Llega el verano y no son pocos los bañistas que sufren picaduras de medusas, las cuales, más que peligrosas, son molestas.
Aunque hay bañistas que ya han visto bancos de medusas, muchos todavía no han visto ninguna, más allá de alguna muerta en la orilla.
Los socorristas de la Ciudad Autónoma Melilla ya están operativos y en numerosas ocasiones han atendido picaduras de medusas, como explica María, socorrista. Señala que si no se trata la herida, puede quedar una marca.
¿Y qué hay que hacer si se ve una medusa? Eduardo, también socorrista de la Ciudad Autónoma, informa que hay varias especies de medusas y normalmente se ven unas que son de color azul, las pequeñas marrones y en alguna ocasión se ha visto la carabela portuguesa.
Si se ve una, hay que alejarse, no tocarle y si la persona tiene una picadura, hay que acudir a uno de los socorristas para ser atendido. Si la picadura es en una zona delicada, como pueda ser la cara, entonces la persona será atendida por la enfermera que forma parte del equipo de socorrismo.
María explica que, cuando les llega un bañista que ha sido picado por una medusa, lo primero que hacen es preguntarle el nombre y si les duele mucho y si ha sido a un niño o niña, se pregunta a los padres si el pequeño tiene alguna alergia.
Se echa suero en la herida, que se seca después con una gasa y se pone crema por encima. Tratada la herida, la persona afectada tiene que estar 30 minutos sin meterse al agua y sin que le dé el sol por los corticoides, ya que corre el riesgo de que se le quede la marca.
Acerca de las medusas marrones, María dice que son las más molestas, porque su picadura es como “un latigazo”. Si la picadura no se trata correctamente, pues hay personas que se rascan la herida o no se echan crema, puede quedarse una cicatriz.
La socorrista cree que falta más información sobre este animal marino entre la población, pues hay ocasiones en las que ha visto madres muy alteradas porque su hijo ha sido picado. Ella lo entiende, pero recuerda que las especies que hay en Melilla no son un peligro para la salud a no ser que se sufra una alergia.
¿Y si no se encuentra a ninguno de ellos? Eduardo recalca que “nunca, nunca, nunca” hay que orinar sobre ella. “Hay que enjuagarla con agua salada y en caso de que no se tenga ninguna crema, se aplica una gasa con hielo para enfriar la zona y así bajar la inflamación”. Eduardo advierte que con las medusas que están muertas en la orilla también hay que tener cuidado porque los tentáculos siguen siendo urticarios.
Medio Ambiente recoge medusas por mar y tierra
Desde la Consejería de Medio Ambiente, Israel Sánchez, jefe de la Oficina Técnica de Protección al Medio Natural, explicó a El Faro que tienen dos contratos de recogida de medusas que duran la temporada de baño. El primero consiste en un servicio terrestre que consiste en la limpieza manual de los primeros diez metros que van de la orilla hacia fuera más cinco que van desde la orilla hacia el mar, 15 en total.
El trabajo consiste en que los operarios realicen una partida para eliminar medusas y todo tipo de residuos. Por otro lado, los servicios marítimos colocan el balizamiento de las zonas de baño con unas redes para evitar la entrada de residuos sólidos flotantes y también de medusas.
La Consejería también dispone de un ‘limpiamar’, que es un pequeño catamarán con una canasta que limpia en primer la zona de baño, en la que realiza una batida, y luego se dirige a la red para recoger lo que se ha quedado atrapado. Sánchez señala el problema de la estacionalidad, ya que con el aumento de la temperatura del agua, “de repente aparecen muchísimas medusas”. Él afirma que el cambio climático influye en este sentido.
Recomienda que, en caso de picadura, acudir al Servicio de Salvamento y Socorrismo ya están equipados de todo tipo de productos para los primeros auxilios.
De todas formas, apunta a que en Melilla, los bancos de medusas nunca han sido “un gran problema” y en este comienzo de temporada no están teniendo en exceso. “Eso no quita que en algún momento, como consecuencia de la biología de la medusa, de repente aparecen. Para ello, tienen una bandera para alertar de la presencia remarcable de medusas en las playas.
Por otro lado, insta a la ciudadanía a usar protección solar biodegradable por el impacto medioambiental negativo que tiene este producto.