Mañana tranquila y fluida en la frontera en el primer domingo de noviembre

Una vez ya ha comenzado el mes de noviembre, la mañana de este domingo dejaba imágenes en el paso fronterizo de Beni-Enzar de tranquilidad, así como un paso fluido y constante de viajeros tanto hacía Marruecos como hacia nuestra ciudad.

Con la Operación Paso del Estrecho (OPE) de este año ya lejana, puede decirse que la situación en la frontera es la habitual.

El tráfico de vehículos también era continuo, especialmente para entrar en Melilla.

Residentes y viajeros confirmaron a este medio que el tráfico era superior al que hay en días de diario. Además, recalcaron que la mañana era tranquila, pero que la tarde se preveía más complicada para entrar en Melilla.

Los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, quienes se desplegaron en la zona durante los tres meses de duración de la OPE, ya no estaban presentes, quedando tan sólo la dotación permanente de la frontera.

El Faro se acercó esta mañana al paso fronterizo de Beni-Enzar para preguntar a los melillenses que entraron, procedentes del país vecino, cómo estaba la situación para cruzar a Melilla.

Tranquilo y rápido

En pleno otoño y a menos de dos meses del final de año, las escenas que se veían en la mañana de este domingo en el paso fronterizo de Beni-Enzar y en los alrededores mostraban una calma absoluta.

Al-lal estaba esperando a la COA junto al paso fronterizo. Este melillense afirmó que esta mañana reinaba la tranquilidad en la frontera, añadiendo que el tiempo que había tardado en cruzar había sido de 10 minutos. "Nada que ver con otras ocasiones, cuando tardo mucho más".

Para la tarde del domingo, Al-lal manifestó que todo sería "un caos", puesto que de acuerdo con este ciudadano, la gente sale los viernes por las tardes y vuelven todos en la tarde del domingo.

"Es algo lógico. Todos tienen que estar aquí para el lunes, los adultos trabajan y los niños tienen que ir al colegio".

Al-lal atribuyó la causa de las colas para cruza a Melilla en el escáner para pasaportes de las ventanillas en el lado marroquí, sosteniendo que eran "muy lentos". Este melillense comparó los escáneres de España y Marruecos, afirmando que los de nuestro país tardaban medio minuto, mientras que los del país vecino podían ser hasta cinco por cada pasaporte.

"Es una barbaridad. Si multiplicas esos minutos por cien cuántos son en total. No olvidemos que hay tres ventanillas y en ocasiones hasta cuatro. No dan abasto porque hay mucha gente".

Por otro lado, para Mbarka cruzar de vuelta a Melilla había sido muy rápido, "entorno a 5 minutos". Esta situación contrastaba con la que había vivido al pasar a Marruecos al comienzo del fin de semana, cuando experimentó una fila de dos horas. "Esta mañana no había mucha gente, todo estaba tranquilo".

La misma opinión la compartía Yusra, quien acababa de entrar en nuestra ciudad junto a su madre. Esta joven añadió que se estaban realizando muchos registros para cruzar. El tiempo de espera había sido de media hora, algo rápido en comparación con otras jornadas, dijo.

Ismail procedía de Rabat. Este viajero se mostró extremadamente sorprendido por dos razones, en primer lugar, el tiempo que había invertido en cruzar había sido escaso y además, la baja afluencia de viajeros le había tomado por sorpresa.

Para Ismail, procedente de la capital del país vecino, esta era su primera vez en Melilla y afirmó que la tranquilidad y rapidez que había experimentado al cruzar la frontera era algo que no esperaba en absoluto. "La verdad que está todo demasiado tranquilo".

Pese a que Milud había tardado relativamente poco en cruzar la frontera, una media hora aproximadamente, este melillense quiso aprovechar para quejarse de una demanda muy habitual, la restricción a la hora de pasar alimentos a Melilla procedentes de Marruecos. En concreto, Milud habló del pescado, solicitando que se debía dejar pasar aunque fuera, una cantidad concreta. "Uno o dos kilos, no más".

José, por su parte, se disponía a cruzar al país vecino junto a su amigo. Este malagueño había viajado a Nador desde la península para pasar unos días allí, pero quiso aprovechar y pasar el fin de semana en nuestra ciudad. José se mostró sorprendido por la falta de gente en la frontera y los alrededores, pues conocía del gran número de viajeros que deja la OPE, además de haber oído del tránsito de viajeros en Melilla. No obstante, la tranquilidad de la mañana del domingo le sorprendió.

"Imagino que en días de diario esto será mucho más fuerte".