personas que se dedican a pasar mercancía a pie, aunque adelantó que la idea es que también se aplique un sistema similar para la entrada de vehículos.
El Barkani reiteró que el orden es primordial para conseguir que deje de haber problemas en los pasos fronterizos. Insistió en que es necesario que haya un trabajo conjunto de todas las partes y aseguró que su intención desde que llegó al frente de la Delegación hace seis años ha sido lograr que la frontera mejore, aunque para ello a veces haya tenido que tomar decisiones “que no gusten a todos”. “Si soy responsable de algo es de intentar arreglar un problema que no es nuevo”, apostilló al tiempo que insistió en que hace falta un comercio que sea “sostenible” por el bien de todos.
El delegado quiso, además, mostrar sus condolencias a las familias del porteador fallecido y desear una pronta recuperación a los heridos, al tiempo que puso en valor el trabajo realizado por los policías y guardias civiles que se encargan del control en los pasos fronterizos.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, evitó ayer señalar a un culpable de la situación que se dio el lunes en el paso de Barrio Chino y que provocó el fatal desenlace de un porteador fallecido. El Barkani fue menos directo que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que no dudó el mismo día de la tragedia en apuntar directamente a Marruecos por no ordenar el paso de los porteadores, algo en lo que coincidieron los sindicatos policiales. El delegado dijo que prefería no culpar a nadie y consideró que es el caos y la falta de orden la que provoca estas desgraciadas situaciones. El máximo representante del Gobierno central en nuestra ciudad quiso proyectar un vídeo del paso de Barrio Chino ayer a primera hora para demostrar que si los porteadores muestran disposición a ordenarse en colas el tránsito se produce sin ningún problema. Además, aseguró que existen conversaciones constantes entre las autoridades marroquíes y españolas que están encargadas del control en los pasos fronterizos. Precisó que durante la jornada de ayer habían entrado hasta 8.000 personas por el paso sin que hubiera ningún problema. “Podemos tener culpa todos. El caos es el problema”, aseveró.
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