El regreso a las aulas también supone para muchas familias la cuesta de septiembre. Esta pendiente, al igual que la de enero, se da tras el periodo vacacional, y en ese caso se hace aún más empinada para muchos ya que con la ‘vuelta al cole’ tienen que hacer una importante inversión de su presupuesto familiar en material escolar.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sostienen que los primeros gastos del mes de septiembre, a nivel general, rondan los 500 euros con la adquisición de los libros, material escolar, que pueden ir desde libretas, juegos de reglas, colores, subrayadores, carpetas, tijeras, cartulinas, entre otras cosas. En términos generales, según la OCU, el gasto medio de los españoles en material escolar de las enseñanzas públicas y concertadas llega a alcanzar los 1.200 euros anuales por niño. En la privada alcanza los 6.000 euros.
Entre ropa, material y libros, las familias melillenses pueden gastarse por cada niño desde los 400 a los 900 euros, dependiendo de si se trata de enseñanza Infantil, Primaria o Secundaria, puesto que según el nivel cambia el requerimiento de materiales, y también los gastos dependen mucho del centro educativo al que asistan estos niños.
En el caso de los institutos estos gastos ascienden, ya que los alumnos deben que hacerse con calculadoras científicas, un buen compás para las clases de tecnologías, juegos de reglas, bolígrafos y papeles de cierto gramaje, y otros materiales de plástica y tecnología. Hay madres que aseguran haberse gastado 150 y 200 euros en este tipo de materiales más específicos para los alumnos de Secundaria.
Plan de reposición de libros
Existe un programa municipal de gratuidad de libros, al que se acogen todos los centros públicos de Enseñanza Infantil y Primaria. Con este plan el Ayuntamiento destina una partida presupuestaria todos los años a fin de que los centros puedan conseguir libros de texto de este año. Esto supone un ahorro para muchas familias, dentro de todos los gastos que tienen en la ‘vuelta al cole’.
Aunque no todos los centros se acogen a este plan de gratuidad de libros, y los maestros pasan la lista de los libros que son necesarios para las lecciones de clase, como sucede con el Colegio Pintor Eduardo Morillas. El resto, de centros de Infantil y Primaria, no suelen necesitar hacer la compra completa de los libros, quizá tan solo los cuadernos de Inglés o Música.
En estos colegios que se benefician del programa de reposición lo que se intenta es cuidar los libros durante el curso, con el que puedan servir a otros niños en el siguiente curso.
El gasto en libros de texto suele ser un importante pellizco a la economía de las casas. Una mujer que recogía a su nieta en el Colegio La Salle El Carmen, aseguraba que se habían gastado alrededor de 800 euros en cada uno de los dos niños mayores, contando con 600 euros de libros de texto y material, el resto será la equipación del uniforme. Por ello, en algunos centros, sobre todo en los institutos, las clases suelen funcionar con fotocopias. Lo que supone también un gasto, pero es menor.
El coste del uniforme
La uniformidad también supone un factor de gastos en el caso de colegios concertados como La Salle, la prenda más cara suele ser el chándal, 50 euros. Aunque tan solo con la compra de toda la equipación de este centro, el gasto puede ser de más de 200 euros.
En el resto de centros públicos de Infantil y Primaria, el uniforme se hace obligatorio. El gasto de la equipación puede llegar a ser de 50 euros. Aunque hay familias que se las apañan buscando prendas semejantes en los mercadillos y el rastro de forma más económica. En el caso de los chándal, al ser más complicado encontrar algo parecido, por lo que el conjunto cuesta unos 25 euros.
A pesar de que el material escolar sea la cara menos bonita y amable de la ‘vuelta al cole’ por el gasto que supone, para ellos, niños y niñas de la ciudad, la ilusión de estrenar libretas y volver a ver s su amigos en un nuevo curso sigue estando ahí.
El gasto en material para el colegio “puede ser el sueldo de un mes”
En comparación con las medias nacionales que ofrece la OCU sobre el desembolso que hacen las familias en material escolar parece los melillenses gastan menos en en la vuelta a los colegios. Aunque lo cierto es, a pesar de que en los centros concertados y privados el desembolso sea mayor, hay que tener en cuenta que en la ciudad hay familias que llevan a sus hijos a centros públicos y tienen que hacer un esfuerzo mayor a la hora de comprar material escolar con el fin de que sus hijos puedan ir como el resto de sus compañeros de clase.
