El mes de mayo de 2023 se recordará para siempre en Melilla por la celebración de las elecciones locales pero, sobre todo, por el desarrollo de una campaña electoral muy complicada como consecuencia de la presunta compra del voto por correo. Desde que empecé a trabajar en la prensa melillense hace 37 años he tenido tiempo de cubrir muchas campañas pero, desde luego, ninguna como la de este año.
El proceso electoral no olía bien desde el primer minuto. La existencia de colas interminables en la puerta de la oficina de Correos no presagiaba nada bueno y resultaba más que evidente que se alcanzaría un récord en las solicitudes del voto, que llegaron a alcanzar la increíble cifra de 11.707 peticiones, un 21,21% del censo de electores de la ciudad y siete veces superior a la media nacional, con algo más de un 3%.
Ese incremento en el voto por correo hizo saltar todas las alarmas y ello, unido a los ataques sufridos por varios carteros cuando pretendían llevar la documentación electoral a los domicilios en los barrios, desató una gran polémica. Melilla se situó así en el ojo del huracán y ello motivó la puesta en marcha de una investigación por parte del Juzgado de Instrucción número 2, que aún continúa y que sigue bajo secreto de sumario.
La Delegación del Gobierno tuvo en este caso un papel fundamental: puso escoltas a los carteros y organizó un importante dispositivo de seguridad para el día de las elecciones, el domingo 28, con la participación de casi 600 agentes entre Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil.
Otra de las piezas claves en estas elecciones fue la Junta Electoral de Zona. A instancias del PP y de Vox, este órgano judicial dictó una orden definitiva para solucionar el gravísimo problema del voto por correo: todo elector que quisiera utilizar ese sistema para ejercer su derecho debía presentarse en la oficina postal en el Industrial con su papeleta y su DNI o documento válido. El respaldo de la Junta Electoral Central a dicha medida obligó también a que esos requisitos se exigieran en toda España.
La directriz de la junta se emitió el día 17 y el 18 ya había prácticamente nadie en Correos. Se acabaron las colas. Aún así, se emitieron 5.814 votos por correo.
Y en medio de todo este maremágnum se visibiliza la operación policial detrás de la compra de votos con registros en diez puntos distintos de la ciudad y la detención de nueve personas, entre ellas el consejero de Distritos, Mohamed Ahmed Al-Lal, que quedó en libertad con cargos por decisión de la juez después de negarse a declarar. Al día siguiente fue cesado por De Castro.
El caso es que lo sucedido con el voto por correo llamó la atención del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortíz, que decidió que la investigación fuera llevada a cabo por la Fiscalía Anticorrupción.
Todas las sospechas del voto por correo recayeron en CpM, que optó por contratar a un abogado penalista de Granada, Ernesto Osuna, para establecer su línea de defensa. En definitiva, los argumentos cepemistas pasaron por el “racismo del aparato del Estado” contra el partido y la “instrumentalización de la Justicia” para obtener titulares de prensa.
A pesar de que muchas expectativas apuntaban a que el 28M podía ser una jornada convulsa por posibles altercados en los colegios electorales, la verdad es que las votaciones transcurrieron dentro de la normalidad. Los 49.341 melillenses con derecho a voto pudieron acudir a las urnas, si bien hubo algún que otro incidente, como el hecho de que solicitantes del voto por correo, que no podían participar ya en los comicios presenciales, pretendían votar exhibiendo supuestos permisos de la Junta Electoral que este mismo órgano calificó como falsos.
Empezó el recuento e inmediatamente se pudo constatar que el PP un gran resultado; en ningún momento bajó de los 14 diputados y llegó a estar en 16. CpM, por su parte, se derrumbó cayendo a 5 escaños (hubo ratos en que estuvo en 3), el PSOE bajó a 3, Vox se quedó con los 2 que ya tenía en 2019 y entró en la Asamblea Somos Melilla, que durante toda la noche estuvo en vilo.
Los populares obtuvieron una amplia mayoría absoluta que permitirá a su líder, Juan José Imbroda, recuperar la Presidencia de la Ciudad Autónoma, que ejerció desde 2000 a 2019. Los cepemistas, que retrocedían a resultados de 1999, insistían en que impugnarán los resultados. Es más, el presidente del partido, Mustafa Aberchán, anunció que da un paso al lado y deja el cargo. Lo hará en un congreso extraordinario que se convocará una vez se resuelva la impugnación.
A grandes rasgos, esos son los puntos más significativos de estas elecciones de mayo, en las que pasaron por Melilla importantes representantes políticos a nivel nacional como el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, su número dos, Cuca Gamarra, o el responsable de los populares europeos, Esteban Gonzáles Pons. Los socialistas, a su vez, recibieron la visita del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el portavoz del grupo del PSOE en el Congreso de los Diputados, el veterano Patxi López.
Pero durante el mes de mayo no solo se han vivido estas elecciones sino que hubo otros muchos eventos resaltables. Por ejemplo, la polémica desatada en torno al concierto de Kiko y Shara, organizado por la Consejería de Distritos, del que no se enteraron más de unas cuarenta personas o la llegada de dos cruceros, lo que hizo que Melilla fuera conocida por más de mil turistas, sobre todo norteamericanos, alemanes y suizos.
No se puede pasar por alto tampoco la situación que sigue padeciendo la sanidad pública en la ciudad con todos los médicos en huelga. A los especialistas del Hospital Comarcal se unieron los de Atención Primaria, Urgencias y el 061. La protesta lleva ya prácticamente tres meses de vigencia sin que se vea una solución en el horizonte. Mientras, se han suspendido miles de consultas y centenares de operaciones quirúrgicas no urgentes, alcanzándose ya una lista de espera por encima de los 140 días.
Hablando de médicos y de sanidad, hace apenas dos días, el equipo del servicio de Neurocirugía del Hospital Comarcal realizó por vez primera en la ciudad una intervención para extirpar un tumor intrarraquídeo con un notable éxito puesto que la paciente en 24 horas ya podía mover las piernas.
Otra de las noticias destacables fue el descenso del paro en un 4,83%, lo que permitió que el número de desempleados en Melilla se situara en 7.834 personas, cifra “histórica” según la consejera de Hacienda, Comercio y Empleo, Dunia Almansouri.
La procesión extraordinaria de la Virgen de la Victoria, Patrona Coronada de Melilla, junto con las visitas y actividades programadas para conmemorar el Día de los Museos, y la entrega de la Medalla de Oro de la ciudad a la hija de Carlota Leret O’Neill centraron los eventos culturales más destacados del mes.
Y para terminar no se puede pasar por alto la situación de los bomberos, que al tener que atender dos incendios se vieron obligados a recoger a compañeros que se estaban manifestando en la puerta del Palacio de la Asamblea en demanda de aumento de plantilla y jornada de 35 horas. Tampoco puede faltar en este resumen el ascenso de categoría de la Unión Deportiva Melilla.
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