Piluca es una tienda que abrió sus puertas en Melilla hace casi 40 años. Su dueña, Pilar Martín, ha explicado a El Faro los secretos de esta tienda de corsetería que se ubica en el bloque familiar.
Pilar Martín, más conocida como Piluca, es una empresaria de lencería y corsetería. Su tienda lleva abierta en la Avenida Reyes Católicos desde noviembre de 1986. Al principio vendía, además de lencería, bikinis y bisutería, pero con el tiempo dejó a un lado la bisutería para dedicarse a la ropa interior y de baño de mujeres.
Piluca que está ubicada en pleno centro, se encuentra en un edificio propiedad de su madre. Su abuelo, que falleció a los 100 años de edad, tenía una tienda junto a la suya, La Pilarica, y esta la usaba de almacén.
Cuando Piluca abrió vendía prendas de las mejores marcas, ahora, que las franquicias se han extendido por la ciudad autónoma, ese tipo de ropa no se puede vender, según Pilar. "Ahora se mira mucho por el dinero". En aquella época, sus clientas podían comprar bikinis o ropa interior de las mejores marcas y telas. "Antes había camisones 100% de seda y eso hoy en día nadie lo compra".
Para esta empresaria, no es lo mismo comprarse un bikini o lencería en una franquicia que de una buena marca. Para que estas prendas no se pongan muy vistas, Pilar trae 3 piezas de cada modelo.
Las tallas son muy amplias en su tienda, un bikini o un sujetador puede venir desde la talla 85, comenta Pilar.
Lo que no ha cambiado desde aquel 1986 son sus clientas, fieles a Piluca. Sus clientas son de confianza, dice Pilar. Después de tanto tiempo comprando en su tienda, "te encariñas con ellas". "Llevas toda la vida viéndolas y cuando una clienta fallece, me pego un tiempo mal".
Estas clientas son, como dice Pilar, mujeres de más de 40 años con un poder adquisitivo un poquito más alto." Me sé la talla de todo el mundo, lo que le gusta y no le gusta".
Antes del covid, comenta Pilar, había clientas que venían mucho y ahora no las ve por allí. No sabe si es que no salen de casa como antes o es que ya no están.
La moda de bikinis que vendía hace 36 años, dice Pilar, es como la de ahora. En los años 80, la parte de abajo de los bikinis se llevaba alta, estilo pin up, y ahora ese tipo de ropa de baño ha vuelto. "Va volviendo todo".
En cuanto a la decoración de la tienda, azul como el mar, la eligió Pilar. Las perchas, doradas, las compraba en Israel o en Estados Unidos ya que como comentó la dueña, en España no las ha encontrado.
Después de Pilar, nadie va a ocupar su lugar o su tienda, por lo menos de su familia. Sus hijos han estudiado y se dedican hoy en día a otras profesiones. "Como no lo alquile a otro nadie va a estar aquí".
Su negocio se ha modernizado con el paso del tiempo, y ahora tiene Instagram. En él Pilar cuelga fotos de los productos que va trayendo para vender.
Su tienda está abierta de lunes a viernes de 10:00 a 13:45 y de 17:30 a 21:00 y los sábados 10:30 a 14:00.
La moda lencera y de playa lleva años siendo una referencia en la tienda de Pilar. Con años de historia, su negocio lleva vistiendo a las melillenses más de un cuarto de siglo tanto en casa como en la playa. Unas prendas que vuelven a llevarse décadas después y en una tienda donde las clientas son como familia. El futuro es todavía incierto pero a Pilar le queda mucho tiempo al frente de su negocio.
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