En ocasiones el dinero invertido cada mes de septiembre puede resultar el sueldo de un mes, según ha explicado a este periódico Hajat, una madre del AMPA del Colegio León Sola. Cuenta que pueden ser 300 o 400 euros por niño a principio de curso, ya sean entre material y uniformes. Por otra parte, los libros de este centro son repuestos por el mismo colegio gracias a que se acoge al programa municipal de reposición de libros. Según Hajat, las familias intentan cuidar esos libros de texto para que, una vez hayan cumplido su función, puedan servir para otros niños.
En el caso del IES Rusadir, cuya AMPA se está constituyendo este año, una de sus miembros, Fatiha nos cuenta lo difícil que se le hace hacerse cargo del gasto del material escolar. Finalmente suele gastarse en sus hijos entre 800 y los 900 euros por niño. Con las enseñanzas de Secundaria, los gastos en material suben porque hay que comprar papeles y bolígrafos especiales, un compás bueno, e incluso calculadoras científicas. En la modalidad de letras el gasto suele ser menor, por eso hay familias que prefieren que sus hijos estudien esa modalidad, según explica esta madre.
La madre del León Sola dice que no lo ha contabilizado, pero cree que fácilmente puede llegar a gastarse 500 euros por niños al año. Hajat no tiene trabajo, dice que nunca le han llamado de los planes de empleo, y su marido actualmente tiene un puesto laboral, pero indica que no siempre es así. Por eso, según relata, su madre y su suegra suelen prestarle dinero para estos menesteres. Un dinero que va devolviendo cuando puede; o sino, les pide que para cumpleaños no le regalen juguetes a los niños, sino que opten por comprarles ropa que se parezca al uniforme del colegio.
Una de las quejas que tienen es sobre las pecas. Sostiene que es un desastre, porque llegan tarde, después del comienzo de las clases, “en otoño o invierno”. “Los sueldos de los políticos sí se cobran en su día”, se queja. También cuenta que tiene un sobrino en el instituto y aún no ha salido la beca de la Ciudad Autónoma, y actualmente nos encontramos en septiembre. “No se enteran de que hay familias son dormir de la preocupación”, dice.
Uniformes baratos
Los centros que suelen llevar uniformidad son los colegios de Infantil y Primaria y los centros concertados. Los alumnos de institutos se libran de llevar uniforme. La madre del AMPA del León Solá comenta que conseguir el uniforme le ha costado “caro y barato” al mismo tiempo. Caro porque dice que ha dado muchas vueltas por Marruecos y el Rastro buscando prendas que se pareciesen a la ropa requerida. Reconoce que muchas de estas prendas no son de calidad.
Pero finalmente ha conseguido el equipo para sus hijos y s e ha gastado 15 euros por cada niño este año. Cuenta que ha visto a familias gastarse 50 euros por niño y que las familias intentan hacer lo que pueden con todos esos desembolsos. “La verdad, es muy triste ver que el Ayuntamiento nunca nos ha ayudado y hay familias que intentan llevar a sus hijos lo mejor que pueden”, lamenta esta madre.
La importancia de las AMPA
Hajat remarca la imporancia que tienen las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y cuenta que siempre que puede recomienda a las madres de su barrio que recurran a las AMPA del centro de sus hijos para que les ayuden con los recursos escolares. “Una persona sola no resuelve nada, pero entre todas sí es posible y nos tenemos que ayudar”, expresa esta madre.
Yo me crié en el barrio del Real, me marche a la península cuando tenía 19 años, pero tengo muy buenos recuerdo de mi barrio la personas que vivíamos en el barrio eran maravillosa y lo bien que todos nos llevábamos y nos alludavamos mucho y si uno tenía más que otro vecinos se le ayudaba al que menos tenía, yo vivía en la calle cánceres, ya tengo 72 años y vivo en Málaga, pero me acuerdo mucho de mi Tierra, estuve en Melilla hace dos años y estuve paseando por el barrio del Real y me gustó mucho, felisito a la periodista que a echo él reportaje, y como todas las personas que han salido, no me inporta que este comentario sea publicado en su periódico, un saludo.