–Presentan un contrato de ciudadanía conformado por 11 medidas ¿Cuáles son las tres que consideran prioritarias?
–-Las prioritarias tendrían que ser las del impulsor del motor económico. Si bien es cierto, hay que mantenerlo en el tiempo, habría que tomar unas medidas de choque para que realmente se vea que cambiamos la dirección en el aspecto económico y en decirle a los ciudadanos que podemos conquistar un horizonte mejor. ¿Cuál sería? La primera es lo que llamamos nosotros políticas activas de empleo, pero no con la filosofía de planes de empleo, sino hacer un análisis riguroso con el Gobierno, hacerles ver que nuestros yacimientos son deficientes, que no tenemos fábricas, no tenemos empresas y que hasta que se produzcan debe haber un soporte, un apoyo, un mantenimiento del Estado en inversiones, en políticas activas de empleo, que cubra las necesidades de los colectivos más desfavorables, que son las mujeres que no tienen ningún tipo de formación, que aquí se incrementa en más de un 15% con respecto a todo el territorio nacional; los jóvenes. Somos de todo el territorio europeo, donde tenemos el porcentaje más alto de paro y los parados de larga duración, que terminan su perspectiva de empleo prácticamente a los 45 años y eso es muy preocupante. Esta sería la primera medida. Otra medida que habría que tomar cuanto antes es establecer un nuevo estatus de Buena Vecindad con el país vecino, garantizando que nosotros no solo somos una ciudad española sino una capital europea dispuesta a canalizar una serie de políticas de desarrollo que priman y perfilan todos los años en los presupuestos de la Unión Europea hacia el Magreb. Esas políticas de desarrollo en infraestructura, en turismo, en economía, deben ser canalizadas por una capital europea como es Melilla y eso nos puede dar un estatus diferente de Buena Vecindad, de oportunidades comerciales, de aduana comercial, de desarrollo; y la tercera es lo que venimos definiendo como el capítulo inversor.
–¿Son medidas a corto y mediano plazo? ¿Son viables?
–No, inmediatas. Estas son medidas en el próximo ejercicio presupuestario, que sería la primera medida que tomaría un Gobierno estable, ya lo ha dicho. El Gobierno ha dicho que lo primero que hará es aprobar unos nuevos presupuestos y, a lo mejor para tres o cuatro meses; pero quieren expresar esa contundencia de números estables para el pueblo español. Nosotros en ese momento, nuestra impronta tiene que estar preparada de reivindicación y está en este contrato (de ciudadanía).
–En caso de lograr el escaño en el Congreso, ¿Cuál es el mensaje que quiere llevar a Madrid?
–El mismo que llevamos aquí. Es importante que conozcan nuestra carta de presentación para que nos faciliten cualquier negociación. Nosotros somos un partido de Melilla, por Melilla y para Melilla y además que surge con una serie de problemas que precisan de una voz contundente, firme, en dirección de reivindicar los problemas de Melilla y que está dispuesta a apoyar al Gobierno de España en esa dirección.
–¿Cuáles son los principales problemas de Melilla, según la evaluación del partido?
–Los estamos viendo, aparte de que Melilla es una ciudad de 12 kilómetros cuadrados, prácticamente la mentalidad de cualquier ciudadano siempre está condicionada a esa situación geopolítica. El no tener yacimientos de empleo, fábricas, el no tener industrias, el tener los problemas que tiene el territorio peninsular incrementado en 10 y en 15 puntos de la media nacional, nos ahoga y terminamos con pensar que no hay posibilidades de encontrar solución, porque en toda la historia de la democracia, quitando los primeros esfuerzos que se hicieron entre el 85 y 90, los Gobiernos del Partido Socialista y del Partido Popular prácticamente no han servido para solucionar los problemas crónicos. El problema del transporte es uno de ellos. Es decir, nosotros no somos una ciudad que invita por cercanía a nuestros conciudadanos del territorio nacional. El peninsular cuando quiere viajar un fin de semana no se plantea venir a Melilla, porque les cuesta, entonces porqué no tenemos un servicio público garantizado, como dice la normativa europea por cuestiones puramente económicas. Después hay otras cuestiones de Estado, que sin tener capacidad para resolver nuestros problemas, nos dicen que tenemos que resolver los problemas del Estado común, por ejemplo los menas. La problemática de los menas, no hace falta convencer a nadie. El propio candidato al PP llegó aquí y dijo algo contrario a lo que dicen sus candidatos, no el presidente de la ciudad, que las competencias de los menas es del Estado y deben estar con el Estado.
–¿Cómo tratar el caso de los menas en Melilla?
–Las coordenadas es que tenemos que tratarlas. Nuestro Estado es el que mejores instrumentos tiene para resolver este problema. Nuestros tratados con la comunidad internacional nos condiciona la forma de hacerlo y además la estrategia geopolítica y las buenas relaciones con el país vecino son las herramientas que tiene que tener nuestro Gobierno para solucionarlo. Y eso será bueno para nosotros, para nuestro país y para los menas.
