El Colegio Oficial de Médicos de Melilla ha acogido "con enorme preocupación" la aparición de un nuevo caso de rabia en perros callejeros, el tercero en los últimos cuatro meses tras los detectados los pasados 21 de septiembre y 12 de noviembre. La intranquilidad viene motivada por la alta virulencia de esta enfermedad, con alta letalidad si no se interviene a tiempo, y, por ello, han reclamado una intervención rápida y decidida por parte de las autoridades competentes.
El can, según se informa desde la Unidad de Sanidad Animal y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, deambulaba por la circunvalación y, con toda probabilidad, formaría parte de las manadas asilvestradas que vienen denunciando muchos ciudadanos.
La situación es “tremendamente grave” porque es cierto que es una enfermedad endémica en Marruecos, pero, con la frontera cerrada desde hace muchos meses, no debería existir en Melilla puesto que las mascotas están vacunadas en su totalidad. Desde el Colegio Oficial de Médicos se agradece la labor que
realizan los veterinarios locales para alcanzar esta inmunidad y también se quiere ensalzar a los veterinarios de Salud Pública por detectar estos casos de rabia y evitar males mayores.
En España no muere nadie por rabia desde 1978, pero si un perro con rabia mordiera a alguien, y no fuera vacunado a tiempo, las consecuencias podrían ser letales. “La rabia tiene una virulencia y una letalidad, si no te pones la vacuna en tiempo y forma, que es prácticamente del cien por cien. Estamos muy preocupados, no sabemos qué ha cambiado en la ciudad para que en los últimos meses esté habiendo este repunte”, alerta el doctor César Feliu, secretario del ICOMM. El Colegio exige a las autoridades que se tomen “medidas radicales ya”, siempre con el visto bueno de los veterinarios, que son los verdaderos expertos
en la materia. El objetivo es eliminar las manadas callejeras, no saturar la perrera, y erradicar de una vez por todas los casos de rabia.
De paso, también se hace una petición a la ciudadanía. “Es muy importante remarcar a la población que si ve un perro callejero tiene que avisar al 112 o a las autoridades pertinentes para que recojan ese perro, que lo estudien o lo pongan en cuarentena. Y, por supuesto, si estamos con niños, hay que enseñarles que jamás se puede tocar a un perro callejero”, concluye Feliu.
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