Desesperados, una cincuentena de marroquíes se ha manifestado en la frontera de Beni Enzar para pedir a su país que les deje volver a casa.Todos se mostraban indignados después de saber que Marruecos iba a repatriar a ciudadanos suyos desde otras ciudades españoles y de que el país afirmara que no queda nadie para repatriar en Melilla y Ceuta.
Entre ellos, hay una joven, que prefiere guardar el anonimato, que convive con otras 80 mujeres en la plaza de toros, de donde se quieren ir ya y critica que desde Marruecos se diga que ellos están en Melilla porque quieren.
Asegura que quieren irse con sus familias, con sus padres y más allegados. Explica que si están en la ciudad no es porque quieran, sino porque muchos trabajan en esta o fueron por motivos personas, como pudieron ser bautizos o visitas al médico.
Un ejemplo de ello es un hombre que porta consigo un carricoche. Hace tres meses vino con su bebé para hacerle una revisión y se quedó atrapado aquí. Al otro lado de la valla están su mujer e hijos y está cansado de la situación, ya no le quedan medicamentos y el bebé, que nació en febrero, es lactante.
Otra joven también se encuentra en una situación parecida, vino a dar a luz prematuramente a Melilla, perdió a la niña que llevaba y está sola en la ciudad, su marido está en paro y tiene tres hijos pequeños, todos en Marruecos.
Muchos explican que se toparon con el cierre de la frontera de la noche a la madrugada y hasta ese momento solo habían escuchado rumores.
Un hombre, nervioso por la situación, comienza a espetar indignado que no tiene sentido que vayan a pasar a Marruecos personas que tienen que coger un barco o un avión antes que ellos. “Ayer escuché que en Melilla no había marroquíes ¡Esto yo no lo entiendo! Aquí hay más de 600 personas”, aseguró. “Este ha sido un cierre trágico” y cree que deberían haber dejado tres días la frontera abierta para que la gente pudiese volver a su hogar. Además de la familia, también mencionó los animales a los que hay que cuidar.
El hombre añadió que ellos deberían tener derecho a cruzar prioritariamente al tener la frontera justo al lado. “¿Van a dejar a la gente a dos metros de sus casas?”, manifestó.
Además, cuentan que a algunos de ellos se les ha dado la orden de expulsión, como a esta mujer, que explica que le han prohibido entrar a Melilla en tres años porque la acusan de haber entrado ilegalmente. Asegura que ya no puede más y que el encierro les está causando estrés y ansiedad.
También critican que la salida que en la última apertura de frontera, se dejase pasar a gente que tenía documentos españoles. “Yo misma he visto a personas que han salido con documentos españoles, que tienen la nacionalidad española y ellos no tienen derecho a salir a Marruecos, los que tenemos derecho somos nostros”, aseguró la joven del principio.
Argumentó que ellos no son españoles, sino marroquíes, por lo que no tienen más documentos que ese y que lo único que están pidiendo es poder volver a sus casas.
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