–¿Qué opina de la propuesta de una reforma en el Código Civil?
– Esas son declaraciones que se hacen de cara a la galería que no tienen ningún sentido para despertar una población que piensan que está acomplejada y llena de prejuicios y que pueden manipular en un momento determinado, pero no tiene ningún sentido. Todo el mundo sabe en Melilla, hasta el Partido Popular, que la mejor solución de los menas es decirle al Gobierno ‘mire, ocúpese usted de este problema’.
–Con el tema de los inmigrantes adultos, ya no solo menas ¿Cómo lo abordarían?
–No cambiaríamos nuestra actitud. Esta siempre ha sido ser escrupulosamente respetuosos con los derechos internacionales y obviamente es un problema del Estado, que en un tratado de Buena Vecindad, donde se contempla la formación en seguridad, los espacios de cooperación en políticas de desarrollo entre Europa, nuestra ciudad y el país vecino, eso repercutiría de forma muy positiva en este problema. También la gran inversión en el perímetro fronterizo, en materia de política de desarrollo, de cooperación; hablo de energías limpias, de infraestructura de aguas, de fábricas, de liberar terrenos de defensa para yacimientos de empleo, todas esas cosas va a repercutir de forma positiva.
–¿Qué propuestas, en caso de lograr un escaño, llevaría a Madrid para permitir el paso de borregos de Marruecos a España?
–Nosotros siempre nos hemos movido y eso da sentido a las iniciativas judiciales, dos por procedimiento administrativo, una activa, otra la retiramos porque no tenía mucho sentido con el procedimiento penal y tres de procedimiento penal en una única dirección, en que la ley vigente, los tratados actuales permiten el paso de los corderos para respetar una tradición milenaria de la mitad o algo más de la mitad de la población. A mí me sorprendió, en clave de preocupación que este Gobierno fuera capaz de tocar algo así, porque la festividad del Aid El Kebir es asumida como propia y es patrimonio de todos los ciudadanos melillenses. Basta con ver cuando uno tiene constancia de pasar una festividad aquí y es de afuera, que la ciudad no tiene actividades de ningún tipo. Tomar una medida así y, encima, mofarse como se mofaron en ruedas de prensa en Gobierno y recomendando a la población de que si no querían que se fueran al otro país, es decir, recomendar a españoles que salgan de su tierra para celebrar una festividad que es la más importante para ellos, me parece que es de una torpeza, de un atrevimiento y de una preocupación enorme. La ley, pensamos, que nos permite el paso de corderos. El tratado de Buena Vecindad, obviamente, también. Es decir, son perspectivas distintas con este Gobierno que pensaba le es rentable el provocar, el hacer una interpretación lejos de lo que dice la ley, el tratado y la normativa; basta leer años anteriores y años últimos, mismo Gobierno... O soy torpe, o era mentira o antes no interesaba y ahora interesa. No tienen otra explicación.
–Firman el contrato de ciudadanía ante notario ¿Qué supone esta decisión?
–Supone una expresión contundente de los candidatos de CpM, que están y quieren estar al servicio de Melilla y que queremos expresar de la forma más elegante y respetuosa con los ciudadanos que es un contrato. Y si la voz de Melilla llega al Congreso por los votos de los melillenses, obviamente tienen que llegar sus reivindicaciones y estas no se pueden perder en el tiempo ni se pueden condicionar en el tiempo, ni tan siquiera se pueden amoldar a las circunstancias que pueden ir apareciendo, estás medidas con un epígrafe muy claro y no cabe una justificación para no cumplirlas. Además nosotros pensamos, al momento de elaborarlas, que si el Gobierno nos necesita para gobernar prácticamente no va a perder nada de tiempo en aceptarlas. Otra cosa distinta es que el diputado de Melilla sea del PP o del PSOE, que ni le llamarán a la hora de apoyar unos presupuestos o formar un Gobierno para decirle qué es lo que necesita Melilla. Nosotros no, nosotros vamos con el contrato por delante. Si nosotros no cumpliéramos, hay dos caminos, o dejar el Congreso o figurar ante la ciudadanía como personas que no tienen ningún tipo de crédito.
–Usted fue alcalde en 1999 ¿Cuál es la Melilla que dejó y la de ahora? ¿Qué cambios percibe?
