Durante los días 4 y 5 de octubre, Melilla será la anfitriona del II Convenio de Faro. Medio centenar de personas se desplazarán hasta la ciudad para participar en el evento y poner de relieve el patrimonio cultural de todos los territorios de España. La Ciudad Autónoma aprovechará su intervención para hablar sobre el proyecto de recuperación integral que se está desarrollando en el Rastro.
El objetivo es promocionar el patrimonio cultural como esencia de la diversidad ciudadana, según ha explicado la titular de Cultura. Para ello se lleva a cabo un trabajo "de arriba abajo" para que el patrimonio de todos los territorios se pueda "revertir" en beneficio a sus ciudadanos.
El primer Convenio de Faro tuvo lugar en Sigüenza con gran éxito. Y, para este año, la Ciudad Autónoma ha conseguido que Melilla sea la anfitriona de esta segunda edición, coincidiendo con el festival Iwa Fest, que celebra la riqueza y diversidad cultural.
Fadela Mohatar considera que se trata de una "oportunidad inigualable" de poder demostrar la belleza de la ciudad autónoma y poner en valor su patrimonio cultural ante todas las autonomías y el Ministerio de Cultura. Esta tarde llegan cerca de cincuenta personas que participarán en el Convenio de Faro y que disfrutarán de las bondades de Melilla.
Durante su intervención, la consejera de Cultura trasladará al Consejo de Europa la recuperación integral del Rastro que la Ciudad Autónoma está llevando a cabo a través del patrimonio y la participación ciudadana. Explicará las iniciativas que se están desarrollando para poder "recuperar y reconstruir la historia de la identidad cultural común" de la ciudad a través del primer barrio en extramuros de Melilla.
El Rastro fue el primer barrio que se empezó a construir fuera de la ciudadela a finales del siglo XIX. En él germinó la interacción cultural que hoy es la seña de identidad de Melilla con personas provenientes del Rif, Tetuán y otras partes de Marruecos, que convivieron con sefarditas e hispanos. En esta zona se encuentra el primer barrio judío, la mezquita central, una sinagoga central o el Fuerte María Cristina.
"Todas estas personas que llegaron en esa época atraídas por la riqueza que presentaba Melilla como puerta del protectora oriental y que, dentro del barrio del Rastro, tuvieron una explosión cultural que fue el inicio de esa diversidad de la que disfrutamos", ha indicado la titular del área. De ahí que aproveche su intervención para ejemplificar la riqueza cultural y patrimonial de la ciudad con este barrio.
Pero también dará a conocer el Museo de las Lenguas y Tradiciones, que ya comienza a ser una "realidad". Fadela Mohatar ha avanzado que se trata de una estrategia local de participación ciudadana para albergar todo el patrimonio oral, las tradiciones y la cultura de de la diversidad patrimonial de Melilla.