El buen tiempo ha acompañado este fin de semana los dos talleres infantiles organizados por la Consejería de Medio Ambiente en Melilla La Vieja y en la explanada de La Legión; la celebración de la fiesta hindú del Holi y los juegos de pelotas, cuerdas, equilibrio y baile organizados por Juventud. Eso sin contar con que este domingo las playas de la ciudad han vuelto a la vida, con decenas de familias disfrutando de una primavera caldeada que se ha adelantado a la Semana Santa.
Quienes han optado por quedarse en Melilla este puente, han podido disfrutar de muchas actividades pensadas para las familias que se quedan en la ciudad y renuncian a enfrentarse a las colas de la frontera. Marruecos ha quitado el sellado del pasaporte para sus nacionales, sí, pero no las colas. Los tiempos son los mismos e incluso este fin de semana ha habido parones que echan para atrás el turismo español.
Hay muchas cosas que podemos cuestionar esta legislatura, pero hay que reconocer que la oferta de cultural y de ocio saludable se ha disparado en estos tres años, con la incorporación de los barrios a celebraciones que antes les quedaban lejos o simplemente ni se enteraban de que se habían organizado.
Es importante apostar por la descentralización de la cultura y el entretenimiento, que es quizás de lo más demandado por la juventud de Melilla viva en el centro o en la periferia. Por eso nuestros jóvenes en cuanto salen a estudiar fuera, no regresan. Basta con que vean mundo para renunciar a la vida casi monacal que les espera en su ciudad.
La organización de actividades no está mal, pero entendemos que esto es solo el principio. Hay que destinar más dinero a cultura, ocio y entretenimiento; hay que apostar por campañas de lectura; por más y más variadas exposiciones; por traer teatro y danza de lo mejorcito que se hace en España. Ideas, hay de sobra, pero siempre falta lo mismo: dinero.
Sabemos que tenemos muchas necesidades y en la vida pública, como en la privada, cuando hay que recortar, de donde primero se quita es de lo que entendemos prescindible, pero que en realidad es lo que nos da la vida. La Cultura da empleo y además, es necesaria. Hay que meterle mucho más presupuesto. Esta legislatura ha sido un cambio de rumbo, pero hay que seguir cambiando. Tenemos mucho, queremos más y si puede ser, mejor.