–Se puede hacer un análisis muy riguroso en datos. El debate del estado de la ciudad es testigo de exponer los datos que había antes y que hay ahora; pero por sacar unas conclusiones recordaba que el principal problema que tenía la ciudad era el suministro del agua que se cortaba a las 3:00 de la tarde en el 98, en año y largo logramos garantizar a los ciudadanos calidad y cantidad con cerrar el ciclo las 24 horas con nuevos yacimientos de pozos, con un procedimiento de emergencia y con inyectar en la red el agua necesaria teniendo las reservas para garantizar cualquier avería. Han pasado 20 años y han retrocedido, no quiero decir que están en peores condiciones de infraestructura, no. Están en mejores condiciones, pero no pueden garantizar lo que se garantizó entonces. Hemos vivido en los últimos años cortes de agua. Este es un ejemplo muy expresivo de cómo se preocupa este Gobierno por el servicio al ciudadano; en cambio el servicio a subvenciones para intentar manipular y comprar la voluntad, en eso no hay ningún tipo de control. En algún momento donde se audite estas cuestiones van a haber muchos problemas judiciales. De hecho, este es uno de los problemas que llevan a huir hacia adelante y hacer cosas atrevidas para tapar estas cuestiones; pero el servicio al ciudadano se ha dañado u ofendido durante todos estos años. Si a esto le sumas que en 20 años no hay justificación presupuestaria para no tener una dirección muy clara en el modelo económico en lo que es transporte; todavía nos estamos moviendo en el transporte con las mismas tesis y coordenadas que hace 20 años. ‘Yo te doy, tú me das’, esa no es la mejor forma de resolver un problema. ‘Yo te doy’, que es el pueblo de Melilla a modo de subvención, tú me das unos bonos. Eso es como decirle a un niño que va descalzo ‘dame lo que tienes en el bolsillo que te voy a comprar los zapatos’.
–Hay una sentencia judicial, no firme, en su contra ¿Cree que puede afectar la confianza del electorado para CpM?
–Sin duda. Cuando comparecí después de la sentencia dije que me sentía muy mal porque sabiendo lo que soy yo, que no me lo tiene que decir nadie, una persona honrada, honesta, que ha sacrificado mucho en el servicio público, he visto una adulteración, a mi modo de ver, una prostitución del Derecho, por eso estamos recurriendo y también dije claramente que la presunción de inocencia es un derecho para todos los ciudadanos, pero la presunción de imparcialidad de un juez también la tiene que tener el ciudadano y, en este caso, aquí no se ha dado. Hemos visto jueces tomando copas en la caseta de la feria, los mismos que nos van a juzgar; hemos visto jueces con personas que tienen que juzgar por delitos de Opera y Tosca, hemos visto hasta cuestiones de karaoke o de cafetería, o de bar muy poco respetuosas para exteriorizar esa imparcialidad. Si después nos vamos al contenido que es lo más importante, pues nos alarmamos mucho más, pero bueno, siempre hemos dicho que hay que creer en el Estado de Derecho porque es el que soporta la sociedad democrática y de bienestar y, en ese sentido, nos movemos con nuestros recursos.
–¿Cómo trabaja CpM, con una sentencia no firme, para ganar la confianza del electorado?
–Es muy fácil, lo hemos dicho en varias ocasiones, gestionamos en responsabilidad de Gobierno durante tres años. Un año largo como presidente; otros dos años como consejero de Medio Ambiente y con la Consejería de Bienestar Social y no tuvimos un procedimiento que fue fruto de denuncias, en comparación con este Gobierno que no sé si han tenido 60 o 70. Es decir, en la historia de gestión no hemos tenido nunca un problema y esto alarma aún más la situación actual. Cuando hemos tenido oposición, que gestionar las palabras, hemos sido condenados. Entonces eso habrá que conjugarlo sin despacho público, sin responsabilidad institucional, solo con el hecho de decir las cosas que según el juez no se podían decir y nosotros hemos dicho que eran correctas.
–¿Cuál es la visión de ciudad que tiene CpM?
–Tenemos un gran potencial que se está perdiendo porque hay muchos jóvenes que han emigrado y se sienten exiliados sin serlo, porque su voluntad no era dejar su tierra y han tenido que dejarla porque este Gobierno no ha sido capaz de darle lo primero que necesitan, que es la ilusión de trabajar y de dibujar un futuro mejor para él, para su ciudad y en su tierra. Eso se lo ha quitado este Gobierno, y nosotros lo que pensamos es que esta es una ciudad con alto potencial, para no solo para garantizar el bienestar de todos los melillenses, sino para dibujar una ciudad de futuro. Un ejemplo claro, es que en cualquier ciudad fronteriza confluye una serie de circunstancias que son bondadosas para la economía; aquí se han convertido en negativas por decisiones políticas, eso es grave. Cualquier ciudad fronteriza donde un país está en vías de desarrollo y otro está desarrollado, ese puente sería una oportunidad de estímulo, de motor, de desarrollo económico que viene por otro sitio, que está establecido y que no se hace; eso es una torpeza por parte de nuestros políticos. Podemos ser un ejemplo en la utilización de políticas de reciclaje o de energías limpias, que ha marcado nuestro país el horizonte de introducir los vehículos híbridos eléctricos para el 2020 o el 2030, eso es una visión interesante, si nuestra ciudad puede ser una donde canalicemos la estructura necesaria para potenciar el turismo en el norte de África y al mismo tiempo beneficiarnos nosotros como ciudad universitaria; el aeropuerto intercontinental y traer pasajeros de cuatro continentes. Si conseguimos que dar un salto al territorio peninsular que no nos cueste lo que nos cuesta ahora, ni les cueste a los que nos visitarán lo que ahora, es algo interesante de hacer Melilla más europea, más española y más cercana al resto del territorio nacional.