La Guardia Civil ha detenido a un educador del centro La Purísima como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y otro delito de lesiones. Los hechos tuvieron lugar el 16 de junio en el patio del módulo de primera acogida, pero el trabajador no fue detenido hasta el pasado día 10. Supuestamente, el investigado apuñaló hasta en tres ocasiones a un menor tutelado por la Ciudad Autónoma de Melilla. Según publicó El País y pudo contrastar El Faro a través de distintas fuentes solventes, dos vigilantes de seguridad del centro habrían tenido que intervenir para que el educador no continuase agrediendo a la víctima. El investigado pasó a disposición judicial el pasado miércoles y el juez decretó su ingreso en prisión como acusado de un presunto delito de lesiones. El hombre estuvo esa noche en el centro penitenciario y lo abandonó al día siguiente, tras pagar una fianza de 6.000 euros. Según la denuncia, los hechos ocurrieron sobre las 23:00 horas, cuando se estaba produciendo una pelea entre varios menores tutelados, incluida la víctima, en el patio del módulo de primera acogida de La Purísima. Ante esta circunstancia, el educador investigado intervino en un principio con el fin de separar a los chicos. Según la descripción del suceso, el trabajador mostró una actitud nerviosa y alterada y terminó sacando un cuchillo para apuñalar al joven acogido. Fuentes de La Purísima confirmaron a este diario que el trabajador ha sido suspendido de sueldo y empleo.
Delatado por los vigilantes
El suceso inicialmente fue encubierto por dos empleados de seguridad de la Purísima. Otras fuentes del centro aseguraron a El Faro que el educador pidió a los vigilantes que ocultasen cómo transcurrieron los hechos. Así, en un primer momento se hizo referencia en el parte de incidencias a que la víctima llegó al centro de la calle en esas condiciones. No obstante, los trabajadores terminaron denunciando la agresión ante la Guardia Civil y mantuvieron esta versión el miércoles ante la autoridad judicial. De hecho, uno de los vigilantes relató ante el juez de guardia que vio al educador “fuera de sí” y que no sabía qué podría haber ocurrido si no hubiesen llegado a intervenir para detener la agresión. El acusado, por su parte, se acogió a su derecho a no declarar. Según pudo saber El Faro, la víctima cambió su versión de los hechos en sede judicial para no inculpar al educador de la Purísima, aunque sí que lo delató ante la Guardia Civil. No obstante, el juez consideró que había indicios de peso suficientes como para decretar el ingreso del educador en prisión de forma provisional debido a la gravedad de los hechos.
Puntos de sutura
La noche de los hechos el menor fue trasladado a Urgencias. Según se recoge en la denuncia, presentaba lesiones de heridas incisas por arma blanca en la espalda, en la región escapular izquierda y en la región glútea derecha. El menor recibió puntos de sutura. El caso ha pasado al Juzgado de Instrucción número 2. El Faro intentó contactar ayer en numerosas ocasiones con el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aunque no obtuvo éxito en la respuesta. El director del centro La Purísima, Suliman Abdeslam, declinó hacer declaraciones.
Motín tras la agresión
Según la información publicada por El País, tras el suceso se originó un motín en las puertas del centro. Al parecer, los trabajadores del centro intentaron trasladar a la víctima en un coche debido a la tardanza de la ambulancia. Sin embargo, un grupo de menores le impidieron el paso e intentaron agredir al educador investigado. De acuerdo con la versión del diario nacional, los empleados tuvieron que cerrar el acceso al centro y protegerse para llamar a la Guardia Civil.