Melilla ha conseguido en 2023 rebasar el millón de pasajeros entre el barco y el avión que la conectan con la península pero, aunque la suma del tráfico aéreo y marítimo mejora el que ya lograra en 2022, cuando también alcanzó la simbólica barrera, todavía se encuentra lejos de las que había en los años previos a la pandemia.
Según los datos de Aena y Puertos del Estado recabados por EFE, Melilla cerró 2023 con 1.147.905 pasajeros entre sus dos medios de transporte, de los cuales 501.069 corresponden al avión y 646.836 al barco, acortando cada vez más las diferencias que históricamente han existido entre ambos hasta repartirse casi a partes iguales el protagonismo en las estadísticas.
La cifra global de 2023 supone un incremento del 5,93% respecto a 2022, cuando registró 1.083.685, convirtiéndose en el año del despegue tras la crisis sanitaria gracias a un auge del 81,14% en el tráfico de viajeros.
Por lo tanto, el año pasado confirma la buena senda reiniciada en 2022 en los transportes aéreo y marítimo de Melilla e incluso la mejora levemente, pero sin llegar a los niveles que tenían antes de la pandemia, cuando superó el millón de pasajeros que era una constante ininterrumpida desde que comenzó a suceder en 2012.
Solo 2020 y 2021, marcados por las restricciones en la movilidad y el cierre fronterizo que se establecieron con la covid, Melilla se quedó por debajo de los siete dígitos en el tráfico de pasajeros, sumando entre el barco y el avión 430.173 y 598.250 pasajeros, respectivamente.
Pero 2023 sigue lejos de 2019, el año que rompió todas las estadísticas en las comunicaciones entre Melilla y la península al mover 1.277.639 viajeros, de los cuales 842.983 correspondieron al barco y 434.656 al avión, dos registros que, curiosamente, no son por separado los mejores del transporte marítimo y aéreo pese a lograr entre ambos el año récord en la ciudad autónoma.
Para encontrar el mejor registro del transporte marítimo de Melilla hay que remontarse a 2016, cuando el barco alcanzó los 889.348 viajeros, casi un tercio más que en los dos últimos años, evidenciando no solo que está muy lejos aún de las cifras precovid, sino también que su crecimiento mucho más tímido que el del avión, que ya bate récords.
En concreto, el transporte aéreo de Melilla cerró 2023 superando por primera vez la barrera del medio millón de pasajeros, un registro que algunas voces del sector ya vaticinan que podría quedarse corto cuando el aeropuerto amplíe su horario a partir del 31 de marzo y tenga posibilidad de operar más vuelos, incluso en horario nocturno.
Sin embargo, aunque el avión terminara el año pasado en Melilla con un crecimiento del número de viajeros cercano a los 54.000 respecto al anterior (+12%), la realidad es que su mayor auge lo consiguió en 2019, que cerró con 86.535 pasajeros más gracias a la puesta en marcha ese año de las líneas OSP de Almería, Granada y Sevilla.
Otra de las claves del año récord de 2019 fue el incremento de la bonificación al transporte del 50 al 75% establecido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, que ya se había dejado notar también aquel año.
Los transportes de Melilla no han hecho más que aumentar desde el frenazo en seco que supuso 2020, que acabó con un bajísimo movimiento de pasajeros por la pandemia, quedándose en 430.173 pasajeros entre el barco y el avión, solo un tercio de todo el tráfico de 2019.