Un informe de Migreurop y Gadem critica que el país vecino realice detenciones “arbitrarias” de extranjeros.
Las ONGs Gadem (Marruecos) y Migreurop (red europea de organizaciones) publicaron la semana pasada un informe en francés titulado ‘Melilla y Ceuta, centros de clasificación a cielo abierto’. En él, analizan la perspectiva de la inmigración entre Marruecos y España desde los puntos de vista de ambos países. Uno de los aspectos destacados de este documento es el cambio del país vecino a la hora de tratar a los migrantes, dado que sostienen que si bien antes actuaba como zona de tránsito, se ha convertido en un lugar de “bloqueo” para muchas de estas personas.
El informe pone sobre la mesa que, este mismo año, el país vecino ha cambiado completamente la política contra los inmigrantes que considera irregulares, principalmente los subsaharianos, llevando a cabo detenciones “arbitrarias” y colectivas, especialmente significativas en el monte Gurugú. No obstante, señala que previamente a tomar esta línea, regularizó documentalmente a 18.694 personas.
Asimismo, el informe recoge una frase del ministro del Interior marroquí del pasado mes de febrero que, ante actuaciones como la que tuvo lugar en el Gurugú, donde se desmantelaron los campamentos de subsaharianos, aseguró que “otras operaciones similares serán llevadas a cabo sistemáticamente para evacuar todos los lugares ocupados por los inmigrantes que planifican organizar tentativas de emigración irregular”.
Nueva orientación
Para las ONGs encargadas de este estudio, estas palabras marcan “claramente” la orientación de cara al futuro de la nueva política migratoria que, por un lado, dicen que trabaja por la integración de las personas con medidas como la regularización de forma puntual, mientras lucha contra la inmigración irregular y procura que no pase a España.
Según el estudio, que Marruecos haya dado un giro de prácticamente 180 grados en su política migratoria responde a que la UE y España han llevado a cabo una política de “externalización” de las fronteras, lo que supone que el país vecino, como territorio limítrofe, recibe fondos europeos para gestionar las lindes entre ambos países.
El país vecino olvida sus ‘soberanismo’ sobre Melilla
El informe elaborado por las ONGs Gadem y Migreurop refleja que, pese a que Marruecos sigue, oficialmente, reclamando la soberanía de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, “que considera como territorios ocupados”, se puede observar que estas reivindicaciones se paralizan “a la hora de ayudar a España y a la UE en la lucha contra la inmigración irregular hacia Europa”.
A este respecto, el estudio llamado ‘Ceuta y Melilla, centros de clasificación a cielo abierto’ justifica esta posición del país vecino dado que “el reino alauí está ampliamente subvencionado por la UE y colabora notablemente con las autoridades españolas para evitar que los migrantes salgan de su territorio y accedan a una zona europea”.