El Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Melilla ha acogido esta tarde la presentación del libro 'La emigración judeo-marroquí y la acción exterior de España', obra del escritor melillense, Marcos Roberto Pérez González.
La presentación reunió a decenas de melillenses deseosos de conocer la trepidante historia de la Operación Misgeret, que entre los años 1956 y 1962, trasladó a ciudadanos judíos marroquíes, utilizando las ciudades de Melilla, Ceuta y Tánger, para alcanzar Israel.
Entre los presentes se encontraban el presidente de la comunidad israelita de Melilla, Mordejay Guahnich o el líder de la formación política Vox Melilla, José Miguel Tasende.
El Faro ha conversado previamente con el autor acerca de este libro y la situación de la comunidad judía en el protectorado español.
-¿Qué le ha llevado a escribir su libro?
-Fundamentalmente, fue por casualidad. Estaba investigando unos papeles en el Archivo Militar de Melilla y ahí encontré de casualidad una documentación referente a este asunto, que conocía un poco de oídas. Eso me llevó a guardar toda esa documentación.
Cuando terminé el trabajo que estaba desarrollando, me puse a investigar este asunto. Me ha llevado varios años de trabajo, cuyo resultado final ha sido este libro.
-¿Qué nos puede contar de esta obra literaria?
-El libro habla de la Operación Misgeret, planificada desde Israel entre el año 1956 hasta 1961 para sacar a los judíos de Marruecos y llevarlos al Estado de Israel. Entre otros lugares, se utilizó a las ciudades de Melilla y Ceuta como plataforma para poder sacar a esa población.
Por supuesto, el conocimiento que tengo de la historia del judaísmo en Melilla ha pesado para motivarme e investigar el tema y escribir este trabajo.
-¿Qué papel jugó España en este flujo migratorio tan peculiar?
-Lo curioso de esta historia es que, no existiendo entonces relaciones diplomáticas entre España e Israel, el régimen franquista colaboró dejando hacer al Mossad.
La Operación Misgeret la controla y desarrolla el Mossad desde un principio. Todo esto lo conocía la Sección Segunda, que era el servicio de información militar que había en España y el servicio de inteligencia más relevante en esta primera etapa del franquismo. Se dejó hacer.
El problema surge a partir de enero de 1961, con el hundimiento de un barco en las cercanías de Alhucemas, el famoso Pisces. Allí mueren todos los judíos que estaban a bordo, más de 40 personas. Eso supuso un cambio de la política española, pues se pasó de dejar hacer a una colaboración formal, probablemente por una cuestión humanitaria, para evitar que muriera más gente y también para evitar entrar en un conflicto con las autoridades marroquíes. Las relaciones de España y Marruecos eran muy tensas, desde el país vecino se acusaba a España de colaborar con el sionismo internacional.
A partir del año 1961 ya se colaboraba abiertamente con el Mossad y con las autoridades israelíes. Ello a pesar de que España e Israel no tenían relaciones formales, ni tenían embajadas.
España no solamente ayudó a la salida de judíos de Marruecos, también de Egipto, por ejemplo, durante la Guerra de los 6 Días en el año 1967 y también colaboró con la salida de algunos judíos de países de Oriente Medio. Digamos que siempre tuvo ese papel humanitario.
-¿Cómo operaba esta red en Melilla?
-Aquí había destacados agentes del Mossad, llegaron a tener dos pisos en la ciudad. Ellos iban trayendo a Melilla un número determinado de judíos y entregaban un informe a las autoridades españolas, donde figuraba el nombre de cada uno de los que había entrado, su edad y de donde provenían. Estaban en Melilla entre 24 y 48 horas y posteriormente salían en el barco de la compañía regular que hacía trayectos entre Melilla y Málaga, para después trasladarse cerca de Marsella, a un campamento que se llamaba Grand Arénas. Ya desde ahí partían hacia Israel.
-¿Cómo era la situación de la comunidad hebrea en el entonces Protectorado?
-En el protectorado francés sí que durante un par de años el régimen de Vichy, régimen colaborador del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, estableció unas medidas bastante draconianas contra la comunidad judía.
Esto no sucedió de la misma forma en el protectorado español, donde había una población censada de unos 12.000 judíos, quienes no tuvieron ningún problema en llevar su vida con normalidad. Bien es cierto que, si hubo algún tipo de represión, esta fue por motivos políticos contra algunos individuos.
-Sin embargo, muchos emigraron a Israel sin pensarlo ...
-Desconozco el número exacto de los 12.000 judíos que había en el protectorado y se fueron a Israel. Lo que sí sé es que la Operación Misgeret permitió la salida de 25.000 judíos de Marruecos. La posterior Operación Yachin permitió la salida de otros 60.0000 y antes de la hubo otra operación, Cadima, que permitió la salida de más de 100.000 judíos de Marruecos.
Hay que tener en cuenta que Marruecos había casi 300.000 judíos, era el país de norte de África donde más judíos había, aunque no todos eran sefardíes. De hecho, la comunidad sefardí era la minoritaria en Marruecos. En contra de lo que nos cuentan muchas veces, los sefardíes no sólo fueron al norte de África tras la expulsión, hubo muchos que se desplazaron a otros lugares como la actual Turquía o a los Balcanes.
-La comunidad hebrea en Melilla posee una rica historia. Sin embargo, con el establecimiento de Israel comenzó a perder población ...
-En los años 20 y 30 del pasado siglo, la hebrea llegó a ser una comunidad muy importante en Melilla, con casi 3.000 miembros en la ciudad. Pero desde que se crea el Estado de Israel, una parte de esa comunidad se fue a vivir allí.
Hubo algunos que volvieron a Marruecos durante el protectorado español, hasta el año 1956. Posteriormente, muchos de ellos ya nacionalizados españoles, se quedaron a vivir en nuestro país, mientras que otros emigraron a Hispanoamérica, un destino muy solicitado para parte de la comunidad que tenía lazos con España, la lengua española o el hispanismo.
-En un plano más general e histórico, es necesario saber ¿Qué ha aportado la comunidad hebrea en Melilla?
-La comunidad hebrea en Melilla ha aportado mucho, sin duda ha sido muy relevante para la ciudad. En primer lugar, desde el punto de vista económico porque desde finales del siglo XIX hicieron de intermediarios con el comercio entre Melilla y su entorno. Hay que recordar que los españoles no podíamos cruzar la frontera hasta 1910, un poco antes de la formalización del protectorado en el norte de Marruecos. Entonces, los hebreos cumplieron ese papel económico. Desarrollaron comercios, industrias y crearon una clase burguesa adinerada.
También han aportado mucho en materia cultural. Financiaron numerosas obras públicas y también la construcción de algunos de los edificios modernistas que tenemos en el centro.
La pluralidad de Melilla también se inició con la aparición de los primeros judíos, ya que la población musulmana llegó un poco más tarde.
-A largo plazo ¿Qué futuro vislumbra para la comunidad hebrea de nuestra ciudad?
-El problema de la comunidad judía es el mismo que el de la comunidad cristiana, Melilla es pequeña y hay poco trabajo. Mucha gente estudia en la universidad y encuentra trabajo fuera de la ciudad porque aquí hay pocas posibilidades, así que se van a vivir fuera.
Conozco el caso de algunos que se han ido a estudiar a Tel Aviv y se han quedado a trabajar en Israel, donde hay muchas oportunidades de trabajo, sobre todo en el ámbito de la medicina y el ámbito tecnológico, sectores en los que este país es bastante potente.
Sin embargo, no todos se marchan, hay una comunidad hebrea muy establecida.