El muro que se cayó en la carretera de la Alcazaba ya está siendo reparado este viernes. El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, espera que en un plazo “pequeño”, de unos diez días, se pueda abrir al tráfico al menos uno de los carriles de circulación. Sería el más exterior. “Si todo va bien se recuperará la normalidad dentro del mes de junio”, añadió. Quevedo también comentó que no se echa la culpa al parque de su derrumbe.
El consejero de Medio Ambiente explicó que fue el miércoles pasado hubo un Consejo de Gobierno extraordinario para declarar la emergencia de la actuación y se facilitó que tanto la Consejería de Medio Ambiente o Fomento se puedan hacer las intervenciones necesarias indistintamente. Habrá tres actuaciones en este incidente. La primera de ellas es la reconstrucción del muro. La segunda consiste en apuntalar las zonas laterales y, la última será eliminar entre uno y dos metros de tierra en el resto del muro que no se ha caído. El objetivo de esta última es mejorar las condiciones de estabilidad de la zona que todavía existe.
Quevedo también apuntó que jueves hubo una reunión sobre este tema entre las dos consejerías, así como los profesionales que van a desarrollar esta actuación, esto es, técnicos y constructora. De hecho, ya se ha adjudicado la empresa la actuación de emergencia y. por ello, se inician este viernes las obras.
Además, se ha contratado a un ingeniero director de la sobras y a un arquitecto técnico como coordinador de las actuaciones en este muro. En cuanto a las causas del derrumbe del muro, el consejero de Medio Ambiente indicó que no se puede atribuir a la construcción del parque, aunque no le vino bien. En este sentido, señaló que tampoco era positivo para este muro que pasaran camiones o que lloviera en esta zona porque no está impermeabilizado. De esta forma, argumentó que los técnicos hablan de “no tiene un coeficiente de seguridad”, es decir, no tiene un margen por si hay un imprevisto. “Cuando se ha derrumbado hemos visto que la cara exterior es decorativa y lo que hay detrás es entre un 1,2 metros o 60 centímetros son piedras sueltas colocadas una encima de otra hace 40 años y no cuenta con condiciones de seguridad adecuadas”, añadió.
Por ello, cuando se rehaga se cambiarán estas condiciones y las piedras, por ejemplo, ya no estarán sueltas sino trabadas con hormigón. También se quitará peso de tierras y se impermeabilizará para evitar que la lluvia entre y pueda hacer daño a la estructura del muro.
Escarpado de Camellos
El titular de Medio Ambiente apuntó que no es raro que se dé una situación de este tipo en una ciudad que tiene tantos muros. De hecho, comentó el caso del barrio de la Victoria y el Tesorillo, pues entre ambos está la Falda de Camellos y allí se están haciendo obras para la mejora de este escarpado. Quevedo aseveró que los operarios tienen que ir con cinturón de seguridad cuando trabajan en este terreno inclinado porque tiene su peligro.
El presidente provincial de Vox Melilla, José Miguel Tasende, ha pedido explicaciones este sábado al…
Durante los días 21 y 22 de noviembre se ha desarrollado en la Escuela Superior…
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) manifiesta su preocupación ante la reciente polémica generada…
El Sindicato de Enfermería, Satse, en Melilla ha dado un paso histórico en la estandarización…
Clece, empresa líder en la prestación de servicios integrales, anuncia con gran emoción la jubilación…
La festividad de Santa Cecilia, patrona de la música, ha tenido como protagonistas a los…