El Gobierno de Marruecos ha aumentado en un 6,9% la partida de los presupuestos de 2025 destinada a la compra y mantenimiento de armamento y a impulsar su plan de industrialización militar, que llegará a los 133.453 millones de dirhams (12.393 millones de euros).
Es el gasto contemplado para el período 2025-2026 en el proyecto de Ley de Finanzas (presupuestos) de 2025 -que fue aprobado por el Gobierno marroquí y sometido desde este fin de semana al Parlamento- destinado a "adquirir y mantener equipos de las Fuerzas Armadas Reales y apoyar el desarrollo de la industria de defensa", según el artículo 39 del proyecto.
En las anteriores cuentas para el período 2023-2024, el gasto para armamento fue de 124.766 millones de dirhams (11.500 millones de euros), que supuso también un aumento del 4,1% respecto a los presupuestos de 2022.
El proyecto de presupuestos prevé la creación de 5.792 nuevas plazas para funcionarios de la Administración de Defensa para 2025, frente a los 7.000 que fueron creados en los anteriores presupuestos.
La Administración de Defensa es, según el actual proyecto de presupuestos, la tercera mayor empleadora tras el Ministerio de Interior (7.744) y el de Sanidad y Protección Social (6.500).
Marruecos aprobó en 2021 la ley 10-20 relacionada con materiales y equipos de defensa y seguridad, que busca desarrollar una industria armamentística en el país magrebí con la instalación de unidades industriales y la fabricación de armas mediante operadores marroquíes y con participación de operadores extranjeros.
El pasado junio, Marruecos aprobó un decreto para la creación de dos zonas de industria militar destinadas al desarrollo de inversiones vinculadas a la defensa y la seguridad, incluyendo la producción de armas y municiones.
En septiembre pasado, la Administración de Defensa Nacional de Marruecos y la empresa india Tata Advanced Systems Limited firmaron un acuerdo para la instalación de una fábrica en el país magrebí destinada a la fabricación de vehículos de combate terrestre (WhAP 8x8).
Dinero, para cubrir las necesidades mínimas, de los pobres de su País, no, pero para gastárselo en armamento, para la seguridad del Jefe, su sequito y gremio allegado, para eso sí. Que desigualdad, tan grande, a espaldas de Dios.