La apertura del jubileo en Melilla ha marcado un día histórico para la comunidad cristiana de la ciudad. El acto comenzó con un emotivo mensaje de los sacerdotes, quienes salieron a la puerta de la iglesia con un llamado a la paz y la esperanza "Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza sea nuestro compañero de viaje en este año de gracia y consuelo". "El Espíritu Santo, que hoy comienza en nosotros y con nosotros esta obra, la lleve a término hasta el día de Cristo Jesús".
Tras este mensaje, un pasacalles encabezado por la cruz de guía hizo un recorrido hasta la otra puerta de la iglesia en la calle Roberto Cano. Los fieles, portando velas y entonando cánticos acompañaron a los sacerdotes en un recorrido que culminó volviendo a entrar en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, recientemente designada como templo jubilar. Este momento de comunión fue un reflejo de la devoción y unidad de la comunidad cristiana melillense.
Dentro de la iglesia, el ambiente era de recogimiento y alegría. Uno de los momentos más destacados fue la interpretación del coro de una canción de Hakuna estrenada el pasado 25 de diciembre. "Escuchar esta canción hoy, en el domingo de la Sagrada Familia, engrandece esta jornada memorable", afirmaba el sacerdote Eduardo Resa. Este detalle subrayó el esfuerzo colectivo por hacer de este día un evento significativo para la comunidad.
La decisión de designar al Sagrado Corazón de Jesús como templo jubilar fue resultado de una petición del sacerdote local al Obispo Jesús Catalán. "Le pedí que concediera un templo jubilar aquí en Melilla, y su respuesta fue de una gran generosidad". "Esto nos permite como comunidad cristiana participar plenamente en este año santo sin necesidad de desplazarnos a la Catedral de Málaga."
El tema central de la celebración fue la familia como manantial de esperanza. Durante la homilía, el vicario episcopal reflexionó sobre la escena bíblica del niño Jesús perdido y hallado en el templo. "Aquellos humildes pastores fueron a ver a un niño y se encontraron con una familia. Este es el más hermoso de los retratos: la familia como fuente continua de esperanza," dijo Eduardo Resa.
Recordó que aunque las familias puedan enfrentar sombras y dificultades, las luces que las iluminan son mucho mayores. "La familia es un canto a la sencillez y a la grandeza del amor que se vive en el día a día, un amor que tiene su centro en Dios", recalcó el Padre Eduardo.
El acto inaugural también incluyó una reflexión sobre el papel de los cristianos como peregrinos de esperanza en un mundo necesitado de paz y reconciliación. "Este año jubilar nos invita a ser testigos del amor de Dios, a caminar juntos como comunidad y a renovar nuestra fe," expresó el sacerdote. Además, animó a los fieles a participar en las actividades programadas a lo largo del año jubilar, que incluyen peregrinaciones, actos litúrgicos y momentos de reflexión espiritual.
Durante la celebración, Eduardo Resa destacó la importancia de la familia como núcleo esencial de la sociedad. "Al coincidir la apertura del año jubilar con la fiesta de la Sagrada Familia, debemos reconocer que la familia es un patrimonio inmaterial de la humanidad. Gracias a ella somos lo que somos, y el mundo avanza," afirmó. Añadió que proteger y fortalecer la familia es una forma de honrar a Dios y construir un futuro más esperanzador.
La apertura del jubileo en Melilla es un recordatorio de que incluso en tiempos de incertidumbre, la fe y la esperanza pueden iluminar el camino. Como dijo el sacerdote al final de la celebración "que este año jubilar sea una ocasión para redescubrir el amor de Dios y compartirlo con el mundo."
La celebración terminaba con la entonación de la letanía de los santos, un momento que unió a todos los presentes en oración y gratitud. "Hoy comenzamos este camino jubilar con el corazón lleno de esperanza". "Que este año sea una oportunidad para fortalecer nuestra fe y nuestra unidad como comunidad cristiana," concluía Eduardo Resa.
El jubileo, una tradición que data de la Edad Media, se celebra cada 25 años como un tiempo de gracia y reconciliación. Este año, el lema "Peregrinos de esperanza" invita a los fieles a redescubrir la alegría del encuentro con Cristo. En Melilla, esta celebración adquiere un significado especial, ya que permite a la comunidad local participar activamente en este tiempo santo.
El templo del Sagrado Corazón de Jesús, situado en el corazón de la ciudad, será el epicentro de las actividades jubilares. "Es un lugar de encuentro, oración y reflexión. Invitamos a todos, creyentes y no creyentes, a acercarse y experimentar este tiempo de gracia," explicaba uno de los organizadores.
El acto inaugural también fue una ocasión para reflexionar sobre el mensaje de esperanza que atraviesa toda la celebración del jubileo. "La esperanza no defrauda," recordó el sacerdote, citando las palabras del apóstol Pablo. Este mensaje resonó profundamente entre los asistentes, quienes expresaron su gratitud por la oportunidad de vivir este tiempo santo en su propia ciudad.
En un mundo marcado por conflictos y divisiones, el jubileo es una invitación a la unidad y la reconciliación. "Que este año sea un tiempo para construir puentes, sanar heridas y renovar nuestra esperanza en un futuro mejor," dijo el sacerdote. Este mensaje fue recibido con entusiasmo por los fieles, quienes se comprometieron a vivir el jubileo con un espíritu de amor y servicio.
Con la designación del templo del Sagrado Corazón de Jesús como centro jubilar, Melilla se une a las diócesis y comunidades de todo el mundo en la vivencia de este tiempo santo. La ciudad, con su rica diversidad cultural y religiosa, se convierte en un ejemplo de cómo la fe puede unir y fortalecer a las personas en la búsqueda de la paz y la esperanza.
Sabemos que los melillenses han sido muy buenos el pasado 2024, así que hemos salido…
Este sábado se espera que las condiciones climáticas sean similares a las de ayer, con…
El 5 de enero es una noche en la que los corazones infantiles palpitan aceleradamente…
Acompañado por todo el equipo de Gobierno, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla,…
El presidente de la Ciudad Autónoma destacó el incremento en 2.000 personas de la población…
Ver comentarios
Cuando dejen de estar aforados los delincuentes y maleantes que nos gobiernan y que no preescriban sus delitos de por vida, pagando por cada uno de ellos y devolviendo hasta el último céntimo trincao y/o desfalcao! será el principio de unidad y reconciliación, JUBILEO en mayúsculas. Lo demás es rezar como hace Imbroda y sus palmeros y esperar a que el tiempo cure y preescriba por ley sin renunciar al aforamiento no vaya a ser que salte la liebre.